Con la llegada de las bajas temperaturas, las enfermedades cardiovasculares vuelven a estar en el centro de las alertas médicas. El invierno no solo incomoda por el frío: también puede desestabilizar la salud cardíaca, sobre todo en personas con antecedentes o factores de riesgo como hipertensión, diabetes u obesidad.
El Dr. Eduardo Caballero, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Central del IPS, explicó que el frío provoca vasoconstricción, un estrechamiento de los vasos sanguíneos que eleva la presión arterial. “Por eso muchas personas presentan hipertensión en climas fríos, incluso aquellas que no la sufren de forma habitual”, señaló.
Además, el especialista advirtió que las bajas temperaturas aceleran el ritmo del corazón. “El organismo obliga al corazón a latir más veces por minuto para mantener la temperatura corporal estable”, detalló. Ese sobreesfuerzo, sumado a la presión arterial elevada, aumenta el riesgo de eventos cardíacos.
Te puede interesar: Hospital Ingavi activa plan especial ante riesgo de sarampión
El invierno también cambia la composición de la sangre. La menor ingesta de líquidos, común en esta época, favorece la deshidratación, lo que la vuelve más viscosa. “La sangre más espesa facilita la formación de coágulos, elevando la probabilidad de infarto o accidente cerebrovascular (ACV)”, explicó Caballero.
A estos factores fisiológicos se suman los cambios en los hábitos diarios: más comida calórica, menos ejercicio. “En invierno solemos aumentar el consumo de frituras, grasas y carbohidratos, mientras reducimos la actividad física. Esto favorece alteraciones en la glucosa, aumento de peso y desajustes metabólicos”, advirtió el cardiólogo.
Las recomendaciones para reducir riesgos incluyen abrigarse correctamente, evitar cambios bruscos de temperatura, controlar la presión arterial con regularidad, mantenerse activo —aunque sea con ejercicios suaves dentro de casa—, vacunarse contra la gripe y el neumococo, y beber suficiente agua. Limitar la sal y las grasas también es clave para mantener el equilibrio cardiovascular.
Lea también: Salud brindó 782.972 atenciones en horario extendido hasta la fecha
El médico remarcó que “los cuidados que tenemos en verano deben mantenerse también en invierno” y recordó que, ante una crisis hipertensiva, lo más importante es acudir de inmediato a un centro asistencial para recibir tratamiento oportuno.
- El frío puede elevar la presión arterial y la frecuencia cardíaca, aumentando el riesgo de infarto y ACV.
- La deshidratación en invierno hace que la sangre sea más viscosa, favoreciendo la formación de coágulos.
- Abrigarse bien, hidratarse y mantener hábitos saludables son esenciales para proteger el corazón.