Este sábado, la Policía Nacional detuvo al propietario del arma de fuego que se disparó accidentalmente mientras era manipulada por una niña de 10 años, en el departamento de Paraguarí. La menor falleció anoche mientras estaba internada en el Hospital Nacional de Itauguá.
El hecho se reportó durante la jornada de ayer viernes, en la compañía Mbatoví, del citado departamento. La fiscal Milena Basualdo explicó que la niña que estaba en la casa de sus tíos realizando sus tareas en compañía de sus primos y, aparentemente, necesitaba un lápiz para seguir desarrollando sus actividades, por lo que fue hasta el escritorio donde estaba guardada el arma de fuego.
Cuando se encontró con el arma, la menor decidió tomarla en manos y se salió el disparo. Sus tíos escucharon el disparo y rápidamente llamaron a los bomberos, que la auxiliaron hasta el Hospital Regional de Paraguarí, donde recibió las primeras atenciones, pero debido a la gravedad del caso fue trasladada hasta el Hospital Nacional donde, estuvo internada por varias horas y finalmente se constató su deceso.
Lea también: “La despedida del papa Francisco fue muy emotiva”, dice paraguayo que reside en Roma
La fiscal ordenó la detención de Iván Guillermo Paredes Davalos, de 64 años, militar jubilado, que sería el propietario del arma de fuego del cual salió el disparo que terminó matando a la niña de solo 10 años. El hombre sería tío de la víctima y permanece recluido en la comisaría primera de Paraguarí.
Basualdo explicó que el militar se expone a una imputación por el supuesto hecho de violación del deber del cuidado. La misma ordenó que el cuerpo de la pequeña sea sometido a una autopsia y luego será entregado a sus familiares.
Dejanos tu comentario
Con prejuicios pretenden manipular la realidad
El prejuicio es un enemigo irreconciliable de la ciencia y de los principios filosóficos que escudriñan el camino de la verdad. Porque, al anteponerse las creencias y opiniones que surgen del deseo subjetivo de cada uno por encima de una realidad que se formula con los hechos, necesariamente, se cae en el error.
Y el error provocado deliberadamente conduce –casi siempre– a la duda, es decir, la ausencia de certeza.
A diferencia de quienes plantean la duda como un método válido para acceder al conocimiento, en el caso al que solemos referirnos, la aplican con el peso cargado exprofeso para arribar a una conclusión negativa.
Con esto pretenden generar adhesión a sus posturas y, sobre todo, modificación de la conducta y las emociones de los lectores, oyentes y telespectadores, según se trate de medios de comunicación escritos, radiales o televisivos.
Hacemos estas tres diferenciaciones, porque, si bien es cierto que los diarios constituyen la puerta más rápida para verificar una y otra vez una misma información, las redes sociales han contribuido también enormemente para fijar los datos, generalmente parcelados, mediante audios y videos.
De esta manera van construyendo, en primer lugar, una narrativa absolutamente sesgada y orientada a la confusión y, por último, aunque no menos grave, para predisponer al público a creer incluso aquellas divulgaciones que riñen violentamente con lo que realmente está ocurriendo.
En este mundo nuestro, tan complicado y, a la vez, tan pequeño –porque, al final de cuentas, nos conocemos todos–, esto tiene un nombre y se llama, lisa y llanamente, desinformación.
Los miembros más conspicuos de la Real Academia Española, en su “Guía panhispánica de lenguaje claro y accesible”, acordaron que “la desinformación no significa carencia de información, sino información falsificada y deformada intencionalmente con el fin de manipular la opinión pública en favor de intereses económicos, políticos y sociales”. Y añaden: “Siempre han existido violaciones de la verdad, pero el ciudadano nunca se ha visto tan expuesto a la fabricación y divulgación sistemática de bulos, falsedades, e incluso mentiras desmesuradas o profundas”.
Finalmente, concluyen que “se difunden noticias no verificadas y sin soporte fiable como verdades absolutas. Se ha acuñado un nuevo término, la posverdad, que no concede tanta importancia a la veracidad y objetividad como a una distorsión informativa que ‘manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales’” (DLE).
Ni siquiera se precisa ser un avispado lector o lectora para percatarnos de que todos los días estamos ante un escenario como el que nos pinta la Real Academia Española y la Asociación de Academias de Lengua Española.
No hay una sola información que no pretenda erosionar los cimientos de la realidad para ofrecer su propia versión adulterada de los acontecimientos.
Los ejemplos abundan, pero el más reciente, sobre el cual han impuesto un tenaz asedio, tiene que ver con las intervenciones de las municipalidades de Asunción (Óscar Rodríguez, colorado) y Ciudad del Este (Miguel Prieto, Yo Creo).
Especularon que, en la sesión extraordinaria convocada por la Cámara de Diputados para tratar ambos asuntos, los representantes de la Asociación Nacional Republicana salvarían a su correligionario, pero que aprobarían la intervención del intendente opositor.
Finalmente, como no ocurrió tal cosa, ahora echaron a andar el rumor de que los interventores blanquearían a uno (ya se supone quién es) y recomendarían la destitución del otro.
En fin, prejuicios alimentados, no por la ignorancia, sino por la malicia, traducida aquí en la ausencia de integridad y la deshonestidad intelectual. Es lo que describimos al inicio de este editorial.
Repasemos lo que habíamos publicado semanas atrás. La repetición es, también, a veces, una buena maestra.
El artículo 165 de la Constitución Nacional no admite dobles interpretaciones: “La intervención no se prolongará por más de noventa días, y si de ella resultase la existencia del caso previsto en el inciso 3, la Cámara de Diputados, por mayoría absoluta, podrá destituir al gobernador o al intendente, o la junta departamental o la municipal, debiendo el Tribunal Superior de Justicia Electoral convocar a nuevos comicios para constituir las autoridades que reemplacen a las que hayan cesado en sus funciones, dentro de los noventa días siguientes a la resolución dictada por la Cámara de Diputados”.
Y, en ese sentido, qué expresa el inciso 3 del citado artículo: “Los departamentos y las municipalidades podrán ser intervenidos por el Poder Ejecutivo, previo acuerdo de la Cámara de Diputados, en los siguientes casos: (…) 3. por grave irregularidad en la ejecución del presupuesto o en la administración de sus bienes, previo dictamen de la Contraloría General de la República”.
Resumiendo, y en homenaje a la brevedad, los interventores de ambos municipios dispondrán de un plazo de noventa días para dictaminar fehacientemente sobre la veracidad o no de las denuncias debidamente formuladas, documentadas y presentadas por la Contraloría General de la República.
Y, en ambos casos, la contundencia de las documentaciones arrimadas a la Cámara de Diputados definirá el sentido del voto de cada parlamentario. Ahí, y solo ahí, veremos y sabremos quién es quién. El resto no pasa de la mera categoría de los prejuicios y las especulaciones basados en posturas interesadas.
Dejanos tu comentario
Cerro Vera, una de las grandes vistas del paisaje paraguayo
- Jorge Zárate
- jorge.zarate@nacionmedia.com
- Fotos: Jorge Jara
Para llegar al mirador del cerro Vera de Acahay, departamento de Paraguarí, se recorren senderos de bella vegetación, entre la que se destacan los caraguatás de gran tamaño, las flores silvestres, el aire de gran pureza. Recorriendo el área se pueden avistar los cerros vecinos, los campos preparados para cultivos, mirar la vida desde sus 348 metros de altura. Aquí un acercamiento a sus paisajes y características geológicas en la mirada de una especialista.
Los yryvu hu despliegan su plumaje negro, brillantes al sol. Parecen custodiar el paisaje imponente, el mbokajaty que se despliega en el valle y se trepa a los cerros; el camino de piedra y tierra colorada que se ve como un sendero desde la altura.
Trepar, subir la montaña, desde que el hombre es tal, tiene efectos terapéuticos, ayuda a valorar esfuerzo y consecución. Cuando se corona una cima, algo cambia para bien.
Ubicado a 130 kilómetros de Asunción, se encuentra en la compañía Pintos, de Acahay, y es uno de los espacios preferidos por jóvenes aventureros y viajeros que buscan adentrarse en el paisaje nacional.
Esta situación puede verificarse en las redes sociales, donde en pequeños videítos la gente se filma subiendo el cerro, acampando, en caminatas en familia, inclusive escalando, practicando montañismo.
ACCESO
Desde la capital se puede llegar a velocidad promedio en dos horas y media hasta el punto de entrada, que está sobre la ruta PY-18, en el tramo que une Acahay con La Colmena. El ingreso está indicado por un pequeño cartel que dice “Cerro Vera-Rubio Ñu”, aunque para más precisión se puede buscar en internet como “Entrada al cerro Vera” y obtener la guía de navegación y el mapa que lleva hasta el sitio.
Una vez allí, hay dos maneras de acceder. Se puede ir con vehículo familiar hasta un estacionamiento y después seguir la travesía a pie o, si se dispone de un 4 x 4, avanzar en un camino algo difícil que acerca hasta el mirador.
LA INMENSIDAD
Las rocas, la formación del cerro tienen una historia especial. Dice la geóloga Ingrid Godoy: “La verdad que es muy impresionante, siempre sorprende y hay cosas nuevas que nos dan una visión de lo pequeños que somos y de lo mucho que tenemos que aprender de lo impresionante que es la naturaleza”.
Lo hace mientras explica los pilancones, una formación especial que se avista en el mirador del cerro, suerte de pequeñas piletas que acumulan agua de lluvia y, al verlas desde cierta distancia, asemejan un rostro, una máscara.
“Es un ejemplo muy bueno de la fuerza de la naturaleza, del transcurrir del tiempo, porque eso se va formando por granitos de arena que se quedan en un hueco en la roca y con el paso del tiempo con ayuda del agua y del viento van puliendo la roca hasta formar oquedades que posteriormente forman estas piletas naturales”, indica.
VEGETACIÓN
Las piedras tienen unas manchas muy particulares. “Son un tipo de alga llamadas líquenes que se forman en ambientes de aire puro, ya que no podemos encontrar en ambientes con aire contaminado. Entonces, eso ya es una característica de cierto tipo de lugares nada más y la vegetación también. Como estas son rocas que acumulan agua, entonces de a poquito las algas mismas van a ir evolucionando y dando origen a esta vegetación que vemos acá”.
También el verde hace su trabajo en la elevación. “La vegetación forma otro tipo de erosión, que es la meteorización biológica. Así se dice cuando las plantas mismas se van enraizando, van rompiendo la roca y formando de repente un poco de suelo también sobre los cerros”, comenta.
Allí desde el mirador se pueden apreciar dos formaciones erigidas en vertical que se escindieron del cerro Vera por obra de la erosión. “Estos son unos inselberg o iceberg de roca”, cuenta Godoy. “Aquí cerca tenemos el cerro Pa’û, donde por la erosión se fue construyendo ese paso que lo identifica, pero en este caso las formaciones quedaron un poco más alejadas”, dice.
Sobre ellos y entre las grietas vuelan y se posan los yryvu con gran señorío, se les admira la perspectiva, que apenas podemos imitar con el vuelo del drone con las imágenes de esas paredes de areniscas con cuarzos que el sol pone a brillar y que le dieron nombre a este bello cerro Vera.
UNA PRESENCIA DE MILLONES DE AÑOS
El cerro Vera está formado por areniscas del Ordovícico, característica del bloque Cordillerita y para adquirir su forma actual fueron necesarias erosiones tectónicas, fluviales y también eólicas, cuenta la geóloga Ingrid Godoy, de Geopetram E.A.S.
“Fue formado por erosión estructural, por el evento que dio origen al rift de Asunción”, una acumulación importante de sedimentos que ocurrió en el Mesozoico, hace 60-65 millones de años aproximadamente. Aunque las rocas “sobre las que estamos parados tienen una formación de entre 440 y 480 millones de años aproximadamente”, explica.
“A este tipo de estructura se le llama tepuy, una clase de meseta especialmente abrupta, con paredes verticales y cimas relativamente planas y es parecida a la del monte Roraima en Venezuela. La diferencia es que allá tiene rocas precámbricas, pero acá en el cerro Vera lo que tenemos son rocas de edad ordovícica”.
SEDIMENTACIÓN
Las areniscas ordovícicas, rocas sedimentarias, se forman en ambientes marinos a través de la acumulación y compactación de sedimentos arenosos, que luego son cementados. “O alguna vez estuvieron bajo el mar y se elevaron o la erosión fue cavando los valles”, cuenta la especialista.
El Ordovícico es el segundo sistema y período del Paleozoico en la escala temporal geológica. Sucede al Cámbrico y antecede al Silúrico. Comenzó hace unos 487 millones de años y terminó hace unos 443 millones de años. Debe su nombre a la tribu celta de los ordovicos, que vivieron en el centro y norte de Gales, lugar donde el geólogo inglés Charles Lapworth identificó este sistema en 1879.
Sigue contando Godoy que el cerro Vera está compuesto de “areniscas feldespáticas que tienen mucho mineral de feldespato, son mayormente cuarzosas de óxido de sílice, pero también tienen mucho contenido de feldespato, que es lo que le da una coloración anaranjada y también podemos encontrar de repente zonas arcillosas, capas de areniscas intercaladas con arcilla. Minerales más duros como hierro en estas formaciones no hay”.
Apunta que a pesar de ello “pueden tener algunas concreciones de hierro, de manganeso, pero a nivel superficial, no como parte de la composición de la roca”.
El cerro Vera vendría a ser una “colita” de las formaciones que se aprecian en Cordillera: “Es como una continuación hacia el sur de lo que es la cordillera. En algún momento capaz estuvieron unidos, pero por los eventos estructurales, ya sean fallas o fracturas, se separaron”, sostiene.
ALTO INTERÉS TURÍSTICO
Todavía está pendiente la declaración de reserva natural y de interés turístico del cerro Vera desde su acceso hasta la cima, que facilitaría el acceso al sitio. Hubo acciones en este sentido desde la intendencia de La Colmena, iniciativas a nivel departamental en Paraguarí, pero también se busca interesar a los legisladores nacionales para avanzar en este tema.
La declaración de monumento natural sería una forma de proteger la vegetación y la fauna del lugar, una calidad que ya tiene el cerro Acahay, lo que daría más herramientas al Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) para custodiar el lugar.
Unas decenas de hectáreas del cerro son de propiedad privada y en algún momento se llegó a prohibir el acceso a visitantes, situación que hoy en día no se da.
Vale recordar que el Código Civil Paraguayo, en su artículo 1898, indica: “Son bienes del dominio público del Estado:
a) las bahías, puertos y ancladeros; b) los ríos y todas las aguas que corren por sus cauces naturales, y estos mismos cauces; así como las aguas subterráneas c) las playas de los ríos, entendidas por playas las extensiones de tierras que las aguas bañan y desocupan en las crecidas ordinarias y no en ocasiones extraordinarias; d) los lagos navegables y sus álveos; y e) los caminos, canales, puentes y todas las obras públicas construidas para utilidad común de los habitantes. Los bienes del dominio público del Estado son inalienables, imprescriptibles e inembargables”.
Como se lee, el mismo no incorpora a los cerros, por lo que debería darse un tratamiento legislativo especial para garantizar el disfrute público del lugar de manera sostenible y respetuosa con el entorno.
Dejanos tu comentario
Quiindy: solicitan ayuda para la bebé Milagros, abandonada en un camino vecinal
Mientras cruzaba por una zona descampada, una mujer escuchó el llanto de un bebé y, tras seguir el sonido, se encontró con una recién nacida envuelta en una pequeña manta. Este hecho se registró en la compañía Potrero de la localidad de San Roque González de Santa Cruz, en el departamento de Paraguarí.
La pequeña fue nombrada Milagros y continúa internada. El director del Hospital de Quiindy, el doctor Pablo Acosta, comentó que necesitan de la solidaridad de las personas para los pañales y alimentos de la pequeña.
La bebé fue rápidamente auxiliada por los vecinos, quienes la trasladaron al Hospital de Quiindy, donde la ingresaron de urgencia para los chequeos necesarios, teniendo en cuenta que había estado expuesta a la humedad y las bajas temperaturas.
Según el informe médico, la pequeña habría nacido solo hacía unas horas cuando fue hallada y aún tenía parte de su cordón umbilical y restos de placenta. La misma se encuentra estable y saludable en líneas generales.
Podés leer: Se anuncia un fin de semana con probabilidad de lluvias y tormentas eléctricas
Los médicos estiman que habría cumplido las 38 semanas de gestación cuando se dio su nacimiento y que la madre habría tenido un desarrollo normal del embarazo, atendiendo que la bebé pesa 3.300 y no presenta ninguna dificultad para respirar ni tragar.
“La pequeña está estable; hasta el momento presenta un estado de salud óptimo, buenos reflejos y capacidad de succión normal. Le estamos sometiendo a un tratamiento de luminoterapia atendiendo las condiciones en que fue hallada y aguardamos los resultados de los análisis complementarios para descartar cualquier cosa”, explicó el director del centro asistencial, en conversación con Telefuturo.
Dejanos tu comentario
Curuguaty: investigan cómo ocurrió el vuelco e incendio de camión cisterna que dejó un fallecido
Este miércoles, un camión cisterna volcó y se incendió en la ciudad de Curuguaty, departamento de Canindeyú. Este accidente dejó como saldo un fallecido y las autoridades investigan cómo ocurrieron los hechos. Entre las hipótesis que se manejan, una presume que el conductor se quedó dormido al volante.
Según el reporte policial, el hecho se registró en horas de madrugada de hoy sobre la ruta PY13, donde un camión cisterna que llevaba más de 20.000 litros de combustible se volcó y tras el vuelco se produjo una chispa que inició el fuego que luego consumió por completo el rodado.
Este camión estaba al mando de Mauro Genes, de 51 años, quien quedó atrapado en el habitáculo del camión y falleció calcinado. Los bomberos concurrieron al sitio e intentaron controlar le incendio, pero atendiendo al material inflamable fue imposible.
Podés leer: Detuvieron a dos paraguayos con una tonelada de droga en Santa Teresita de Itaipú
El camión tenía como destino Ypejhú y volcó cuando alcanzó una curva al alcanzar la zona de Colonia Fortuna. Los investigadores manejan varias hipótesis, entre ella que el conductor se quedó dormido al volante, atendiendo a que ocurrió a las 3:30 de hoy. Tampoco se descarta una falla mecánica del camión o que alguien se haya cruzado en el camino.
Teniendo en cuenta la hora que se reportó, no se cuentan con testigos en la zona y tampoco se encontró otro vehículo involucrado. Agentes de la Policía Nacional ya están en búsqueda de imágenes de cámaras de seguridad de la zona para intentar determinar la causa del accidente.
Lea también: Adolescente ingresó al colegio de su exnovia para amenazarla por romper la relación