Por Karina Ríos (karina.rios@nacionmedia.com)
Hoy 30 de abril, se celebra el Día del Maestro en Paraguay, día de aquellos seres que a diario dedican su tiempo para instruir a los futuros profesionales del país. Los docentes marcan la vida de sus alumnos y simbolizan esa figura de amor, paciencia y dedicación.
En la Escuela Básica n.° 15 República de Panamá, la directora Rosana Esquivel de Fernández junto con las profesoras Teresa de Jesús y Diana Cáceres confirmaron que para ser docente uno debe tener vocación, amar a los niños y por sobre todo tener mucha paciencia para poder llegar a cada estudiante.
“Mi título de grado es del nivel inicial. Yo soy parvularia, licenciada en Psicología Clínica y en este momento directora de la escuela”, dijo muy orgullosa Esquivel en entrevista con La Nación/Nación Media.
Afirmó que escogió esta carrera porque siempre le gustó trabajar de cerca con los niños y niñas, quería ayudarlos a sobresalir y que mejor que en una institución educativa. “Elegí ser profesora del nivel inicial por amor y fue un desafío realmente para mí, porque pensé que solamente había estudiado la carrera, que no iba a ejercer, pero hoy día me encuentro con muchísimos años de docencia”, indicó.
Este año comenzó con el cargo de directora, pero es docente desde 1998. “Ejercí la docencia del preescolar en forma oficial, privada. Luego fui vicedirectora y ahora tomé la dirección y estoy muy feliz. En estos años he pasado por muchas cosas buenas y malas, pero siempre saliendo adelante con la ayuda de Dios”, apuntó.
Mensaje para los futuros docentes: “Esta es una carrera muy linda, sacrificada, pero si uno tiene amor a los niños y vocación, realmente uno puede salir adelante. Siempre poniendo todo en manos de Dios”.
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“Mi sueño siempre fue ser profesora”
Para la profesora Diana, del tercer grado, desde pequeña tuvo ese deseo de ser maestra y pese a que dejó la carrera por muchos años, hace cinco volvió a las aulas para dedicar su tiempo a los niños y niñas de la escuela República de Panamá.
“Desde pequeña mi sueño fue siempre ser docente, tenía una maestra que marcó mi vida y entonces quería seguir sus pasos. Me encanta siempre trabajar con los niños, es más, yo tengo un negocio propio y decidí dejar a un lado eso para enfocarme en la enseñanza”, afirmó la maestra en entrevista con LN.
Contó que empezó a enseñar hace 23 años, pero tuvo que dejar su trabajo porque sus hijos eran pequeños y no tenía con quien dejarlos, pero hace 5 años volvió a lo que le gusta. “Volví a enfocarme en lo que me gusta. Me puse las pilas y gané el concurso, ahora estoy haciendo lo que me gusta que es enseñar y estar con los niños”, apuntó.
Mensaje a los jóvenes: “Sí sienten las ganas y tienen ese llamado a enseñar, adelante. Porque si uno no tiene la vocación y el amor para trabajar con los niños es muy difícil, la carga que le espera es muy pesada, porque hay mucha exigencia. Cada vez está más difícil, pero yo creo que si nosotros tenemos ese llamado, ese amor todo va a ser más fácil”.
“Los niños necesitan amor y paciencia”
La profesora Teresa de Jesús está en aula hace 25 años. Confirmó que cientos de niños y adolescentes ya fueron instruidos por sus manos, que es una gran satisfacción para ella porque es lo que ama desde los 15 años. Ella empezó enseñando en catequesis y eso la inspiró a ser docente.
“Desde un principio me gustaba, fui maestra de catecismo y ahí empecé a practicar desde los 16 años. Después me decidí para enseñar a los chicos, siempre quise ser de escolar básica, al inicio fui tercer ciclo y nivel medio, ahora estoy con el segundo ciclo”, expresó.
Agregó que con los años la educación se puso más difícil, porque los propios padres ya no inculcan buenos valores a sus hijos. “Esta nueva generación ya no respeta a los profesores. Ya no le podemos decir sentate, estudiá o quédate quieto, porque ya vienen los padres, te están recriminando. Cambian los tiempos, pero no deberían cambiar los valores y los valores ya se inculcan en la casa”, dijo.
Aseguró que uno debe tener una verdadera vocación y amor a la carrera, porque ese amor les ayuda a sobrellevar todas esas dificultades. “A los jóvenes que quieran estudiar para ser docentes les digo que tienen que tener vocación, porque a veces se complica un poco, al menos en este tiempo que a nosotros nos sacaron la autoridad. Nuestros niños necesitan muchísimo para aprender, especialmente amor y paciencia”, puntualizó.
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