Un espacio creado para la familia, con juegos, piscina, frondosos árboles, hoy está convertido en zona roja, a minutos del Centro Histórico de Asunción. Si bien en él se erige el Museo Histórico Nacional General Bernardino Caballero, cuya rica historia se esconde, contrasta y pierde entre otro paisaje, otro testimonio actual, el de la marginalidad. Lo que antes fuera un espacio turístico, hoy está convertido en un nido de basura que converge con albergues de chapas y terciadas, proveídas por la Secretaría de Emergencia Nacional a los damnificados por la crecida del río Paraguay.

A esto se sumaron los nativos de pueblos originarios que constantemente reclaman sus eternas reivindicaciones al Instituto Paraguayo del Indígena (Indi). Las precarias condiciones en las que viven los indígenas están a la vista de todos. Con solo hule negro y rescoldos de ramas robustas montaron sus asentamientos que rodean toda la entrada al predio. De noche no hay iluminación y aseguran que es “tierra de nadie”.

“EL PASEO DE LA MUERTE”

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A decir del director de Áreas Verdes de la Municipalidad de Asunción, Gerardo Rolón Pose, la zona ya recibe la denominación de “El paseo de la muerte”, pues las calles adyacentes están invadidas por los “chespiritos” (consumidores de chespi), quienes por la noche aparecen y asaltan a los transeúntes. Dicho paso se inicia desde la avenida España hasta el ingreso al parque. Según Pose, los mismos marginales destruyen la iluminación para poder realizar sus fechorías por la noche. Por ello, desde hace tiempo se la considera zona roja.

“El Indi se desentiende del tema, nos corta el teléfono. Viven en condiciones inhumanas. No tienen baño, luz, agua. Cada dos días retiramos toneladas de basura, son en total 300 familias desplazadas en los refugios y 200 familias indígenas. “El panorama no es muy alentador, si no se limpiase, esto sería un mar de basura”, precisó Rolón Pose. De “tribus urbanas o infierno verde” calificó a la dramática situación porque destruyen espacios públicos con monumentos y de recreación. “Acá es territorio de ‘chespiritos’, desalojamos a 20 que vivían en el parque”, comentó.

Cuestionó el aplazamiento del plan de revitalización del Parque Caballero, anunciado por la entidad binacional Itaipú, que pretende recuperar este sitio considerado patrimonio del Centro Histórico de Asunción.

Por su parte, Sonia Moreira, del departamento de Pueblos Originarios del Ministerio de la Niñez y Adolescencia (Minna), coincidió en que el Indi no atiende reclamos del sector. “Nos constituimos en el lugar con los educadores y ellos se enfocan contra el Indi, solicitan frazadas, chapas, colchones, alimentos, documentación y movilidad. Van, vienen y son de diferentes comunidades del país. Algunos son derivados al Hospital Barrio Obrero y los ingresamos a nuestros albergues. El Indi nos dijo que no tienen albergue para adultos. Hay veces que por cuenta propia se instalan y la permanencia varía”, afirmó.


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