Una extensa caravana de personas, automóviles y motociclistas acompañó ayer al mediodía el traslado del féretro que contenía los restos de Naidelin, la niña de 7 años raptada en Minga Guazú, Alto Paraná. El cuerpo de la menor llegó anoche hasta la casa de los abuelos ubicada sobre el kilómetro 21 de esta ciudad, en medio del dolor, llantos y pedidos de justicia.

“Pido justicia para ella y espero que su asesino se arrepienta”, expresó la madre de la niña, mientras que la comunidad se unió para decir adiós a la pequeña. El reclamo de justicia se realizó a cada paso por las personas que se acercaron a despedir a la niña víctima de un atroz crimen. El pedido del sacerdote fue “no quedarse con las lágrimas, para que las autoridades a cargo hagan justicia”.

Héctor Eduardo Martínez Núñez está imputado por homicidio doloso, al ser el principal sospechoso del crimen. El hombre era la pareja de la tía de la niña y amenazó a toda la familia ante la ruptura sentimental por parte de la mujer.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Hasta el lunes, Martínez era autor confeso del crimen, pero ayer se declaró inocente. Sin embargo, son varios los elementos que lo implican como principal sospechoso del crimen, tales como la similitud en la descripción de los testigos sobre el autor del rapto.

Etiquetas: #.

Déjanos tus comentarios en Voiz