Pobladores de la capital de Ñeembucú, Pilar, y de los 16 distritos del departamento, temen que se replique el fenómeno ocurrido en 1983. Los muros filtran y las bolsas de arena acarreadas con tesón son las únicas armas que poseen ante la deficiente acción por parte del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, incluso, con las respectivas aprobaciones de presupuesto.
Pobladores de Otazú y Lagunita realizan los trabajos a mano y a puro pulmón. Así también en la zona de Manufactura de Pilar, donde se necesitan colocar al menos 35.000 bolsas de arena para reforzar el muro. La situación se agrava con los pronósticos que apuntan a que el Sur y el Bajo Chaco serán nuevamente blancos de precipitaciones. Según Raúl Rodas, director de Meteorología e Hidrología de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac), habrá importantes lluvias en el centro y sur de la Región Oriental, como también en el Bajo Chaco.
“Los pronósticos indican que esta semana que inicia habrá precipitaciones hasta el miércoles, lo que contribuiría al aumento de la altura del río Paraguay. Probablemente, para finales de mayo, el nivel del río en Pilar superará los nueve metros”, precisó. Según el último reporte meteorológico, en las zonas anegadas se aguardan lluvias con tormentas eléctricas moderadas, con ráfagas de vientos fuertes y la ocasional caída de granizos.
El nivel del río Paraguay en Alberdi subió 4 cm y sigue en alerta amarilla, llegando a 9,24 metros. Mientras que en Pilar ya llegó a los 8,50 metros, siendo los 9,60 metros considerados nivel de desastre. Actualmente, la altura del río se encuentra en alerta naranja (crítico).
Las precipitaciones y por ende la subida del nivel del río irían hasta julio. “Se deberían de tomar los recaudos necesarios. Estamos en una fase del fenómeno El Niño, el mismo se encuentra aún en una fase débil”, sostuvo. La Secretaría de Emergencia Nacional informó que a la fecha repartió en Pilar 240.000 kg de alimentos, 4.000 bolsas de plastillera, 1.010 colchones y 400 frazadas.