Una niña de 13 años fue asesinada y se manejan dos hipó­tesis como posibles causas, un rito satánico o celos en la pareja conformada por Juan Carlos Gómez (53) y Susana Arzamendia (25). Ambos ya fueron imputados por homi­cidio doloso agravado por el fiscal Pedro Duarte, cuya expectativa de pena va de 5 a 30 años de cárcel. También se solicitó al juzgado la apli­cación de prisión preventiva como medida cautelar.

El médico forense Félix For­nerón confirmó la extrema violencia con la que actuaron los asesinos, ya que el cadá­ver de la niña, hallado el 13 de diciembre en la compañía Ka’aguy Po’i, de Santiago, Misiones, presentaba araña­zos en el brazo y en el cuello quedó evidencia de que fue asfixiada. Sigue en análisis posible abuso sexual.

En conversación con Radio Ñandutí, el fiscal Duarte relató que mediante las redes sociales, la víctima, oriunda de Valenzuela, contactó con Matías, un supuesto joven de 20 años, que en realidad era Gómez. “Él la conquistó. En los últimos tres meses, de un solo número se comunica­ron en 500 oportunidades. Ella estaba completamente encantada”, reveló.

La víctima vino a Asunción a la casa de su hermano para pasar sus vacaciones y la oca­sión fue aprovechada por la pareja. La mujer (Susana) se hizo amiga de la niña y el hom­bre (Juan Carlos) fingió ser su padre. Juntos la invitaron a pasear y lograron sacarla de la vivienda y trasladarla hasta Misiones, donde supuesta­mente la esperaba “Matías”.

Al llegar, le hicieron cami­nar tres kilómetros y luego ingresaron a un bosque para llegar hasta donde estaba el supuesto joven. Allí le habrían revelado la verdad y tras ello, la asesinaron.

En otro momento, el fiscal refirió que “el señor men­cionó que hizo un pacto con su abogado y su protector, San La Muerte, para acabar con la vida de la niña y así ser bene­ficiado con un mejor ingreso económico y calidad de vida”.

Así lo había señalado la mujer, Susana, a los investigadores; incluso, en la vivienda de la pareja se encontraron imá­genes de San La Muerte. Por su parte, el hombre negó que haya sido un pacto y sobre las imágenes halladas dijo que no eran suyas.

Tampoco se descartan los celos. La mujer, que está embarazada de seis meses, colaboró con el plan y habi­litó los números de teléfonos que se usaron para “conquis­tar” a la niña. También apa­rece en registros de cámaras de seguridad junto a la menor de edad.

Tras matarla, la pareja dejó el cadáver en el bosque. El forense refirió que los ras­gos indican que la niña quiso defenderse y que fue muerta por estrangulamiento. Se esperan los resultados de los análisis laboratoriales que determinarán si fue o no abu­sada sexualmente antes de ser asesinada.

El fiscal Duarte dijo que Gómez posee varios ante­cedentes por diversos deli­tos y tiene causas pendientes en Villarrica, Encarnación, María Auxiliadora y Coronel Bogado.