Luis Miguel Mercado Colmán, un joven postulante a las Becas Itaipú, sueña convertirse en contador y ser el orgullo de su humilde familia. Él sigue en carrera por ser uno de los becados.

Al publicarse los resultados, que daban cuenta de que solo fueron llenados 1.516 cupos para las 2.000 becas de grado universitario que ofrecía el Gobierno Nacional a través de la binacional, se enfatiza­ron las vacancias que queda­ron y se restó importancia al largo proceso que superaron los 1.516, jóvenes con sueños y esperanzas, provenientes de familias humildes, que luchan por esta oportunidad de seguir una carrera y con­vertirse en un profesional. Por esta razón, la convocatoria también tiene una gran carga emocional para todos los inte­grantes del staff de becas, que visitan y conocen las más de mil historias detrás.

Una de ellas es la de Luis Miguel, que trabaja en una ferretería de barrio y anhela manejar la contabilidad de grandes empresas algún día. "Para nosotros, los del inte­rior, todo nos cuesta más. No es fácil, solo con estudio sali­mos adelante. Quiero ganar la beca, quiero ser profesional y ayudar a mi hermanito para que siga estudiando", indicó Mercado y añadió que por la distancia que existe entre su casa y la sede habilitada para rendir el examen, no durmió para estar "al pie del cañón" aquel viernes 19 de enero.

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"Salí a la medianoche de mi casa para llegar a la ciudad de Vaquería y tomar el pri­mer colectivo que me llevaba a Coronel Oviedo. Fue mucho sacrificio, cuando vi que hice 25 puntos fue una felicidad inmensa. Mamá lloró de la emoción", relató el postu­lante.

PROSIGUE REVISIÓN

El equipo de la Facultad de Ingeniería UNA, responsa­ble de corregir los exámenes de admisión, a través de un sistema de cómputos, remi­tió ayer las hojas de respuesta para hacer las devoluciones a los jóvenes postulantes que pidieron la revisión vía correo electrónico.

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