Resignados a la desidia, muchos alumnos de la escuela nacional Adriano Ayala acuden sobre caballos, en canoas o a pie embarrados de barro para poder estudiar. Sin embargo, un 10% deserta dado que esto se suma a los escasos recur­sos y a la falta de merienda escolar, a la cual se expo­nen diariamente. La colonia Esteban Saldívar se halla a 5 kilómetros del pequeño casco urbano del distrito de Puerto Pinasco, Chaco, que cuenta con 2.500 habitantes. Dista a 527 kilómetros de Asunción.

Un equipo del Grupo Nación (GEN, 970 AM y La Nación) constató la realidad que, en palabras del periodista Gui­llermo Grance, es verdade­ramente lamentable, con­siderando que los accesos requieren de mucha pacien­cia, pues se llega en ocho horas por camino de tierra hasta Vallemí y de ahí se debe abordar dos horas en lancha sobre el río Paraguay hasta llegar a Puerto Pinasco. Tota­lizando diez horas de trayecto para observar la desolación de un pueblo aislado que solo pide caminos, harta promesa de las autoridades nacionales.

“El MOPC trabajó muy poco en esta zona. La gente queda aislada por esta problemática que está durando más de un mes. Cada año es el mismo problema”, sostuvo Alberto Mendoza, director de la escuela nacional Adriano Ayala, distante a 5 kilóme­tros de Pinasco.

“Nuestro camino está en una situación deplorable. Las comunidades aledañas al Puerto Pinasco están aisla­das. Pocos meses hay camino”, enfatizó Mendoza. “Nuestro principal pedido es camino para salir. También inversión en infraestructura en las insti­tuciones educativas. Muy poca inversión hay”, agregó.

Desde la Secretaría de Emer­gencia Nacional (SEN) expli­caron que es una zona de difí­cil acceso y actualmente están coordinando trabajos con Prefectura Naval para poder ingresar a entregar víveres a los damnificados. Deben par­tir desde el Puerto de Concep­ción para luego arribar hasta Alto Paraguay (Chaco), otra zona afectada por la crecida del cauce hídrico del río Paraguay.

Esto a su vez afectó la econo­mía de los habitantes, pues en su mayoría se dedica a la agricultura, cuyos terrenos de cultivo hoy están cubier­tos de agua.

Para el analista económico Stan Canova, la falta de obras afecta a toda una estructura económica; a parte de ser una ayuda para los pueblos en cuanto a la infraestructura, la mano de obra, el obrero, también es perjudicada.

Afirma que el efecto negativo es en general, ya que al no moverse las obras, las empresas de construcción no van a ven­der, así como un efecto cadena, no saldrán los cementos, las varillas, así como combustibles, entre otros que forman parte del “efecto derrame” dentro de la microeconomía.