Según los expertos, a la hora de exponerse una persona a los rayos del sol es importante que sepa las ventajas y riesgos que puede traer esta actividad a su piel. El mayor peligro que corre este órgano durante el verano es la aparición del cáncer, por esto el ministerio de salud –a través del Incan– pone a conocimiento de la población los tipos de cáncer y las formas correctas de autoexaminación de manchas y lunares.
Profesionales del departamento de dermatología del instituto nacional del cáncer (Incan), señalan que cada estructura de piel es capaz de dar origen a un cáncer.
Los tres tipos de cáncer de piel más frecuentes son el epitelioma vaso-celular, el espino-celular y el melanoma. Los dos primeros están ligados a la exposición solar de toda la vida. Por ello, es muy importante cuidar el tipo de exposición solar de una persona desde la niñez. En cuanto al melanoma, este puede aparecer como algo nuevo en la piel o como una transformación de lunares.
Por ello se aconseja efectuar un control habitual de lunares, a fin de prevenir el cáncer de piel.
El cuidado de la exposición al sol debe ir acompañado de un control periódico de manchas y lunares. Dicho control permite una detección precoz de posibles lesiones precursoras de cáncer de piel.