En un atraco nunca antes visto en Caazapá, cinco hombres ingresaron al predio de la Junta Departamental, que queda al lado de la comisaría –donde los concejales debían iniciar la sesión ordinaria– y rompieron la tranquila mañana, generando zozobra y caos no solo entre los concejales que fueron retenidos como rehenes, sino además entre los funcionarios que se asustaron por los disparos. Se estima que las fuerzas públicas tardaron casi media hora en reaccionar.

Los atacantes portaban armas de grueso calibre y también pistolas de 9mm. Tras ingresar al predio, algunos se escondieron en el sanitario, un grupo en el baño de mujeres y otro en el de hombres, luego actuaron. De acuerdos a los primeros informes, los hombres –algunos que hablaban en portugués– habrían buscado al gobernador de la zona, Pedro Díaz Verón, hermano del ex fiscal general del Estado, Javier Díaz Verón. Por fortuna, el jefe departamental no estaba en el sitio, por lo que varios concejales quedaron como rehenes en la sala de sesiones a cargo de un grupo de malvivientes. En el estacionamiento, los vehículos de los ediles de la Alianza Ganar, Emilio Tillería y Hernán Vergara fueron baleados.

Tras el incidente, el gobernador Díaz Verón solicitó resguardo policial, ya que teme que su vida esté en peligro. La investigación del hecho está a cargo del fiscal César Aristides Martínez Chamorro.

“UN PAÍS A LA DERIVA”

El senador Blas Lanzoni, del sector llanista del PLRA, lamentó lo ocurrido en la Gobernación de Caazapá y sostuvo que “este atentado dentro de una institución pública es una clara señal de que el Paraguay está a la deriva, como consecuencia de la crisis política que ha generado el acta secreta de Itaipú”. Indicó que este atropello de sicarios a una gobernación es una clara muestra de que estos grupos criminales se están adueñando del país.