Por Jorge Zárate, periodista, jdzarate@gmail.com
Unos 250.000 devotos pasaron el pasado 8 de enero por el santuario que homenajea a Antonio Mamerto Gil Núñez, en Mercedes, Corrientes, fecha en que se cumplían 140 años de su mítica partida. Una devoción que se hizo en el tiempo y hasta hoy no es fácil de explicar, al punto que pronto se verá en el país, el 8 de noviembre, la película “Gracias Gauchito” de coproducción entre Paraguay y Argentina que nos acercará al fenómeno. En el elenco convoca a actores paraguayos como Jorge Sienra, Lali González, Jorge Báez, Víctor Sosa Traverzzi, Enrique Pavón, Pichi Villanueva, Héctor Silva, Dani González y Miguel Ángel “Paletita”' Romero, que participaron de esta producción de Hei Films.
Cuenta la leyenda que en un fatídico 5 de enero de 1878, se celebraba la fiesta de San Baltasar en Concepción, la ciudad que lo vio nacer, y allí estaba Gil, bailando y tomando, con toda su aura de bandido rural, de hombre que le roba a los ricos y reparte entre los pobres, con un destino de muerte que se le cruzó en forma de mujer. Esa noche se robó la esposa de un comisario y el después lo encontró huyendo, cruzando los montes y pastizales, los humedales correntinos en dirección a Mercedes. Apenas 8 km le faltaban para encontrar refugio cuando un policía lo interceptó, lo colgó de un árbol cabeza abajo y lo ejecutó en ese paraje del Pay Ubre.
Allí se erige el santuario popular que hoy recibe a miles de personas por día que se quedan a pedir protección para sus viajes ya por la ruta nacional 123 que pasa en frente, ya por cualquiera de las rutas argentinas. También, las miles de velas acumuladas a los pies de la imagen del gaucho dan cuenta de que cumplió con otros “milagros” como ayudar a sanar, conseguir trabajo, incluso dicen que los “malevos” le rezan para desviar las balas.
Gil vivió perseguido desde que desertó del ejército argentino en la Guerra de la Triple Alianza. Cuando intentaron hacerlo pelear en el bando de los liberales en la guerra civil correntina contra los autonomistas, terminó escapando y comenzó una carrera de robos como un Robin Hood correntino.