Bartomeu Melià Litteras (87) falleció alrededor de las 4:30 de ayer después de que su salud empeorara gravemente por una caída en la que se fracturó la cadera. Estaba internado en Taita Róga, donde recibió en sus últimos días las fuerzas de amigos, allegados y fieles que aprendieron de él grandes lecciones de vida. Por décadas se dedicó a estudiar y hacer conocer las tradiciones de los pueblos originarios del Paraguay, pero además a defender sus derechos ante diversas instancias.

Considerado uno de los antropólogos más serios de la historia guaraní, Bartomeu sostenía que los guaraníes eran nómadas porque para ellos derribar un árbol era matar una parte de su propia alma, de su Yvy Marane’y (la tierra sin mal). La sabiduría nativa sostiene que “al derribar un árbol, los pájaros que anidaron en él ya no regresan. Si permanecemos mucho tiempo en un lugar, los peces nadan a otros sitios. El suelo pierde su verdor y el monte su belleza”.

Su velatorio es en El Cabildo, de Asunción. La misa se realizará este sábado, a las 9:00, y, posteriormente, su cuerpo será trasladado hasta el cementerio de los jesuitas en el Centro de Espiritualidad Santos Mártires de Limpio.

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BIOGRAFÍA

Religioso, antropólogo y lingüista, Melià nació en Porreres, Mallorca, España, el 7 de diciembre de 1932. Fue miembro de la Orden Jesuita. Vino al Paraguay en 1954, donde se inició en el estudio de la lengua y cultura guaraní con el padre Antonio Guasch.

Fue autor de numerosos estudios y ensayos sobre lengua, etnografía e historia guaraní y sobre Paraguay. Hasta el último día de su vida trabajó en la edición del libro “Historia de la Compañía de Jesús en la provincia del Paraguay”, material apoyado por el Fondo de Cultura.

Defensor de los derechos de los pueblos indígenas, sufrió el exilio durante la cruel dictadura de Alfredo Stroessner, cuando se pronunció públicamente contra el genocidio Aché, y fue obligado a mudarse a Italia.

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