Miles de personas se congregaron en Tañarandy; en San Ignacio, Misiones, para vivir la procesión de tres kilómetros de distancia, con una duración de una hora, cuyo sendero es iluminado por 20 mil candiles hechos de apepú (cáscara de naranja agria). Más de 200 voluntarios distribuyeron los respectivos candiles que fueron encendidos al culminar la tarde para dar lugar a la procesión de la Virgen de la Dolorosa.
Los preparativos para el llamado tradicionalmente Yvága Rape iniciaron cerca de las 15:00, y culminaron al anochecer cuando se encienden todos los candiles y faroles. En este momento la Virgen de la Dolorosa que viene en procesión se encuentra con su hijo Jesús muerto, frente a La Barraca, taller del artista Koki Ruiz, artífice de esta tradición, que lleva más de 25 años de realización.
Al culminar el Yvága Rape se llevó adelante la representación de cuadros vivientes en alusión al pasaje bíblico de La Última Cena y el retablo principal hecho de cántaros e imágenes religiosas donadas por artesanos de diferentes partes del país y feligreses para realizar la imagen de la Virgen de Caacupé y los santos más populares del Paraguay.
La magnífica procesión y presentación de cuadros en La Barraca impresionó a muchos turistas argentinos y europeos. Durante todo el día de ayer, en las inmediaciones del Tañarandy, se ofrecieron productos de la gastronomía misionera y suvenires de la que ya es una tradición en lo nacional e internacional.
CERRO ÑEMBY ILUMINADO
Un asombroso espectáculo de luces, sonido y escenografía acompañó el imponente vía crucis realizado ayer –Viernes Santo– ante un multitudinario público que acudió al Cerro Ñemby. La locación y el paisaje natural aportó bastante para que la escenificación se torne aún más realista, según apreciaciones de la concurrencia. Llegaron personas de todas partes del departamento Central, Asunción y otros departamentos. Según Carlos González, de la organización, el lugar albergó más de 25 mil visitantes.
El elenco teatral “Kurusú Rapykuére, Eco-Ñemby” revivió a los personajes del pasaje bíblico en el que Jesús muere en la cruz. El actor ñembyense, Martín Villanueva, encarnó al nazareno y cruzó las 14 estaciones que forman parte de la pasión y muerte de Jesucristo.
La Municipalidad de Ñemby destinó unos G. 230 millones para el escenario, logística, luces, sonido, faroles, escenografía, candiles, vestuario, utilería y transporte. Un elenco de actores voluntarios de, al menos, 80 personas se encargan de la puesta teatral en medio del cerro y ex cantera. Igualmente, seis grupos estacioneros de 25 integrantes cada uno se encargaron de recitar los versos lastimeros.