La feligresía católica celebra este sábado, 1 de noviembre, el Día de todos los santos. En nuestro país, esta fecha es aprovechada por la ciudadanía para visitar a los seres queridos difuntos.
El sacerdote Víctor Luis Cabañas, fundador del canal católico Ñandejára Ñe’ë, habló con La Nación/NaciónMedia sobre esta festividad.
- Por qué se celebra el Día de todos los santos?
El Día de Todos los Santos se celebra para recordarnos a todos los cristianos que nuestra vida de bautismo es un compromiso a la santidad. Santidad significa un camino de felicidad. Felicidad significa realización. Realización quiere decir la planificación profunda del hombre. Y de ahí van a venir todas las consecuencias. Porque si nosotros tenemos que ser felices, tenemos que realizarnos.
Entonces, Dios nos da todas las posibilidades para ser felices. Estas personas (los santos) son igualitos a nosotros, solo que fueron capaces de vivir profundamente su bautismo, es decir, con un compromiso serio. Nuestro objetivo es ser santos, pero ser santos quiere decir realizarnos como personas santas.
- ¿Quién instituyó esta celebración y cuándo?
La fiesta de todos los santos oficialmente se comenzó a celebrar en el siglo IX con el Papa Gregorio. Pero ya mucho antes, es decir, en el siglo IV, la iglesia primitiva ya celebraba a los mártires como santos.
Justamente en el sentido de que ellos dieron su vida por Cristo, fueron capaces de entregarse, de morir, incluso hasta dar la sangre por Cristo, por defender la fe, el mesianismo, la divinidad de Cristo, entonces se comenzó a celebrar a estos hermanos como modelo y ejemplo de que no tenían miedo de dar incluso la sangre y la vida por Jesucristo.
- ¿De qué manera deberíamos celebrar esta fecha?
La mejor manera de celebrar esta fiesta es primero entendiendo, haciendo una buena catequesis y saber lo que significa la santidad, la gloria de Dios. La gloria de Dios es el hombre viviente.
Eso decía San Ireneo de León, en el año 150 después de Cristo. O sea, son los primeros padres de la Iglesia y que entendía que el santo es aquel que realiza la gloria de Dios en su propia vida.
Somos llamados a ser felices a realizarnos, a planificarnos para que nos realicemos como personas
- ¿Qué podemos hacer para honrar a los santos?
La mejor manera de honrar a los santos, en primer lugar, es hacer una buena catequesis. “Categeo”, justamente, quiere decir imitación de Cristo. O sea, tenemos que vivir como ellos, lo que Dios nos pide, lo que nos dice, lo que Dios nos manda. Y en este sentido tenemos los mandamientos de la ley de Dios, que incluso el Evangelio nos dice que todo eso se resume en amor a Dios y en amor al prójimo.
Si entendemos esas catequesis, entonces es la mejor manera de celebrar este 1 noviembre como día de todos los santos. Ellos triunfaron viviendo los mandamientos de Dios, siendo felices plenamente y haciendo felices también a los demás.
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- ¿Qué ejemplos deberíamos tomar de los santos para nuestras vidas?
El ejemplo concreto es simplemente el de leer, entender y saber cuál es la propuesta de Dios para el hombre. Y eso nosotros lo tenemos, pero miles y miles y miles de palabras del Señor a través de los escritos. Y toda la Biblia nos dice que Dios es el camino para que seamos felices.
- ¿Se trata de una festividad exclusivamente católica?
En realidad cuando esta fiesta es para todo cristiano. Todo cristiano está llamado a la santidad.
La propuesta de santidad es para todo cristiano, para todo seguidor de Jesucristo. Mejor dicho, es para la humanidad. Toditos tenemos que ser felices, realizarnos, tenemos que vivir en la dignidad de los hijos de Dios. Entonces eso es lo esencial, yo como persona humana tengo que realizarme, tengo que ser feliz, una persona planificada, realizada, que vive según la dignidad de mi propia humanidad a la que fui creado por Dios.
- ¿Podríamos ganar alguna gracia especial a través de nuestros santos?
Nosotros hablamos de la intercesión, e intercesión quiere decir ayuda. O sea, vos como mamá, yo como papá, yo como un hermano tuyo, entonces te ayudo. Entonces, quiere decir que entre nosotros en toda comunidad necesitamos sí o sí la intercesión o sea la ayuda de ese hermano que está a tu lado. Un milagro, por ejemplo, quiere decir que te está pasando la mano para que vos puedas crecer.
Porque el concepto es que nosotros somos limitados. Nosotros no podríamos estar en este mundo solos. Entonces, la intercesión de los santos nos ayudan, es la persona que está a nuestro lado y que nos pasa la mano. Mateo 25, 35 en adelante dice: Tuve hambre y me diste de comer. Tuve sed y me diste de beber. Estuve en la cárcel y fuiste a visitarme.
- ¿Se celebra con mayor fe este día acá que en el resto del mundo?
Yo viví en varios lugares del mundo, en muchos países, y la Iglesia como tal, te puedo decir que en todos los lugares tiene la misma espiritualidad, de eso yo me di cuenta. Como sacerdote, estuve por Italia, Francia, Alemania, Inglaterra, España, Bélgica, Irlanda, Ucrania, Croacia, en las comunidades cristianas. Algunas la viven con mayor énfasis, pero en todas partes se vive con esta misma teología, aunque con algunas variaciones en cuanto al entusiasmo y vida religiosa de la gente.
- ¿Solo en Paraguay se visita los cementerios en esta fecha?
Casi en todas partes del mundo la gente une, tanto la fiesta de los santos, porque al día siguiente, el día 2 de noviembre, es el día de todos nuestros hermanos fieles difuntos.
Los santos no son solamente aquellos que ya están en los altares. Estos santos son aquellos que son reconocidos oficialmente por la Iglesia para que sirvan de modelo a una comunidad de acuerdo a sus virtudes. Y entonces procuramos nosotros imitar y vivir esa vida acorde a nuestro creador. Todos tenemos nuestros pecados, pero lo más importante de la santidad, significa que reconocemos nuestras limitaciones y errores.
- ¿De qué manera se engancha esta fecha con la del Día de los difuntos?
La mejor manera de enganchar esta fiesta, como dijimos recién, la del primero de noviembre, Día de Todos los Santos, y el Día de Todos nuestros Fieles Difuntos, es aquella que nos ayuda a entender que para llegar a Dios siempre necesitamos de la santidad.
El 2 de noviembre rezamos específicamente por nuestros fieles difuntos en esta comunión entre los vivos y los muertos, para que ellos en el purgatorio, que por eso se llama purgar, limpiarse, reciban la gracia de Dios, para que puedan también gozar de la visión beatífica de Dios. Entonces, esto es lo esencial y lo fundamental.
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