Oficialmente, se sigue sosteniendo que fue la “decoada”, un fenómeno natural, la que provocó la masiva mortandad de peces en el río Paraguay. En un comunicado, el Ministerio del Ambiente expuso que “este fenómeno se produce siempre en la subida de las aguas, normalmente de febrero a abril, cuando el nivel del río Paraguay sobrepasa los 3,5 m.
La alteración de la calidad del agua (decoada) ocurre todos los años, pero la muerte masiva de peces solo ocurre en años en que la creciente es más significativa e inunda vegetaciones costeras que luego se degradan y consumen oxígeno diluido. Sin embargo, ayer se conoció que un camión con agroquímicos volcó en el río Paraguay a la altura de la localidad de Alto Paraguai, en el estado de Mato Grosso do Norte, Brasil, hecho que motivó inclusive la suspensión de la provisión de agua potable en dicha ciudad el 18 de marzo pasado.
“Como la mortandad de peces dejó de tener lugar en la población de Alto Paraguai y tampoco se extendió río abajo, la tesis del derrame de substancias tóxicas considerables carece de sustento”, expuso el Mades.
También se habló en la prensa del colapso de un conductor cloacal en la localidad brasileña, que también preocupó a las autoridades.
A pesar de ello, la lejanía del lugar del derrame, ubicado a más de 600 kilómetros de esta capital, es el principal argumento para descartar el impacto que pudiera haber tenido: “Es técnicamente imposible que el derrame de agrotóxicos contamine el río en Mato Grosso do Norte, deje inmune al estado vecino de Mato Grosso do Sul y luego reaparezca mágicamente en territorio paraguayo”, sostuvo en el comunicado. David Fariña, director de Protección de Recursos Hídricos, informó que se tomaron muestras de agua, sedimentos y de los propios peces muertos en Puerto Botánico y Villeta, que serán analizadas en el Centro Multidisciplinario de Investigaciones Tecnológicas (Cemit) y cuyos resultados se conocerían el viernes. “Mañana, el mismo equipo hará lo propio en Concepción y Puerto Antequera”, indicó.