Cada 22 de marzo se conmemora el Día Mundial del Agua, elemento que, junto al aire que respiramos, son transversales para toda forma de vida en el planeta.
En nuestro país, poco a poco se está comenzando a tomar consciencia de la importancia del cuidado de popularmente conocido como “vital líquido”, y a pesar de estar presente en una zona con muchos recursos hídricos, se estima igualmente que podríamos llegar a sufrir ciertos niveles de escasez en algunas décadas más.
Esto no solo complicaría la situación por el uso mismo que se le da al agua para el mantenimiento de todo tipo de vida sino que, como es sabido, Paraguay tiene en sus notables recursos hídricos, la fuente de su energía renovable.
SERIOS PROBLEMAS EN 30 AÑOS MÁS
José Alvarenga Bonzi, responsable del departamento de Medio Ambiente de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), explicó que durante un encuentro realizado en la Embajada del Estado de Israel con expertos de ese país, estos le aseguraron que de continuar con la misma línea actual, Paraguay tendría serios problemas con respecto al agua en aproximadamente 30 años.
La experiencia que pudiera aportar el segmento científico-técnico de Israel al nuestro, sería de suma valía, teniendo en cuenta su liderazgo mundial en desalinización y tratamiento de aguas residuales.
“Como país, somos líderes en sostenibilidad como productores de energía limpia pero esa energía no vamos a producir si no cuidamos el agua. ¿Pero como cuidamos el agua?, solo recargando los acuíferos y eso se logra con el cuidado de los bosques, porque un solo árbol tiene la capacidad de filtrar 2.500 litros de agua”, explicó.
GRUPOS DE TRABAJO
El funcionario ambiental de la EBY manifestó están organizando grupos de trabajo para respaldar la política ambiental que se viene desarrollando desde el gobierno de Santiago Peña.
“Somos un país resiliente al cambio climático y también estamos en una posición geoestratégica privilegiada a diferencias de otras latitudes del mundo, cuando hablamos de recursos hídridos. Generamos recursos alimenticios para casi 100 millones de seres humanos”, agregó.
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Destacó que el objetivo de formar estos grupos de trabajo entre representantes de varias instituciones y organizaciones, es buscar que todos los sectores de la sociedad se involucren en esta campaña, que apunta también a modificar normativas, generar una profunda educación ambiental pero además, actualizaciones legislativas presentando proyectos que vayan en concordancia con la innovación y las nuevas tendencias mundiales acerca del cuidado del agua y del medio ambiente.
Alvarenga explicó que de por sí, este tipo de acciones mejoran los servicios de agua y del ecosistema en general, al controlar la calidad del agua.
INVOLUCRAR A TODA LA SOCIEDAD
Autoridades nacionales y regionales, líderes sociales, representantes del empresariado y de instituciones ambientales, técnicos ambientales, forestales, veterinarios y voluntarios, entre otros profesionales, ya comenzaron a mover el proyecto al que denominaron Fuerza Verde, en una primera convocatoria cerrada.
La preocupación principal relacionada al uso del agua en nuestro país, es que el 70% de nuestra población se nutre de agua de los acuíferos, por eso la importancia del cuidado de los bosques, explicó el alto funcionario de la EBY.
“Debemos participar activamente en nuestras comunidades, de manera influir positivamente en el debate y en las propuestas de políticas públicas, tendientes a la conservación de nuestros elementos naturales”, señaló Alvarenga.
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Copernicus registró el segundo mayo más caluroso de la historia
- París, Francia. AFP.
El calor se mantuvo como la nueva norma en el mundo durante el mes de mayo, tanto en tierra como en los mares, muchos de los cuales siguen experimentando temperaturas “inusualmente elevadas” como desde hace más de dos años. Aunque ha vuelto a situarse por debajo del umbral de 1,5° C de calentamiento respecto a la era preindustrial, el mes pasado fue el segundo mayo más caluroso de la historia, justo detrás de mayo de 2024, según el observatorio europeo Copernicus.
Estuvo marcado por una temperatura media de 15,79° C, es decir, 0,12° C más fresco que el récord registrado hace un año, pero ligeramente más cálido que mayo de 2020, que ocupa el tercer lugar. Lo mismo para los océanos: con 20,79° C en superficie, el mes también fue el segundo más cálido de la historia reciente, solo detrás de mayo de 2024.
Pero estas temperaturas se mantuvieron “inusualmente altas” en muchas mares o cuencas oceánicas, observa Copernicus. “Grandes zonas en el noreste del Atlántico Norte, que han sufrido olas de calor marinas, registraron temperaturas superficiales récord para el mes. La mayor parte del mar Mediterráneo estaba mucho más cálida que la media”, señalan los expertos.
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La salud de los océanos está en el centro de la tercera Conferencia de Naciones Unidas dedicada a ellos (UNOC), que tiene lugar actualmente en Niza. Los episodios de olas de calor marinas pueden provocar migraciones y episodios de mortalidad masiva de especies, degradar los ecosistemas, pero también reducir la capacidad de las capas oceánicas para mezclarse entre el fondo y la superficie, dificultando así la distribución de los nutrientes.
Los océanos, que cubren el 70 % de la superficie del globo, actúan también como un regulador del clima terrestre. Aguas más cálidas provocan huracanes y tormentas más violentas, con su cortejo de destrucción e inundaciones.
Copernicus señala que la primavera fue muy contrastada en Europa en términos de lluvias.
“Algunas partes de Europa han experimentado sus niveles más bajos de precipitaciones y humedad del suelo desde al menos 1979”, indican los expertos.
La primavera batió varios récords climáticos en Reino Unido, y una sequía no vista en décadas también ha afectado desde hace varias semanas a Dinamarca y Países Bajos, lo que hace temer por los rendimientos agrícolas y las reservas de agua.
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“Breve respiro”
El mes pasado se registró 1,40° C por encima del promedio de los años 1850-1900, que corresponden a la era preindustrial, antes de que el uso masivo de energías fósiles calentara de manera duradera el clima.
“Mayo de 2025 interrumpe una larga secuencia inédita de meses superiores a 1,5° C” de calentamiento, subraya Carlo Buontempo, director del servicio de cambio climático de Copernicus (C3S).
Esa cifra es un umbral simbólico, pactado en el Acuerdo de París contra el cambio climático.
“Esto quizá ofrezca un breve respiro para el planeta, pero se espera que el umbral de 1,5° C vuelva a superarse en un futuro cercano debido al calentamiento continuo del sistema climático”, destacó.
En un periodo de doce meses (junio de 2024-mayo de 2025), el calentamiento alcanza 1,57° C respecto a la era preindustrial.
Sin embargo, las temperaturas mencionadas en el histórico acuerdo de 2015 se entienden sobre períodos largos, normalmente como promedio en 20 años, lo que permite suavizar la variabilidad natural de un año a otro.
Los científicos consideran que el clima actual se ha calentado al menos 1,3° C de media.
Los científicos subrayan la importancia de contener lo más posible el calentamiento global, ya que cada fracción de grado adicional implica más riesgos como olas de calor o la destrucción de la vida marina. Limitar el calentamiento a 1,5° C en lugar de 2° C permitiría así limitar significativamente sus consecuencias más catastróficas, según el IPCC.
El hielo se derritió más rápido
El hielo se derritió 17 veces más rápido que la media histórica entre el 15 y el 21 de mayo en Groenlandia, como consecuencia de una ola de calor récord que también afectó a Islandia, advirtió el miércoles la red científica World Weather Attribution (WWA). “La contribución del deshielo de Groenlandia a la subida del nivel del mar es mayor de lo que habría sido sin esta ola de calor”, destacó en rueda de prensa Friederike Otto, profesora de Ciencias del Clima en el Imperial College de Londres.
En Islandia, la temperatura superó los 26 ºC el 15 de mayo, algo nunca visto en esta isla situada en el borde del Ártico. “Las temperaturas observadas en Islandia en mayo batieron todos los récords, superando en más de 13 ºC la media de las temperaturas máximas diarias de mayo para el periodo 1991-2020”, señaló WWA en un comunicado.
En el mes de mayo, 94 % de las estaciones registraron nuevos récords de temperatura, según el instituto meteorológico local. “Sin cambio climático, esto habría sido imposible”, afirmó Otto. En el este de Groenlandia, el día más caluroso registró un aumento de la temperatura de unos 3,9 ºC respecto al clima preindustrial, indicó WWA.
“Una ola de calor de unos 20 ºC no parece un evento extremo para la mayoría de la gente, pero es un problema realmente importante para esta región (...) y esto afecta masivamente a todo el mundo”, insistió la investigadora. El Ártico se calienta cuatro veces más rápido que el resto del mundo, según la revista científica “Nature”.
Para las comunidades indígenas de Groenlandia, el aumento de las temperaturas y el deshielo suponen un cambio en las condiciones tradicionales de caza y repercuten en las infraestructuras. “En Groenlandia e Islandia, las infraestructuras están diseñadas para resistir el frío, lo que significa que, cuando hace calor, el deshielo puede provocar inundaciones y dañar carreteras e infraestructuras”, señaló la red científica.
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Hidrólogo paraguayo simula con éxito 30 años del curso del río Paraná con supercomputadora de la NASA
Por Lourdes Torres – Periodista - lourdes.torres@nacionmedia.com
Invitado por John Bolten, jefe del Laboratorio de Ciencias Hidrológicas de la NASA, el ingeniero Eduardo Dose Martínez, oriundo de Hohenau, Itapúa, se encuentra desde inicio de año en la NASA Goddard, centro neurálgico de la NASA para la ciencia climática, satelital y de la Tierra, ubicado en Greenbelt, Estados Unidos, estudiando el comportamiento del río Paraná. Logró simular con éxito 30 años de caudales del cauce hídrico mediante el uso de Discover, la supercomputadora de la NASA.
El hidrólogo paraguayo explicó en una charla con La Nación / Nación Media que es funcionario del sector de Hidrología de la Central Hidroeléctrica Yacyretá. Su labor consiste en estudiar los datos del río Paraná para la gestión del embalse, como el pronóstico de caudales, el pronóstico climático, la evaluación de riesgos de inundación y el análisis de factores como los fenómenos de El Niño y La Niña. Todo ello en función de la generación de energía hidroeléctrica y la prevención de riesgos.
Indicó que desde su llegada a la NASA en febrero de este año, ha tenido acceso a herramientas satelitales que permiten utilizar datos obtenidos por misiones en órbita relacionados con la precipitación, el uso del suelo y parámetros físicos en general. Gracias a ello, esperan continuar la investigación para generar pronósticos de caudales más precisos, permitiendo entender cómo responde el río a la lluvia, al uso del suelo y al clima.
“En la NASA tienen lo que llaman una constelación de satélites alrededor del planeta que están permanentemente recolectando datos climáticos, del suelo y del océano. Con esa impresionante gama de información logramos simular el río Paraná utilizando su modelo Land Information System (LIS) y datos satelitales, abarcando un periodo de 30 años. Esto contribuirá en Yacyretá a mejorar la previsión de caudales y la gestión de riesgos de inundación”, explicó.
Proyecciones a futuro
Mencionó que en el contexto medioambiental, también será posible evaluar cómo el cambio climático podría afectar la generación de energía eléctrica debido a una eventual escasez de agua. Gracias a las autorizaciones correspondientes, obtuvo acceso a Discover, lo cual le permite realizar simulaciones del río Paraná a gran escala.
“Estoy utilizando un modelo informático llamado LIS (Land Information System). Es un simulador de diversos procesos naturales; uno de ellos es el ciclo del agua. Para simular un río necesito saber cuánto llueve, dónde llueve, qué uso del suelo hay en ese lugar —qué porcentaje corresponde a bosque, agricultura, zonas urbanas o humedales—, además de variables como la evapotranspiración, el viento, la humedad y la radiación solar. Todos estos elementos determinan cuánta agua corre por un río, cuánto se evapora y cuánto infiltra hacia los acuíferos”, detalló.
Dose señaló que luego de meses de trabajo, la semana pasada logró simular con éxito el comportamiento del río Paraná desde 1991 hasta 2025, con resultados muy satisfactorios. Esto fue posible gracias a la existencia de satélites de la NASA con la resolución adecuada desde ese mismo período.
Evaluación con distintos satélites
“El trabajo que ahora estamos iniciando es el de comparar distintos satélites. Hay varios que miden la lluvia a escala global. Yo utilicé uno y obtuve los resultados que tenemos hoy. Vamos a comenzar a probar otros, como IMERGE, CHIRPS, MERRA2, entre otros, para identificar cuál se ajusta mejor al comportamiento del río Paraná. Esto nos permitirá comparar con los datos reales de caudal medidos en Yacyretá”, explicó Dose.
Agregó que trabajar con estos datos abre la posibilidad de mejorar los modelos de pronóstico y, con ellos, prever con mayor certeza las precipitaciones y el caudal del río, elementos clave para la planificación energética.
“Los satélites son progresivamente más avanzados, con sensores más especializados que nos ofrecen datos validados científicamente. Esto permitirá pronosticar cuánta agua irá al río, identificar zonas propensas a inundaciones y preparar mejor a la población. En el caso de una hidroeléctrica, también permite estimar la generación de energía”, explicó.
Simulación del cambio climático
No obstante, aclaró que aún es muy temprano para establecer parámetros relacionados con el cambio climático, ya que por ahora el equipo está centrado en calibrar el modelo para generar pronósticos de caudal a corto plazo. Sin embargo, reconoció que es un tema interesante a abordar más adelante.
Mencionó también que están tomando como referencia un estudio reciente de la Universidad de Alabama, que muestra una bajante significativa en el caudal promedio de grandes ríos, incluido el Paraná, durante los últimos 30 años.
“Ahora nos estamos enfocando en el pronóstico de caudales del río a corto plazo. Estamos probando distintos satélites que miden la precipitación para mejorar la simulación. Cuando identifiquemos el más adecuado, podremos basarnos en sus datos para pronosticar el caudal. Solo entonces podré responder con certeza sobre la viabilidad de una simulación de cambio climático”, acotó.
Ciencia al servicio de la región
El hidrólogo destacó que estos meses de trabajo representaron una experiencia única, tanto por las herramientas como por el nivel profesional de los equipos de la NASA. Expresó su deseo de que los resultados del proyecto puedan ser útiles para Paraguay y para toda la región.
“Hasta ahora, los resultados son alentadores. Estamos en el camino de seguir ajustando y mejorando, con el objetivo de ofrecer un producto útil. Considerando que la NASA busca abrir sus datos a todos los países que deseen utilizarlos, para nuestro país es clave poder contar con información que nos ayude a gestionar mejor nuestros recursos hídricos —los ríos, los acuíferos, el clima—”, concluyó.
Cooperación interinstitucional de alto nivel
El desarrollo del proyecto de investigación sobre el río Paraná en el Centro Goddard de la NASA fue posible gracias a una articulación interinstitucional de alto nivel. El grupo ISAT, conformado por la NASA, la Universidad de Virginia (UVa) y el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EE. UU. (USACE), junto con el financiamiento parcial del Departamento de Estado de los Estados Unidos, conformó el núcleo técnico y científico de esta iniciativa.
La gestión administrativa y la intermediación de fondos fueron asumidas por el Programa Agua de las Américas de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que actuó como puente fundamental para viabilizar la cooperación internacional.
Por su parte, la Entidad Binacional Yacyretá recibió formalmente la convocatoria y solicitud de autorización por parte de la NASA, y autorizó la participación del profesional involucrado mediante resolución del Comité Ejecutivo Binacional, con la aprobación de ambos directores —paraguayo y argentino— y el pleno respaldo institucional para facilitar su incorporación al equipo de investigación.
Debido a los buenos resultados ya obtenidos, se ha agendado una presentación final el 7 de julio en el auditorio principal de la NASA, donde se compartieron los avances del proyecto. Para esta ocasión se cursaron invitaciones a autoridades representativas de las instituciones involucradas, así como a representantes consulares de Paraguay y Argentina, entre otros.
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Carnicero revela cómo evitar que la carne suelte agua al cocinarse
- Madrid. Europa Press.
Cocinar un filete a la plancha y ver cómo empieza a soltar agua es un problema habitual en muchas cocinas. Esto suele generar la idea de que la carne es de mala calidad o ha sido inyectada con agua, pero, según los expertos, hay otros factores que explican este fenómeno.
En este sentido, Alberto Salto, carnicero con más de 32 años de experiencia y conocido en TikTok como @el_as_carnicero, ha explicado en un vídeo los principales motivos por los que la carne libera jugos al cocinarse y qué se puede hacer para evitarlo.
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Por qué suelta agua
Según Salto, hay tres razones principales que explican por qué la carne suelta agua en la sartén o la plancha:
Carne demasiado fría: pasar la carne directamente de la nevera a la plancha provoca un cambio brusco de temperatura que hace que los jugos se liberen. Solución: “atempera la carne, déjala al menos 30 minutos fuera de la nevera antes de cocinarla”, recomienda el experto.
Plancha poco caliente: un error común es cocinar la carne en una plancha que no ha alcanzado la temperatura adecuada. “Si la plancha no está bien caliente, en vez de sellarse, la carne se cuece y pierde sus jugos”, advierte Salto. Para evitarlo, aconseja asegurarse de que la superficie esté bien caliente antes de colocar el filete.
Exceso de humedad en la superficie: la carne suele retener humedad, sobre todo cuando se saca del envase o del papel en el que ha sido envuelta. Según el carnicero, “si está mojada, al ponerla en la plancha, lo primero que hará es liberar ese líquido”. Para evitarlo, recomienda secar la pieza con papel de cocina antes de cocinarla.
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El sellado rápido
Más allá de estos factores, Salto comparte un consejo clave que aplican los expertos en cocina: sellar la pieza rápidamente para mantener los jugos en su interior. “El tip de un buen profesional y un buen carnicero es un buen sellado rápido”, asegura.
Esto se logra cocinando la carne a fuego alto durante unos segundos por cada lado, creando una costra que impide que los jugos se escapen. De esta manera, se consigue un filete más jugoso y sabroso.
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Paraguayos, hipermillonarios del agua
Por: Adelaida Alcaraz
El calentamiento global, la escasez de recursos energéticos y la producción alimentaria insuficiente generan una creciente inestabilidad a escala mundial. En este escenario, la crisis hídrica se perfila como uno de los desafíos más urgentes, con sequías cada vez más severas que amenazan la supervivencia humana y agudizan las tensiones geopolíticas. Mientras África, Asia y Europa padecen una disminución acelerada de sus fuentes de agua, América Latina aún dispone de una considerable abundancia de este recurso esencial.
Hace apenas unos días pasó casi desapercibido el Día Mundial del Agua. Para muchos paraguayos, fue un día sin importancia teniendo en cuenta la generosa cantidad de este recurso en el país. Al mismo tiempo, en redes sociales, un vídeo sobre los países con mayor reserva de agua dulce de América Latina colocaba a Argentina en el lugar 13, con 19.000 m3 por habitante; en los puestos 12 a 10, a Costa Rica, Nicaragua y Ecuador, con entre 22 a 24.000 m3/h; Panamá quedó noveno, con 31.000 m3/h; entre los lugares 8 y 4 quedaron Brasil, Colombia, Bolivia, Chile y Venezuela, con entre 40 y 47.000 m3/h; tercero Uruguay, con 51.000 m3/h; segundo Perú, con 54.600 m3/h, y en primer lugar Paraguay, con 55.600 m3/h.
Max Pasten, investigador del Centro Multidisciplinario de Investiga ciones Tecnológicas (CEMIT), dependiente de la Dirección General de Investigación Científica y Tecnológica de la UNA, e integrante del Grupo de Investigación en Formación en Ciencias del Cambio Global (GICCG),Facultad Politécnica, UNA, confirma la información y dice que, en particular, Paraguay sobresale al contar con aproximadamente 60.000 m³ de agua por habitante al año (PNUD, 2002), la cifra más alta del mundo, lo que lo convierte en un enclave estratégico en un planeta cada vez más sediento. Tal como lo señala el Primer Informe de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos del Mundo: “De todas las crisis, ya sean de orden social o relativas a los recursos naturales con las que nos enfrentamos los seres humanos, la crisis del agua es la que se encuentra en el corazón mismo de nuestra supervivencia y la de nuestro planeta”, expresa Max.
El experto explica que según diversos organismos internacionales y el PNUD, la creciente escasez de agua potable se debe principalmente a) al aumento de la demanda: el crecimiento demográfico y la acelerada urbanización incrementan significativamente la demanda de agua; b) el cambio climático: la alteración de los patrones de precipitación está modificando la frecuencia y severidad de sequías e inundaciones, afectando la variabilidad climática natural; c) la contaminación de los cauces hídricos: vertidos industriales, agrícolas y urbanos deterioran la calidad del agua en las principales fuentes y en cuatro lugar d) la gestión ineficiente: la infraestructura de distribución y saneamiento insuficiente contribuye a una administración deficiente de los recursos hídricos.
La precipitación media anual en Paraguay es de 1.130 mm, que supone unos 460 km3/año en todo el territorio paraguayo, agrega Alejandro. De este aporte, se convierten en Recursos Hídricos Renovables Internos (media a largo plazo) 117 km3/año, por lo que las pérdidas por evapotranspiración y evaporación suponen el 75 % de la precipitación. Los recursos hídricos renovables superficiales totales son 117 km3/año. Los recursos hídricos renovables subterráneos totales son 41,64 km3/año.
“Paraguay pertenece en su totalidad a la gran cuenca del río de la Plata, compartida con Brasil, Argentina, Bolivia y Uruguay. La superficie del Paraguay representa el 13 % de la cuenca del Plata”, refiere, y agrega que este recurso es clave para generar hidroelectricidad, para desarrollar la agroindustria y el transporte fluvial.
Los principales cuerpos de agua dulce en Paraguay incluyen los ríos Paraguay, Paraná y Pilcomayo, junto con sus tributarios, además de acuíferos como el Patiño y el Guaraní, que están distribuidos estratégicamente a lo largo del territorio, aclara María Rosa Servín Nasich, Ing. Agroambiental, Magíster en Manejo de Recursos Naturales y Gestión Ambiental del Territorio y doctora en Gestión Ambiental.
“El río Paraguay, además de ser el eje principal de transporte fluvial que maneja el 80 % del comercio exterior, es vital para la agricultura. Por su parte, el Acuífero Guaraní abastece al 90 % del sector rural, proporcionando agua para riego y consumo humano”, precisó.
Además, señaló que los ríos Paraná y Paraguay sostienen las represas de Itaipú y Yacyretá, que generan energía hidroeléctrica para el consumo interno y la exportación, siendo pilares de la economía nacional. “Estos recursos hídricos en conjunto sustentan actividades económicas clave como la agroindustria, el transporte, la pesca y la producción de energía, contribuyendo aproximadamente al 25 % del PIB nacional”, dice la experta.
También advierte que Paraguay podría capitalizar sus reservas de agua en un mundo donde el agua es cada vez más valiosa, esto mediante iniciativas como la exportación de energía hidroeléctrica con valor agregado, por ejemplo, produciendo hidrógeno verde a partir de los excedentes generados por Itaipú y Yacyretá. La tecnificación de la agricultura, incluyendo sistemas de riego por goteo, permitiría optimizar el uso del agua en cultivos y ganadería, reduciendo el consumo y mejorando la productividad. El desarrollo de tecnologías innovadoras para la gestión hídrica y la conservación de recursos, tanto para uso interno como para exportación como servicios especializados, también representa una oportunidad estratégica, opina.
Osvaldo Barresi, quien cuenta con un doctorado en Ciencias ambientales e Hidrología y se encuentra en Francia, dio su parecer en cuanto a este valioso recurso y habló de los cuidados que se deben tener en cuenta para protegerlo.
“Primero, tener un plan concreto de gestión del agua en un contexto de cambio climático, es decir, ante eventos climatológicos extremos más frecuentes, como las sequías. Las autoridades deben impulsar la cooperación entre diferentes sectores: agrícolas, industriales y urbanos para poder equilibrar la demanda de agua y evitar potenciales conflictos”, afirma.
Para hacer esto, la primera etapa es comprender el comportamiento del ciclo del agua en la región y cuáles son las tendencias actuales con respecto a su disponibilidad. Para ello, se debe fomentar un monitoreo serio de las condiciones hidro-climatológicas en las cuencas, subcuencas y acuíferos a través de todo el país. Esto permitirá, además, localizar los sitios del país más vulnerables a la falta de agua y actuar en consecuencia.
Finalmente, las autoridades deben promover la educación y conciencia pública con respecto al cambio climático, la disponibilidad y cuidado de la calidad de agua, indica.
La mayoría de los paraguayos no es consciente de la gran riqueza que posee y que en el futuro será aún más valiosa ante la crítica escasez mundial de agua. Por eso hay que prever los riesgos de sobreexplotación o contaminación que podrían ocurrir.
Osvaldo cuenta que existen trabajos de investigación en los que se constata la contaminación y bajante de agua de ciertos sistemas, como el acuífero Patiño, donde se detectó un balance hídrico negativo, la presencia de patógenos y otros contaminantes químicos. Además, el lago Ypacaraí que hoy en día puede ser considerado como un reactor de producción de cianobacterias que degradan la calidad de agua.
“La falta de tratamiento de efluentes en ciertas empresas localizadas en zonas urbanas de gran Asunción son una potencial fuente de contaminación. La gestión de residuos en la ciudad de Asunción, que representa una fuente importante de contaminación de aguas, debe ser reestructurada para asegurar la protección sanitaria de las personas”, finaliza.