Francisca Delgado de Borja (50), falleció a las 9:15 de ayer en el Hospital del Quemado, según informó su director, Bruno Balmelli, indicando que no pudo resistir a causa de las importantes quemaduras y lesiones en las vías respiratorias que sufrió en el incendio que fuera provocado por su marido, un feminicida que tenía “orden de alejamiento” y sin embargo pudo ingresar a la casa a perpetrar el crimen.
El mismo autor, Epifanio Borja, resultó muerto, al mismo que una de sus hijas, en tanto que la segunda sigue peleando por su vida en el centro asistencial arriba mencionado.
El hecho que hasta hoy conmociona al barrio Santa Rosa de la ciudad de Ypacaraí movilizó a las autoridades a requerir informes a la jueza de Paz, Natalia Caballero, que trato el tema al parecer con desidia y displicencia.
Borja violó la restricción y llegó hasta la casa familiar con bidones de combustible dispuesto a consumar el hecho que le terminó quitando su propia vida motivado por celos enfermizos, según las primeras investigaciones.
Sara Borja Delgado de 14 años falleció durante el incendio y todavía queda con vida la mayor de las hijas del matrimonio, Fátima María Borja, de 28 años.
El hombre tenía antecedentes de violencia familiar y la jueza Caballero confirmó que existía una orden de alejamiento contra Borja Candia, que no fue cumplida por la Policía tras la denuncia de la hija del sujeto, Daisy Karina Borja.
“A nosotros nos hicieron llegar el 20 de diciembre una denuncia de la hija mayor, por lo que manifestó dimos las medidas correspondientes que son la prohibición de acceso y acercamiento de ese señor que no debía de estar en el hogar”, afirmó la jueza Caballero, en contacto con la 1020 AM.
La magistrada señaló que efectivos de la Policía Nacional de Ypacaraí debían proceder a hacer cumplir la medida de restricción. “Ya tenía la prohibición de acceso y acercamiento. La Comisaría le comunica a este señor. Realmente se debe denunciar desde el momento en que no se cumple la medida”, expresó Caballero.
De igual manera, la jueza confirmó que existe una denuncia por parte de la pareja del sujeto que data de 2017. “La propia familia de no cumplirse la prohibición tenían que volver a denunciarlo y la Policía le comunica a este señor la prohibición. Se debe de denunciar desde el momento en que no se cumple la medida”, dijo la magistrada.