Ciudad del Este. Agencia Regional.
En el marco del cierre del “Taller de Teatro dirigido por Mujeres y para Mujeres”, se realizó un acto de recordación de los 30 años de la caída de la dictadura de Alfredo Stroessner, con una variada agenda que incluyó relatos sobre la vida de muchas víctimas, pedazos de historia, teatro, monólogos y música. Todo esto en un espacio preparado para recordar con fuerza los asesinatos, torturas y atropellos a las libertadas cometidos durante la dictadura.
La simulación de un cadáver tirado en el piso, en la misma entrada del lugar del evento, Estación del Arte, fue una de las formas de mostrar las atrocidades de los años del régimen opresor. Una muestra fotográfica recordando a víctimas y hechos de esas décadas también formó parte del acto. Tal como fue el ciclo de talleres, toda la agenda cultural de recordación tuvo como exponentes a mujeres y la mirada fue esencialmente hacia obras de la poeta Carmen Soler, una de las miles de víctimas de la dictadura. Sus obras, “Palabras mías”, “Penas encimadas” y “Calabozo de castigo”, ofrecieron mucho arte, pero sobre todo la crueldad de los años del régimen arbitrario.
La puesta fue del elenco conformado tras los talleres de teatro a cargo de Raquel Bareiro y Anahí Soto, estudiantes de la Escuela de Bellas Artes de la UNE e integrantes del colectivo feminista Kuña Poty, organizadora del acto con apoyo de Estación del Arte. Dirigió el acto la joven historiadora Anahí Soto, quien iba alternando con relatos sobre lo que fueron aquellas décadas. La banda de mujeres Morrigan aportó buena música con temas clásicos y la joven Fátima Gamarra tuvo a su cargo una danza libre.
“Esa noche, de una manera humilde quisimos homenajear a todas las víctimas de la dictadura en Paraguay y principalmente a las mujeres y así hacer memoria para que de esa forma, como sociedad, nunca más volvamos a caer en los mismos errores”, dijo Kuña Poty y agregó que reflejaron “los tiempos oscuros que nos tocó vivir como nación”.