Habilitaron laboratorios de robótica, ciencias naturales y de mecatrónica en Kressburgo. Se trata de la Escuela Básica N° 5.234 Heinfried Wolfgang Kress, ubicada en el distrito de Carlos Antonio López, departamento de Itapúa.

La incursión en el mundo académico de los denominados millennials o los que for­man parte de la misma gene­ración T, obligan hoy en día a las instituciones educativas a incorporar tecnología en el sistema de enseñanza ade­más de optar por un método mucho más práctico antes que lo teórico.

Teniendo como premisa estos puntos, con respaldo del Grupo Kress, habilita­ron oficialmente la Escuela Básica N° 5.234 Heinfried Wolfgang Kress, ubicada en el distrito de Carlos Antonio López, departamento de Ita­púa, en la comunidad cono­cida como Kressburgo, a 35 km de la Ruta 6. La inver­sión para la puesta en marca de este proyecto fue de US$ 1 millón que corrió a cuenta del grupo empresarial.

Los modernos métodos de construcción del proyecto incluyen la utilización de isopaneles, materiales de alta resistencia en estructu­ras que reducen la penetra­ción del calor, minimizando el uso de aires acondiciona­dos. Esta tecnología ofrece una aislación térmica cinco veces superior a los sistemas constructivos tradicionales.

Cristina Kress, represen­tante del Grupo Kress, explicó que ahora se tiene hasta el 8º grado y se prevé habilitar el bachillerato téc­nico industrial en Mecatró­nica, en dos años más.

"Buscamos que los estudian­tes tengan una visión mucho más acorde a lo que requiere el mundo laboral de hoy, con una formación más practica para generar oportunidades de crecimiento", expresó Kress.

En lo que respecta a las herramientas educativas, en matemática los alumnos serán capacitados mediante el método Singapur, estudia­rán alemán, inglés, guaraní y español. Además de con­tar con laboratorios de cien­cias naturales, laboratorio de mecatrónica, laboratorio de computación y robótica, entre otras.

El equipo Frutitech de robó­tica de esta escuela obtuvo este año el primer premio a la excelencia, y en abril de este año representará a Kres­sburgo en la Competencia Mundial de Robótica en Ken­tucky, EEUU.

"Optamos por la robótica porque estimula el cerebro a la resolución de problemas de manera divertida y creativa fomentando el pensamiento lógico y crítico. Estamos muy felices que esto ya dé su fruto y que estos niños ya repre­senten al país en uno de los eventos más importante del mundo", señaló.

Actualmente, la institución alberga a cerca de 200 alum­nos en los turnos mañana y tarde, quienes en su mayoría son hijos de los trabajadores de la empresa Kress, afin­cada en la zona y de gente de los alrede­dores, pero que está abierta para toda la comunidad.

Adelantó además que para el próximo año prevén la habilitación de cursos de alfabetización de adultos, como así también un centro de formación docente con el objetivo de formar a los futu­ros profesores, que hoy son llevados a la colonia de otros puntos del país.

"Los docen­tes que capa­citan a nues­tros alumnos provienen de Asun­ción u otros puntos del país, el objetivo es habi­litar un centro educativo de manera a formar docentes que puedan ser útiles en nuestra misma institución", subrayó.

Actualmente los alumnos abonan una matrícula de G. 180 mil, que cubre apenas una pequeña parte del gasto total anual de la escuela, que asciende a US$ 200.000, que es el presupuesto de la ins­titución educativa. Actual­mente el mantenimiento de la escuela corre a cargo del grupo empresarial como, por ejemplo, el sueldo de los docentes, quienes acceden a una vivienda por ir hasta Kressburgo a impartir clases a los chicos de todos los niveles. Son profesores de Asunción, Hohenau y Encarnación, que enseñan por horas cátedra o materias específicas como robótica o lengua extranjera.

"Estamos en etapa de cerrar alianzas con empresas para el mantenimiento de la institu­ción educativa, porque con lo que los alumnos aportan lógi­camente no vamos a poder mantener por el importante gasto que representa", dijo.

El mensaje que dejó la inauguración hace un par de días fue claro: "La región que enriquece al país debe ser rica también en conoci­miento, tecnología, ciencias y esperanza". En ese sentido, la repre­sentante del grupo Kress aseveró que la mecatrónica es una una alternativa muy interesante para formar jóvenes capacitados.

"La mecatrónica es la combinación sinérgica de la ingeniería mecánica de precisión de la electrónica del control automático y de los sistemas para el diseño de productos y procesos", argu­mentó Cristina Kress.

Subrayó que la tecnología hace valer más el trabajo del talento humano, tanto la agricultura como así también en la industria y en el servicio. "Buscamos sinergia entre las diversas materias, como la matemática, idiomas, cultura, lectura, lógica, ciencias y la tecnología", aseveró.

En 1977, el agrónomo Heinfried W. Kress y la bióloga Beate Hol­tker se asentaron en el sureste del Paraguay. Kress inauguró en 1991 la primera escuela local, que desde entonces sobresale entre las mejores de la zona. Asimismo, es reconocida por participar de las Olimpiadas Kanguro de la Organización Multidisciplinaria de Apoyo a Profesores y Alumnos (Omapa) e integrar la Liga Nacio­nal de Robótica.

La institución implementa el enfoque de Ciencias, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemáticas (STEAM, por sus siglas en inglés) para una mayor integración teórico-práctica. El currículo contem­pla Robótica y Mecatrónica, en respuesta al desafío de la innova­ción tecnológica constante y de hacer valer el conocimiento y tra­bajo humano en la agricultura, la industria y el servicio.