Un presunto ladrón tuvo un trágico final en Lambaré, tras ingresar a una vivienda del barrio San Isidro para perpetrar un robo. El hombre –identificado como Rodrigo Ariel Giménez (25)– sufrió un shock hipovolémico por heridas cortantes muy profundas que le produjo el tendido eléctrico con púas filosas, lo que finalmente acabó con su vida, según agentes de la Comisaría Nº 13 que se apersonaron en el lugar.
El hallazgo se produjo el sábado a las 22:00 aproximadamente, en la vivienda ubicada en José Asunción Flores y General Díaz, cuando la familia Fernández llegó a su domicilio, ya que se encontraban fuera de casa desde el viernes, según manifestaron.
El propietario de la residencia, identificado como Javier Fernández, relató que al llegar a la casa su esposa se percató del faltante de carne en el refrigerador, que se encuentra en la parte trasera de la casa, pero encontró rastros de sangre regados por varios lugares. La mujer siguió el rastro de las gotas de sangre –aparentemente de la carne– para luego encontrar colgado por las rejas a un hombre, visiblemente ya sin signos de vida. Posteriormente, los propietarios del domicilio fueron a realizar la denuncia del hecho en la Comisaría 13ª de Lambaré y el cuerpo fue trasladado hasta la Morgue Judicial.
La Policía maneja la hipótesis de que Giménez ingresó a la residencia de los Fernández por la parte trasera para robar pero al ser atacado y perseguidos por los perros de la casa, el joven saltó por las rejas y al recibir una profunda herida encontró su triste final. Pese a que la cerca contaba con sistema eléctrico la misma no se encontraba activada, pero finalmente las púas le ocasionaron la herida a la altura de la aorta.
En una de las viviendas colindantes con la residencia, agentes de la Policía Nacional encontraron un secador de pelo perteneciente a los Fernández. También testigos comentaron que un hombre merodeaba la zona y se presume que este era el campana.