A plena luz del día y a la vista de todos los transeúntes, niños y adolescentes indígenas inhalan cola de zapatero. Lo hacen entre basura y malezas en predios baldíos y abandonados en la capital del país. Uno de ellos es una propiedad que linda con la escuela María Felicidad González, ubicada al lado de la Terminal de Ómnibus de Asunción, según constató un equipo de La Nación, que recorrió la zona los días 26 y 27 de junio.

Ante la denuncia, María Eugenia Velázquez, de la Consejería Municipal por los Derechos del Niño, Niña y Adolescente (Codeni), cuya oficina está en la terminal, refirió que carecen de personal para ingresar al predio ocupado por muchos niños, que en ocasiones son violentos y están drogados. Por su parte, Stella Benítez, jefa de la Codeni, mencionó que es “un tema de no acabar, se les consigue todo, se les da víveres y se les lleva incluso a su comunidad y al final vuelven otra vez”.

La suboficial de la Comisaría 15ª, Nancy Rojas, dijo que “es una triste realidad” y que ya elaboraron varias notas al respecto y las remitieron a la Fiscalía de la Niñez, a cargo de la fiscala Monaliza Muñoz. Esta última reveló que se trata de un tema muy complejo, pues no siempre son los mismos niños. Agregó que pidieron a la comuna capitalina que verifique el estado del predio baldío.

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Por su parte, el director de Áreas Verdes de la Municipalidad de Asunción, Gerardo Rolón, dijo que el terreno pertenece a una playa de autos. “No podemos intervenir a menos que haya una cuestión de insalubridad grave”, expresó.

El suboficial primero de la Comisaría 15ª, Pablo Cabrera, reveló que la última denuncia escrita se realizó en febrero de este año. Precisó que los niños y adolescentes no tienen cédula de identidad ni tutor que los cuide. Sin embargo, reiteró que enviaron notas a “la Fiscalía de la Niñez sin resultado alguno”.

INTERVENCIÓN

Si bien Muñoz señaló a La Nación que no había denuncia escrita reciente para poder intervenir, finalmente realizaron una intervención en el lugar ayer junto con el fiscal Jorge Romero. “Alrededor de la escuela hay un baldío del Ministerio de Educación, otros son privados, hallamos niños con cola de zapatero, sucios, con sarna, piojos, el predio se debe limpiar y cerrar para que no vuelvan a entrar”, detalló.

Eduardo Sosa, director de Protección del Ministerio de la Niñez y la Adolescencia (MINNA), aseveró que existe una denuncia en la Fiscalía de Antitrata de Personas y precisó que hubo tres intervenciones y que los menores involucrados fueron derivados a albergues transitorios.

En caso de consumo, se los lleva a Caaguazú para la rehabilitación. “Muchos de ellos vienen de sus comunidades manipulados, bajo engaño. Muchos pseudo caciques hoy están condenados”, comentó y mencionó que encontraron 9 chicos en compañía de una mujer, que podría ser imputada.

Los menores ocupan baldíos y consumen ante los ojos de todos.

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