La publicación de La Nación sobre la excesiva demora en los juicios por prestación alimentaria y el calvario que deben soportar las madres desató una serie de reacciones. Un sector que pidió ser escuchado fue el de los padres que se hacen responsables, pero que igual tienen muchos problemas con las madres de sus hijos por el régimen de relacionamiento.

El expediente judicial de Juan tiene 193 páginas. El proceso ante la Justicia para arreglar con su ex esposa un sistema de relacionamiento con sus hijos y la prestación alimentaria empezó en el 2009. En principio, Juan se comprometió a hacerse cargo de la educación de sus dos hijos y de todo lo que tenga que ver con la atención médica de los mismos. Además, empezó a hacer un pago mensual de G. 3 millones para que su ex pareja enfrente otros gastos que requieran los menores.

Para el 2011, Juan quedó sin trabajo. Su ex esposa entonces lo demandó por incumplimiento en la prestación alimentaria. Cuando consiguió otro empleo, ya no ganaba lo suficiente para poder seguir pasando los G. 3 millones en concepto de prestación. Pidió entonces ante la Justicia bajar el monto. Tres años después de iniciar el juicio y tras dos rechazos judiciales, logró una mínima reducción. El proceso sigue en litigio actualmente, ya que a Juan se le está haciendo muy difícil cumplir con la prestación, porque además se hace cargo del pago del colegio privado y del seguro de los niños.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

En la historia de Juan parecen reflejarse otras decenas de casos en los que el papá tiene problemas a partir del juicio por prestación alimentaria. Si en nuestra publicación anterior se visibilizaron miles de casos de mujeres que sufrían un drama por quedar solas a cargo de la crianza de sus hijos, la otra cara de este problema es que muchos padres que no escapan a su responsabilidad en la prestación, sin embargo, no pueden acceder a ver a sus hijos o tienen muchos problemas con la madre de los mismos.

Raúl es otro padre que contó a La Nación el problema que se tiene en este tipo de situaciones, incluso cuando se cumple con la prestación alimentaria. Él sostiene que acordó pagar el 25% de su sueldo como prestación, tal como establece la ley –porcentaje que pocos son los padres que cumplen-, pero que cuando cambió de trabajo pidió reducir el monto que venía pagando, ya que al igual que Juan él se hacía responsable del seguro médico de su hijo, sin embargo, la madre del niño no aceptó e incluso lo demandó por no cumplir con el pago un mes, el tiempo en que quedó sin trabajo.

Lo que sufren los niños

Para la psicóloga Gabriela Casco, especializada en psicología infantil, en la mayoría de los divorcios conflictivos existe un conjunto de síntomas que se denomina alienación pariental, que es cuando se genera una disputa de los padres por el amor y la preferencia de los hijos. "Lastimosamente los niños terminan siendo un soldadito de batalla que queda en medio de la pareja", reflexiona Casco.

Si bien la profesional reconoce que en la sociedad cambiaron los tiempos y que ahora ya no es "muy raro" ser hijo de padres divorciados, de tener padres separados o de ser hijo de madre soltera, hay cuestiones que en las sensaciones y emociones de los niños no van a cambiar, a pesar de la sociedad o del paso del tiempo.

"Cambiaron las formas de la familia, hoy se cambió el estilo de la familia tradicional, pero lo que no va a cambiar hoy, ni en el futuro, es que el niño siente un quiebre, una inseguridad o hasta sentimiento de culpa. Las emociones no cambian por sus padres y por la relación entre ellos, esas sensaciones son características del momento del divorcio, por eso tiene que haber mucha contención familiar y un tratamiento o acompañamiento psicológico para los niños y los padres", expresa Casco.

Reitera que el apoyo sicológico de los niños es importante, pero dice que en muchos casos es más importante hacer el seguimiento a los padres, ya que son ellos los que muchas veces no superan la separación y generan un ambiente hostil para los niños. "Los hijos no tienen que sentir el peso de ese problema, pues no está en el campo de ellos, para eso es importante la contención", asevera la profesional.

El drama de las mujeres

El pasado viernes 17 de marzo, La Nación publicó la situación de algunas mujeres paraguayas que padecen un calvario a la hora de recurrir a la Justicia para lograr la prestación alimentaria de los padres de sus hijos. Ante la serie de trabas jurídicas y burocráticas que representa llevar adelante la demanda por obtener la prestación o filiación, muchas mujeres simplemente renuncian a seguir con los trámites. Y si no es la burocracia las que los detiene, es el miedo.

De acuerdo con datos oficiales del Poder Judicial, entre el 2014 y el 2015, el sistema judicial paraguayo detectó un total de 547 casos en donde los padres incumplieron el deber legal alimentario. Es decir, no pasaron o transfirieron el dinero que se comprometieron ante la ley para favorecer la crianza de sus hijos.

Justamente, ante la cantidad creciente de hombres que dejaban de atender con la prestación alimentaria a sus hijos, en setiembre del 2015 se publicó la Ley Nº 5.415, que crea el Registro de Deudores Alimentarios Morosos (Redam), un sistema que rastrea a los padres con cuentas abiertas y que no cumplen con el monto acordado para la manutención de sus hijos.

De acuerdo con estadísticas oficiales, desde el 2006 hasta febrero de este año, el Poder Judicial tiene registrado un total de 120.302 cuentas abiertas en el sector bancario para la asistencia alimentaria de menores de edad. Es decir, en todo el país, a 120 mil padres la Justicia le retiene un monto, ya sea acordado con la madre del niño o bien establecido por el juzgado, a través de un sistema bancario, que se maneja mediante el Banco Nacional de Fomento (BNF).

Otro dato, pero del Ministerio de la Defensa Pública (MDP), indica que en el 2016 se registró la apertura de unos 12 mil a 15 mil juicios por prestación o filiación. De esta cantidad, 4.190 juicios siguen en proceso. El MDP destina 117 defensores públicos a diferentes circunscripciones para cubrir todo el país, pero no dan abasto ante tanta demanda.

Déjanos tus comentarios en Voiz