El pronóstico extendido anuncia días calurosos, en los que las temperaturas oscilarían entre 20 a 30 grados Celsius. Paralelamente, el nivel del río Paraguay desciende, representando así un alivio para los damnificados de toda la ribera del país.

En esta época del año se produce el popular veranillo de San Juan. Se trata de un fenómeno que ocurre provisoriamente cada mes de junio y dura entre 8 a 10 días, paradójicamente el 21 de junio, cuando se supone que inicia el invierno. Durante la víspera de San Juan, 24 de junio, el estío invade parte de América del Sur y América Central.

Eduardo Mingo, jefe de Meteorología Aeronáutica, explicó que el nombre engloba dos condiciones específicas: primero, el santo patrono, considerando la víspera, y, segundo y fundamental, el veranillo.

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“En términos simples, se registran en un período corto temperaturas por encima de lo normal para la estación. Esto inicia aproximadamente el 21 de junio, de acuerdo con la posición del Sol, cuando en nuestro hemisferio, Sur, estamos en invierno”, explicó Mingo.

El especialista puntualizó que se trata de un “bloqueo parcial a los frentes fríos en ese momento, hecho que ayuda a que se acumule aire caliente sobre nuestras latitudes. El bloqueo se produce por una interacción atmosférica muy arriba en la atmósfera. El aire más allá de 5.000 metros gana una configuración que afecta la superficie de la tierra, abajo, donde vivimos”, ilustró.

Mingo sostiene que se habla de un desvío de las condiciones normales. Entonces, durante una semana esa masa de aire evita la entrada de otra proveniente del Sur. “Cuando cede ese bloqueo, se espera que el invierno se manifieste con temperaturas más bajas”, aseguró.

Esta pausa climática obedece a un proceso cíclico y está supeditada al nivel de perturbación de las ondas. “La atmósfera es muy dinámica, pero tiene procesos cíclicos como ondas. Dentro de esas ondas hay perturbaciones que a veces impactan mínimamente. Otras, como con el veranillo, se ‘sienten’ más. Hoy se habla de impactos muy fuertes como ‘El Niño’, que hacen que esas ondas sean perturbadas más frecuentemente”, aseveró el meteorólogo.

RÍO PARAGUAY

Por otro lado, si bien se pronosticó que el río Paraguay aumentaría de nivel, teniendo en cuenta que hasta julio se produce el ascenso anual y las estadísticas del último Foro Climático prevían que llegue al pico máximo el 15 de junio, finalmente no ocurrió, principalmente porque las precipitaciones, escasas, ocasionaron un giro de los acontecimientos previstos.

A raíz de ello, el nivel del río Paraguay, que llegó a su punto crítico en varias localidades del país, derivando en inundaciones y más de 65.000 damnificados, en vez de subir, descendió.

Al respecto, Nelson Pérez, subdirector de Hidrología de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac), aseguró que la tendencia refiere que seguirá bajando para alivio de los miles de anegados en el territorio nacional.

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