Paraguay tiene 20,7 fallecidos por cada 100.000 habitantes y es una de las tasas más altas a causa de siniestros de tránsito en la región y el mundo. Esta cifra es superada en el Cono Sur por Bolivia y Brasil, que tienen 23,2 y 23,4 fallecidos por cada 100.000 habitantes, y solo está por encima de Ecuador, que tiene 20,1 fallecidos por cada 100.000 habitantes.
La diferencia radica en que Paraguay tiene legislaciones acordes a las recomendaciones de la OMS y los demás países de la región no. Además, el mayor número de accidentados es de motociclistas, cuando en otros países es de peatones y automovilistas. Según las estadísticas, en la nación guaraní fallecen 11,2 motociclistas; 4,8 automovilistas y 4,3 peatones por cada 100.000 habitantes.
“El riesgo real de un accidente de tránsito es mucho más alto de lo que la gente percibe. Pareciera que no se toma conciencia de este peligro que está siempre latente, y dependiendo de dónde se vive, el riesgo es mayor”, dijo Maricela Ponce de León, representante del BID, al señalar que es más factible una persona muera a causa de un sieniestro de tránsito que por una enfermedad.
Indicó que la percepción real de las personas es que los accidentes están lejos, cuando en realidad pueden ocurrir en cualquier momento y cobrarse la vida de un ser querido. A nivel mundial se estima que cada 25 segundos una persona muere en la carretera, según la Organización Mundial de la Salud. Las muertes por accidentes de tránsito constituyen la principal causa de fallecimientos en los jóvenes de 14 a 44 años; y en las Américas las estadísticas indican que hay 15,7 fallecidos por cada 100.000 habitantes a causa de accidentes.
A fin de frenar las altas cifras de fallecidos, la OMS recomendó cinco leyes, que de darse cumplimiento, pueden evitar las muertes prematuras: Control de la velocidad (no más de 50km/h), evitar el consumo de alcohol al conducir, el uso obligatorio de cinturones, la portación de sillas para niños y el uso de cascos para motociclistas.