En los últimos años numerosas enfermedades que tuvieron origen en los animales silvestres fueron transmitidas a las personas. Entre las más importantes y que causaron pandemia están el VIH, el hanta virus, ébola, la rabia, incluso cepas de influenza, como el H1N1.
Esto se llama zoonosis y fue uno de los principales temas abordados por la doctora Marcela Uhart, en el marco del XIII Congreso Internacional de Manejo de Fauna en América Latina (Cimfauna), que se desarrolló en Ciudad del Este.
Uhart es veterinaria, directora del programa latinoamericano One Health Institute, Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad de California, EEUU. Dijo que uno de los principales problemas que surgieron en los últimos años es la destrucción de los hábitats naturales debido a la deforestación.
Indicó que la transformación de áreas silvestres en zonas agrícolas puso en contacto a las personas con los animales y generó que se den las situaciones favorables para que los patógenos puedan pasar de una especie a otra.
El caso más emblemático el del HIV, que se originó desde diferentes virus de inmunodeficiencias de los simios, que pasaron luego a los chimpancés, y de ahí a los humanos, generando una pandemia que actualmente afecta a 36 millones de personas. Se considera que el virus que ocasiona el ébola surgió de esta misma manera.
PELIGRO
Las enfermedades emergentes zoonóticas no solo afectan a las áreas donde surgen, como el caso de la fiebre amarilla, que llegó a América por el tráfico de esclavos desde África, y que representa un caso delicado de salud pública, con un brote importante en Brasil actualmente.
Otro ejemplo importante para América Latina es la rabia, y en este caso tienen mucha incidencia los murciélagos, que con el cambio del uso de la tierra y la disminución de sus presas naturales, pasan a alimentarse de animales domésticos, produciéndose el contagio de la rabia, que posteriormente la transmiten a los seres humanos.
La profesional explicó que se viene trabajando en un proyecto para crear una vacuna oral que permita utilizar en los murciélagos para evitar la propagación de la rabia. Indicó que esta sería la mejor opción y no eliminar los murciélagos, que tienen su función en la naturaleza, como el control de vectores e insectos, además de la polinización.