Policías que patrullaban los distritos de Caazapá se toparon en un camino vecinal con un hombre en actitud sospechosa y, al darle el alto, recibieron disparos de arma de fuego como respuesta. Obligados a desenfundar sus armas, los efectivos consiguieron herir al agresor en el tobillo y el brazo y así detenerlo.

Al identificarlo se dieron cuenta de que se trataba de Carlos Zacarías Ramírez, quien tiene orden de captura pendiente pedida por el juez penal de Garantías Claudio Villalba, en una causa en la que se lo investiga por una tentativa de homicidio doloso. Lo curioso del caso es que en la mochila que llevaba tenía uniformes policiales y objetos para simular ser un oficial en servicio.

Así lo cuenta el parte: “Del lugar del hecho se levantaron evidencias tales como un revolver cal. 22 largo, marca Doberman, de procedencia argentina, de color negro, con mango de madera, en el alveolo se encontró cinco cartuchos percutidos y cinco cartuchos sin percutir, una mochila de color negro, en cuyo interior se encontraron productos comestibles, un destornillador; una sábana, un aparato celular de la marca Figo de color negro con rojo, con un SIM Card de la línea Tigo, un cargador portátil de la marca EcoPower con un cable USB, como también un chaleco táctico, un cinturón conteniendo una esposa de seguridad, una pistolera, un quepis policial, un par de uniformes policiales, una bota de cuero caño corto”.

Ramírez fue atendido en un principio en el Hospital Regional de Caazapá, para posteriormente ser derivado al Hospital de Trauma de Asunción para su mejor atención, donde se labró acta de todo lo actuado.

Intervinieron en el caso los efectivos de la Comisaría 12 de Santa Teresita, Aníbal Báez y Wilson López, que posteriormente fueron asistidos por sus compañeros, ya que también López sufrió una herida cortante en la cabeza a causa de un culatazo que le habría proporcionado el impostor Ramírez cuando intentaban reducirlo. De acuerdo al reporte policial, el agente fue atendido en el Hospital Regional.