El hecho ocurrió cerca de las 17:00 del viernes en la ciudad de Santa Rita, en una vivienda de la colonia Cerro Largo (kilóme­tro 20), departamento de Alto Paraná, cuando el padre iden­tificado como Néstor Silva Benítez, de 23 años, manipuló un rifle de aire comprimido calibre 22 –según datos del Ministerio Público–, apun­tando a una rata.

La pequeña solo tiene un año y ocho meses de edad. El obje­tivo del padre era exterminar las ratas de su vivienda. Pero el disparo que se dirigía al animal, se dirigió a su hija.

De acuerdo al relato, el padre de la víctima se encontraba matando ratas en un galpón que era usado como gallinero, con un arma de calibre 5.5.

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Pero sorpresivamente, la bala rebotó sobre la superficie del galpón de la vivienda, y luego impactó contra la cabeza de su hija.

La menor fue trasladada al hospital de Santa Rita y aten­dida por el pediatra Osvaldo Guzmán, quien ordenó su derivación al Hospital de Trauma en Asunción, donde se encuentra en estado deli­cado.

La menor perdió mucha san­gre, sufrió varios ataques al corazón y además se tuvo que cambiar de ambulan­cia, puesto que la primera no estaba bien equipada, según informe de la Subcomisaría 41ª de Santa Rita.

De acuerdo al informe médico, el orificio del proyec­til corresponde a un calibre 22 y dañó seriamente áreas importantes de la masa ence­fálica.

El fiscal a cargo de la causa es Édgar Benítez, quien incautó el arma utilizada por el padre haciéndolo partícipe como elemento de investigación a disposición del Ministe­rio Público. Entre tanto, la madre acompañó a su hija hasta la capital.

La sección Criminalística de la Policía analiza la posible modificación del calibre del arma a otro.

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