La visita de la reliquia de San Pío de Pietrelcina al Paraguay movió una multitud en las distintas ciudades a donde fue. No solo de fieles devotos de este santo, sino de personas que tras largos años de estar alejadas de la iglesia volvieron a ella y encontraron esperanza, consuelo y sobre todo paz espiritual.

La llegada se hizo bajo el lema "El Corazón de San Pío visita el Corazón de América y quiere encontrarse contigo", y al decir del sacerdote franciscano Mariosvaldo Florentino San Pío logró que mucha gente se acerque a él.

Uno de los caminos para el regreso fue el sacramento de la confesión, ofrecido por los franciscanos capuchinos durante los días de permanencia del corazón de San Pío en el Paraguay. En todos los sitios donde se hizo misa y veneración de la reliquia los capuchinos estuvieron confesando.

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Esta es la segunda vez que la reliquia abandona el convento de San Giovanni Rotondo de Italia y el custodio del Corazón de San Pío aseguró que esta visita constituyó el primer gran milagro, ya que la reliquia abandonó el convento una sola vez, para ser llevada hasta Boston.

"Pensé que esta visita no iba a ser posible, estaba convencido que la respuesta sería no", admitió en conferencia de prensa el custodio de la reliquia, fray Carlo María Laborde. El pedido para la visita oficial al Paraguay fue hecho por la embajada paraguaya ante la Santa Sede y el arzobispo metropolitano, monseñor Edmundo Valenzuela.

Laborde –que en principio pensó que el pedido sería denegado– guió los pasos que debían seguirse y quedó sorprendido cuando le comunicaron la aprobación de la peregrinación al Paraguay. "Este es el primer país que el padre Pío visita oficialmente. Antes estuvo en Boston, a pedido de un obispo", recordó al indicar que meses atrás el papa Francisco dio nuevas normas para mover las reliquias, a fin de que estas puedan estar siempre bien preservadas.

PEREGRINACIÓN

La reliquia visitó 8 ciudades en el Paraguay. Si bien estuvo mayor tiempo en Asunción, también visitó Lambaré, Limpio, San Lorenzo, Caacupé, Pastoreo (Caaguazú), Ciudad del Este, y cuando estaba de regreso a Italia fue por unas horas a Villarrica.

En todos los sitios la concentración fue multitudinaria, inclusive en los hospitales donde visitó a los postrados y los capuchinos bendijeron a los enfermos. Para los devotos, tocar el corazón de San Pío era tocar el corazón de Dios, lo que explicó el gran movimiento de fieles en todos los sitios que estuvo; por lo cual se vieron escenas de emoción, devoción y entrega.

Muchos fueron los fieles que no pudieron contener las lágrimas al acercarse a la reliquia, mientras que otros dieron muestras de total entrega al tocar la urna que contenía los restos del corazón incorrupto del santo de los estigmas.

En la capilla San Pío las largas colas fueron formadas para la veneración y para tocar la reliquia. Todas las misas fueron muy concurridas y –según dijo fray Valentín Pesente– la presencia del corazón de San Pío obró milagros, conversión y logró la renovación espiritual de todos aquellos que se acercaron hasta el santo.

Durante su gira por los hospitales San Pío llenó de esperanzas, fe y entrega no solo a los enfermos, sino a sus familiares. Los tres centros asistenciales a los que fue llevada la reliquia fueron: Hospital de Clínicas y Hospital Pediátrico, Niños de Acosta Ñu (ambos de San Lorenzo) y el Hospital Central del Instituto de Previsión Social.

Aprovechando su estadía por el IPS, la señora Ángela Saldívar, de 43 años, oriunda de Villa Hayes, aseguró que encontró paz al tocar la urna, ya que en ese momento entregó todos sus pesares y las angustias causadas por un hijo que amenazaba con quitarse la vida. "Le entregué todo mi dolor y le pedí que a mi hijo le devuelva las ganas de vivir, esa alegría que perdió", dijo muy emocionada.

Una intensa actividad se registró en la Catedral Metropolitana de Asunción, donde el sábado 14 de abril la reliquia estuvo durante todo el día. Allí fueron celebradas varias misas de sanación, hubo momentos de adoración y también de veneración, para lo que se organizaron grupos por capillas y parroquias.

Los testimonios de los fieles dan cuenta de lo milagroso que es este santo que vivió durante 50 años con los estigmas de Cristo.

Además de estas visitas donde una multitud se congregó, la reliquia también juntó a un importante número de devotos en la Fundación San Pío y en el polideportivo León Coundou para la misa de despedida, hasta donde llegaron alrededor de 4.000 personas.

Para la veneración, los fieles cumplieron plenamente las indicaciones de los franciscanos capuchinos, quienes pidieron acudir ordenadamente, llevando objetos para acercar a la reliquia, como estampas, rosarios, pañuelos, etc; con los que fue tocada la urna que contiene los músculos del miocardio de San Pío.

No obstante, el milagro se obra solo si las personas se acercan con devoción y fe, reconociendo siempre en primer lugar que es Dios quien lo hizo santo; por lo tanto, también puede obrar ese mismo milagro en los demás, siempre que el creyente se lo permita, explicó el sacerdote Valentín Pesente.

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