Clara Garcete, una joven de 19 años, y su novio, Ángel Collado, hace 5 meses se dedican a rescatar canes abandonados en diversas circunstancias. “Hasta ahora rescatamos más de 70 perros. Pero, por el momento 15 son los que están conmigo, están siendo tratados. Tenemos un terreno, un refugio, donde están 5 adultos y 10 cachorros. El resto está internado”, puntualizó Clara.

Ella se encarga de recoger a los perros abandonados y por cuenta propia y a pulmón paga los costos veterinarios de cada uno. En algunas ocasiones, los animales tuvieron que ser sometidos a estudios y sola abonó por los mismos y los medicamentos que necesitaron para recuperarse.

“En la veterinaria me dejan pagar en diferentes plazos, ingresando con mi nombre. Les tratan y yo después voy juntando donaciones con actividades para pagar. Publico los avances en mi cuenta de Instagram. Empezamos hace cinco meses recién”, explicó la joven, que incluso alquila un terrero en el barrio Laurelty, de Luque, para darles los cuidados primarios a los canes.

Los animales están en sus respectivos caniles (casitas de perro), hechos de chapa, y suelen asearse en jornadas que llama “bañatones”.

Clara mencionó que la intención es que los canes sean adoptados, pero precisó que algunos pasan meses sin conseguirlo. Los perros que no son adoptados, aguardan su turno en el refugio, donde pagan a un cuidador y a alguien que los pasea. “Cuando nos llegan denuncias para rescatar animales y no podemos ir a rescatarlos, publicamos que necesitamos móvil y los voluntarios van a buscarles y los traen”, explicó.

En esta labor altruista, Clara cuenta con la ayuda de Ángel. Mediante ello, puede distribuir su tiempo entre el estudio –Tecnología de Alimentos–, el trabajo –en una empresa de alimentos– y el cuidado de los perritos.

“En las horas que tengo libre voy a hacerles las curaciones a los perritos. Luego vuelvo y empiezo a trabajar otra vez. A veces no me alcanza el tiempo, ya que cada perrito tiene sus curaciones”, dijo y añadió que incluso a las 21 horas va a verlos.