En polémica decisión, autoridades deci­dieron habilitar que el Hospital de IPS Ingavi, próximo a inaugurarse, pueda desaguar sus líquidos cloacales en el arroyo San Lorenzo hasta tanto se cul­mine la construcción de la planta de tratamiento pro­yectada para la ciudad.

“El Ministerio del Ambiente (Mades) pide acogerse a las condiciones de parámetros establecidos para los efluentes, para que los vertidos no sean contaminantes de los cauces hídricos”, expuso la cartera en un comunicado tras la reu­nión que mantuvieran con representantes del Instituto de Previsión Social (IPS) y el Ministerio de Obras Públicas (MOPC).

La previsional necesita con urgencia habilitar el hospital para descomprimir sus centros asistenciales que están sobre­cargados. Por ello, insiste en señalar que el MOPC debería haber concluido el alcantari­llado sanitario y la planta de tra­tamiento de líquidos cloacales de San Lorenzo, lo que resol­vería el problema de fondo del hospital. Como esta situación es difícil de superar, se decidió en la reunión que IPS presente un ajuste de su “Plan de Ges­tión Ambiental” aprobado en el Estudio de Impacto Ambiental para obtener un permiso “como medida paliativa y temporal”.

El Mades pide que IPS le informe cómo tratará las aguas antes de vertirlas al cauce del arroyo San Lorenzo en la planta de tratamiento del propio hospital. Caro­lina Pedrozo, de la Dirección de Control, comentó que una vez reunida esa información, la habilitación del hospital se daría “en la brevedad posible”, siempre y cuando la informa­ción se encuentre acorde a las leyes ambientales.

Desde la institución aclaran que esta medida será para “una operatividad momentánea” del nuevo IPS Ingavi, debiendo ser cambiada cuando la planta de tratamiento de San Lorenzo se encuentre habilitada y en ope­ratividad.

Vale recordar que en abril pasado en una jornada de lim­pieza del arroyo San Lorenzo, con ayuda de una retroexca­vadora y muchos pobladores sanlorenzanos, se llegaron a retirar 15 toneladas de basura domiciliaria y otros residuos del cauce en una campaña por intentar limpiar el curso de agua que cruza buena parte de la ciudad. La idea era elimi­nar la colmatación que hacía las veces de barrera para las aguas e inundaba el barrio Ñu Porã.