Monseñor Adalberto Martínez Flores, obispo de la Diócesis de Villarrica y administrador apostólico de las FFAA y Policía Nacional, en su homilía de ayer lamentó la inequidad actual del país y la falta de políticas públicas que defiendan el bien común, que podrían derivar en el descontento social y la violencia extrema.

“El 10% de la población concentra el 40% de las riquezas que se generan en el país, en tanto que el 40% más pobre accede solo al 10% de la riqueza y el 50% recibe muy poco o nada del resto. Reconocemos y valoramos los avances que se han tenido en los últimos años para la reducción de la pobreza monetaria, que ha ido disminuyendo de manera importante en la última década, pero persisten altos niveles de vulnerabilidad en la población por el déficit de cobertura y calidad de servicios públicos esenciales como salud y educación”, indicó. En otro momento, manifestó que el sostenido crecimiento económico de la última década no se ha traducido en mayor equidad social ni en mejores condiciones de vida para amplios sectores de la población.

ÚLTIMO AÑO

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

“Casi 1.700.000 paraguayos se encuentran en situación de pobreza y pobreza extrema, uno de cada 4 compatriotas no puede cubrir sus necesidades básicas para una vida digna; además, la pobreza extrema e indigencia han crecido en el último año. Más de 350.000 paraguayos pasan hambre, un escándalo en un país que produce millones de toneladas de alimentos para la exportación con un elevado costo social y ambiental”, añadió.

Sostuvo incluso que miles de jóvenes no estudian ni trabajan, muchos de ellos son adictos a las drogas. Además, lamentó la cantidad de presos que se encuentran sin condena en las cárceles del país. Por otro lado, habló de la concentración de la tierra en manos de unos pocos y por esta desigualdad, indicó que es urgente una reforma agraria que proteja el equilibrio ambiental, que favorezca el crecimiento de la agricultura familiar con impacto en la calidad de vida de los campesinos e indígenas y que les permita arraigarse en sus comunidades, evitando el éxodo del campo a la ciudad.

En el ámbito político y económico, indicó que es necesario poner todo el empeño para erradicar la corrupción y la impunidad que priva a los pobres de los recursos necesarios para satisfacer sus necesidades básicas.

Déjanos tus comentarios en Voiz