Indican que Paraguay tendrá problemas con respecto al agua en aproximadamente 30 años, de no tomar medidas para proteger a los acuíferos. Foto: Archivo
En el Día Mundial del Agua, instan al cuidado de los acuíferos en Paraguay
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Cada 22 de marzo se conmemora el Día Mundial del Agua, elemento que, junto al aire que respiramos, son transversales para toda forma de vida en el planeta.
En nuestro país, poco a poco se está comenzando a tomar consciencia de la importancia del cuidado de popularmente conocido como “vital líquido”, y a pesar de estar presente en una zona con muchos recursos hídricos, se estima igualmente que podríamos llegar a sufrir ciertos niveles de escasez en algunas décadas más.
Esto no solo complicaría la situación por el uso mismo que se le da al agua para el mantenimiento de todo tipo de vida sino que, como es sabido, Paraguay tiene en sus notables recursos hídricos, la fuente de su energía renovable.
SERIOS PROBLEMAS EN 30 AÑOS MÁS
José Alvarenga Bonzi, responsable del departamento de Medio Ambiente de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), explicó que durante un encuentro realizado en la Embajada del Estado de Israel con expertos de ese país, estos le aseguraron que de continuar con la misma línea actual, Paraguay tendría serios problemas con respecto al agua en aproximadamente 30 años.
La experiencia que pudiera aportar el segmento científico-técnico de Israel al nuestro, sería de suma valía, teniendo en cuenta su liderazgo mundial en desalinización y tratamiento de aguas residuales.
“Como país, somos líderes en sostenibilidad como productores de energía limpia pero esa energía no vamos a producir si no cuidamos el agua. ¿Pero como cuidamos el agua?, solo recargando los acuíferos y eso se logra con el cuidado de los bosques, porque un solo árbol tiene la capacidad de filtrar 2.500 litros de agua”, explicó.
José Alvarenga, jefe del área de Medio Ambiente de la EBY, participó junto a otras autoridades, del encuentro del grupo Fuerza Verde. Foto: Gentileza
GRUPOS DE TRABAJO
El funcionario ambiental de la EBY manifestó están organizando grupos de trabajo para respaldar la política ambiental que se viene desarrollando desde el gobierno de Santiago Peña.
“Somos un paísresiliente al cambio climático y también estamos en una posición geoestratégica privilegiada a diferencias de otras latitudes del mundo, cuando hablamos de recursos hídridos. Generamos recursos alimenticios para casi 100 millones de seres humanos”, agregó.
Destacó que el objetivo de formar estos grupos de trabajo entre representantes de varias instituciones y organizaciones, es buscar que todos los sectores de la sociedad se involucren en esta campaña, que apunta también a modificar normativas, generar una profunda educación ambiental pero además, actualizaciones legislativas presentando proyectos que vayan en concordancia con la innovación y las nuevas tendencias mundiales acerca del cuidado del agua y del medio ambiente.
Alvarenga explicó que de por sí, este tipo de acciones mejoran los servicios de agua y del ecosistema en general, al controlar la calidad del agua.
INVOLUCRAR A TODA LA SOCIEDAD
Autoridades nacionales y regionales, líderes sociales, representantes del empresariado y de instituciones ambientales, técnicos ambientales, forestales, veterinarios y voluntarios, entre otros profesionales, ya comenzaron a mover el proyecto al que denominaron Fuerza Verde, en una primera convocatoria cerrada.
La preocupación principal relacionada al uso del agua en nuestro país, es que el 70% de nuestra población se nutre de agua de los acuíferos, por eso la importancia del cuidado de los bosques, explicó el alto funcionario de la EBY.
“Debemos participar activamente en nuestras comunidades, de manera influir positivamente en el debate y en las propuestas de políticas públicas, tendientes a la conservación de nuestros elementos naturales”, señaló Alvarenga.
Gobernador de Boquerón apunta a desafíos de provisión de agua potable y energía eléctrica
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El gobernador del departamento de Boquerón, Harold Bergen, realizó un resumen de los dos años al frente de la administración departamental, los trabajos que ya se realizaron y los desafíos que aún quedan por cumplir. En una región con unos 90.000 habitantes, con el 50 % de ellos que pertenecen a los pueblos originarios, el gobernante boqueronense apunta a dar soluciones a la provisión de agua, las condiciones de caminos, y habló de un nuevo desafío, la energía eléctrica.
Estos componentes son fundamentales para la producción en esa zona del país, que se caracteriza por la ganadería y también la agricultura, que tiene actualmente un importante avance, principalmente con la instalación de nuevas industrias.
“En el futuro, yo creo que nuestra limitación en el Chaco va a ser más energía que el agua, yo tengo un gran desafío, quiero solucionar el problema del agua hasta el 2028, con captación de agua y con tajamares grandes, con reservas de agua”, señaló Bergen, este viernes, en entrevista para el programa “Arriba hoy” de GEN y Universo 970 AM/Nación Media.
El gobernador señaló que actualmente, en el departamento la mayor producción, además de la ganadería, se centra en el algodón, el sésamo y la soja, éste último, con un repunte importante con la instalación de una nueva aceitera que acopió más de 120 toneladas de soja. Sin embargo, indicó que esta producción debe ser acompañada con infraestructura.
“La tierra del Chaco es muy productiva. Lo que nos falta es camino, tenemos 7.000 kilómetros de camino de tierra y es un desafío grande siempre los caminos, para fortalecer la producción necesitamos caminos, necesitamos llevar a la ganadería, la agricultura a su fin, entonces, los caminos es un gran desafío que tenemos en el Chaco”, refirió.
En cuanto a infraestructura, también señaló que será un gran beneficio la construcción de la Ruta Bioceánica. “No va a ser solamente para el Chaco, sino para todo el Paraguay, va a ser muy importante, porque va a abrir las puertas hacia ambos océanos. Entonces va a ser un beneficio para todo el Paraguay, y obviamente para el Chaco”, manifestó.
El gobernador Harold Bergen participó del programa "Arriba hoy". Foto: Pánfilo Leguizamón
Hambre cero
Por otra parte, también mencionó la ejecución del programa del Gobierno nacional, Hambre Cero en las escuelas, que en su departamento llega a 114 escuelas con 13.558 alumnos. Resaltó que esta plataforma de alimentación escolar fue fundamental durante la gran inundación que afecto a la región este año.
“Hasta ahora, el Hambre Cero llegó y fue también una salvación en la inundación porque en varias partes ya se llevaron antes y tenían comida, y en otras partes llegaron con tractores. No faltó durante la inundación”, expresó. Así también, sostuvo que este es un programa del Gobierno que tendrá un gran impacto a largo plazo, y que en este momento se debe cuidar y apoyar, no solo para las autoridades, sino también por parte de la sociedad.
“Yo estoy muy entusiasmado con Hambre Cero, yo quiero realmente quiero que esto sea un éxito, una visión muy grande del presidente, muy acertado, muy desafiante, sabemos que no es fácil, tenemos que esperar y ayudar para que llegue, hay muchas cosas, es muy complejo todo el sistema, pero si esto va a funcionar, eso depende de nosotros. Esto va a tener un impacto enorme, creo que no se dimensiona todavía el impacto que puede generar esto”, sentenció.
Colocan silla para alertar a automovilistas sobre presencia de caños rotos en Lambaré
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Vecinos del barrio Santa Lucía de Lambaré exteriorizaron su preocupación por el calamitoso estado en que se encuentra la avenida Cristóbal Colón, debido a caños rotos de la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay S.A. Incluso, tuvieron que colocar una silla para alertar a automovilistas y transeúntes de un enorme cráter que se formó en el punto que une con la calle Yvapovõ.
Según don Heriberto, un vecino que ofició de portavoz de los lugareños hace más de dos meses que hay pérdida constante de agua en las calles y pese a los reclamos no hay respuestas de las autoridades.
Manifestó que los perjuicios son tremendos para los conductores que circulan por la zona y tres vehículos ya rompieron piezas importantes tras atropellar los pronunciados baches.
“De a poco fue rompiéndose hasta que se rompió más y se hundió. Y ya hubo tres vehículos que rompieron su barra de dirección. Pusimos una silla para señalizar y evitar accidentes”, dijo al canal NPY.
Detalló que alrededor de su vivienda hay tres caños rotos de la Essap, lo que inunda las calles y rompe el asfalto, generando la pérdida de una importante cantidad del vital líquido.
“Tiene que ver la Essap la forma de venir a reparar. De lo contrario va creciendo y creciendo. Y cada día es peor”, se quejó.
El denunciante cuestionó también que pese a que se arregle, solo momentáneamente descansan del problema y luego ya vuelve a registrarse pérdidas de agua por causa de nuevas averías de los caños.
En la ladera de uno de los barrios más pobres y áridos de la capital peruana se alza el frondoso bosque de Esther Rodríguez. Foto: Ernesto Benavides/AFP
“La Selva Escondida” de una anciana indígena en Lima
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Lima, Perú. AFP.
En la ladera de una colina, en uno de los barrios más áridos y pobres de Lima, se alza un frondoso bosque. Esther Rodríguez, una indígena migrante, ha cultivado por años este oasis en la capital peruana, considerada la más desértica del mundo después de El Cairo. Rodríguez llegó a este lugar en la década de los ochenta tras huir de su natal Ayacucho, en la sierra sur de Perú, entonces azotada por el conflicto armado con la extinta guerrilla de Sendero Luminoso.
Movida por la nostalgia, quiso recrear el verde de su tierra. Hoy, a sus 85 años, es el alma de este singular bosque urbano de 4.000 m² —casi la mitad de un campo profesional de fútbol- en el corazón del distrito de San Juan de Lurigancho. “Me gusta vivir rodeada de mis plantas”, se regodea Rodríguez, una anciana de amplia sonrisa, en entrevista con la AFP.
Este paisaje con más de cien especies, incluidos árboles frutales y plantas medicinales, creó un llamativo microclima en Lima, ciudad de 10 millones de habitantes y una de las más contaminadas de América Latina. San Juan de Lurigancho, con 1,2 millones de habitantes, es a su vez el distrito más poblado y poluído, principalmente por su parque automotor obsoleto, según un estudio del Instituto de la Naturaleza, Tierra y Energía de la Universidad Católica. Rodríguez recuerda que mientras sus hijos iban a la escuela comenzó a sembrar plantas en su terreno rocoso, un refugio que se popularizó como una “selva escondida”.
En este oasis de flores, plátanos, mandarinas, aguacates y maracuyá zumban las abejas y revolotean las mariposas. Cerca, en un estanque lleno de peces, un colibrí se acicala. Antes “no había nada ni nadie en los cerros, así que poco a poco empecé a cargar cubos de agua”, para nutrir el naciente verde, sostiene Esther. Esther no se amilanó y pudo abrir tres pozos que hoy se conectan a la red de suministro de Lima. En la capital, el 6 % de la población no tiene aún acceso al agua potable, según estadísticas oficiales.
Cuatro de sus hijos ahora gestionan y mantienen la selva escondida, que desde 2020 recibe visitantes, especialmente escolares. “Queremos que este lugar sea una fuente de inspiración”, explica una de las hijas de la octogenaria, también llamada Esther. Abrirlo al público ha revitalizado la zona: se crearon senderos e instalaron bombas eléctricas para mejorar el riego, entre otras cosas. Cada visitante debe pagar seis soles (1,60 dólares). Más allá del aspecto turístico, la iniciativa también ofrece beneficios ecológicos.
Esta casi media “hectárea de bosque regula la temperatura y la humedad y mejora las condiciones sanitarias, especialmente en una zona donde las enfermedades respiratorias son comunes”, señala Fernando Regalo, ingeniero forestal de la ONG Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sustentable (FCDS). Y la familia que cuida este oasis todavía tiene una parcela por sembrar. “Se siente como si estuvieras en la selva, con los sonidos, los animalitos, los pájaros y los árboles”, se entusiasma Constantina Zevallos Mora, una de las visitantes del lugar.
Un total de 18 escuelas llevan adelante un programa educativo medio ambiental impulsado por el Equipo Inspectorial Medioambiental de la Sociedad Salesiana del Paraguay. Foto: Matías Amarilla.
Escuelas verdes: cuando la educación ambiental cambia familias y ciudades
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Por Lourdes Torres (lourdes.torres@nacionmedia.com)
Aplicar de manera trasversal la educación ambiental desde la primaria puedesignificar importantes cambios en la sociedad. Así lo confirman padres, docentes y alumnos de instituciones educativas que desde hace años están implementando un programa de estudio ambiental impulsado por el Equipo Inspectorial Medioambiental de la Sociedad Salesiana del Paraguay.
Son poco más de las 7 de la mañana, la densa neblina otoñal se va disipando con los primeros rayos del sol. En el aula del 8° grado se preparan con mucha ansiedad por salir al patio trasero de la Escuela Salesiana Pedro Ignacio Morínigo de la ciudad de Fernando de la Mora. Allí tienen una pequeña huerta escolar. Los acompaña el profesor Adolfo Ramírez, ingeniero agrónomo. La tarea del día es revisar cómo han quedado los pequeños plantines y el drenaje correcto del agua tras la intensa lluvia que se registró el día anterior.
El desarrollo de la huerta escolar forma parte del proyecto de formación y educación medioambiental impulsado por el Equipo Inspectorial Medioambiental de la Sociedad Salesiana del Paraguay gracias al apoyo de la Cooperación Alemana y el Engagement Global. Este programa es aplicado en 16 instituciones educativas salesianas y dos escuelas públicas del país.
La Nación/Nación Media conversó con la coordinadora del programa, ingeniera María José Llamosas, quien señaló que arrancaron en el 2021 con un plan piloto en 5 escuelas salesianas. Precisó que cerrar con éxito el primer año permitió asegurar el financiamiento para los siguientes periodos y agregó que a la fecha ya se está ejecutando en un total de 18 instituciones educativas, llegando a más de 11.000 estudiantes.
“Desarrollamos un documento que sirve a los docentes como base para poner en práctica la educación ambiental en los colegios. Y aparte de ese documento también se realizan ciertas medidas concretas en favor del cuidado del medio ambiente”, indicó.
Detalló que desde la red salesiana dan seguimiento al proceso de aplicación del programa educativo medioambiental, acompañando al docente en el aula, colaborando en las prácticas a fin de que el desarrollo ambiental sea sostenible en el tiempo. Además, involucra a padres y otros actores de la comunidad educativa.
El desarrollo de pequeñas huertas escolares permite el desarrollo de competencias y disciplinas, permitiendo a los alumnos probar, experimentar y aprender haciendo. Foto: Matías Amarilla
Probar, experimentar y aprender
El programa se está aplicando en todos los niveles educativos de la escuela Pedro Ignacio Morínigo permitiendo el desarrollo de un importante número de competencias y disciplinas, además de probar, experimentar y aprender haciendo.
La directora de la institución, licenciada Rosa Marengo, destacó a La Nación/Nación Media que la huerta escolar les permite promover una conciencia de cuidado y respeto al medio ambiente. Sumado alaprendizaje sobre alimentación saludable, impulsando valores como la paciencia, responsabilidad, compañerismo, y compromiso.
Indicó que a la par del cultivo de hortalizas, también siembran plantas medicinales para que los alumnos las conozcan y aprendan sobre sus propiedades. Asimismo, continúan con el programa de reciclados que ya desarrollaron con mucho éxito el año pasado.
“Hace 4 años que trabajamos con este programa medioambiental y creo que ya es sostenible en el tiempo. Los chicos están muy entusiasmados, al igual que sus padres, que están muy pendientes del desarrollo de las actividades. Es muy interesante la forma en la que los chicos aprenden sobre el cultivo de hortalizas, porque ellos no tienen ese contacto agrícola, entonces, se sorprenden de donde provienen ciertas verduras u hortalizas”, indicó.
En tanto la profesora Fabiola Gómez, docente del 5° grado de los turnos mañana y tarde, destacó la importancia de trabajar con los alumnos la idea del cuidado del medio ambiente, enfatizando la importancia del reciclaje y el cultivo de la huerta para una alimentación saludable.
Mencionó que actualmente están con los plantines de lechuga, cebollitas, perejil, espinacas, acelgas; mientras que las plantas medicinales son boldo, menta, cedrón.
“Es importante porque ellos ven el proceso de crecimiento, de desarrollo de las plantas. Considero que es un programa muy enriquecedor para las escuelas, en general. Permite que los niños repliquen lo aprendido en sus hogares, es así que varios ya comenzaron a tener sus pequeñas huertas en las casas”, comentó la directora.
Educación trasversal
Llamosas, coordinadora del Equipo Inspectorial, señaló que para un mejor aprovechamiento del programa de estudio se volvió transversal al resto de la malla curricular.
Indicó que para su implementación en las escuelas se firmaron convenios de cooperación con las instituciones. Así también, cuenta con la revisión por parte del Ministerio de Educación y Ciencias a través de la Dirección de Desarrollo Educativo, que hace el control y la verificación del plan, certificando que es apto para el uso en escuelas en Paraguay.
El desarrollo de la huerta escolar les permite promover una conciencia de cuidado y respeto al medio ambiente. Foto: Gentileza
“A la par de trabajar con el MEC, coordinan con el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) los contenidos ambientales acordes a la actualidad. Esto, tras notar una falencia en la educación ambiental en cuanto a trazabilidad, como bien lo establece el currículum de la educación paraguaya. Justamente, la red Salesiana ha colaborado para mejorar la trazabilidad”, precisó.
La profesora María Cristina Snead agregó, por su parte, que no hubo necesidad de alterar mucho los indicadores de cada una de las materias para lograr la trasversalidad del programa.
Cambio de hábitos
La ingeniera Llamosas mencionó que si bien al principio costó un poco que el programa se trasversal, con el paso del tiempo tanto alumnos como docentes fueron comprendiendo la temática y les resultó más fácil ponerla en ejecución.
“Es un proceso ambiental, generalmente a largo plazo; pero, a corto plazo también se ven cambios, sobretodo en los estilos de vida. Son pequeñas cosas o acciones, cambio de hábitos, de actitud y estilos de vida en las personas”, acotó.
La profesora María Cristina Snead, docente y referente del Equipo Inspectorial Medioambiental del Colegio Don Bosco de Ypacaraí, resaltó que desde que comenzaron a implementar el programa están observando cambios de hábito en los alumnos, que se han convertido en celosos agentes de cuidado del medio ambiente.
Es así que ya han experimentado varias acciones por iniciativas de sus propios alumnos, que luego de aprender la importancia de la clasificación de los residuos comenzaron a colocar tachos de basuras diferenciados frente a sus hogares.
Recordó que los alumnos, al ver que los recolectores de basura no respetaban la clasificación y al final los residuos terminaban todos de vuelta mezclados en los camiones, volvieron enojados a la escuela, pero no se quedaron con los brazos cruzados.
“Por iniciativa de ellos, llegaron a los intendentes municipales de Itauguá, Ypacaraí, Pirayú, Areguá y Caacupé -rango de influencia del colegio Don Bosco de Ypacaraí- para plantear y buscar soluciones con las autoridades locales”, comentó.
La docente contó otro caso, la queja de una alumna de la institución por la quema de basura por parte de su vecina y lageneración de humo. Así fue que sus compañeros decidieron escribir cartas a la vecina. En total, se juntaron 30 misivas en las que se explicaban los efectos nocivos de la quema de basura.
Los alumnos aprenden la importancia del cuidado del medio ambiente, asumiendo el compromiso de ser celosos vigilantes. Foto: Gentileza
Resiliencia al cambio climático
Dentro de este programa de estudio ambiental, la ingeniera Llamosas destacó que trabajan en un total de 10 ejes temáticos, de los cuales dos están directamente enfocados al cambio climático y la gestión de riesgos de recursos con enfoque en la resiliencia.
Explicó que el objetivo es que la comunidad educativa aprenda a identificar los factores de riesgos y luego sepa cómo sobrevivir al cambio climático.
“El primer factor es identificar cuáles son los riesgos y después ir viendo cómo mitigar, o cómo tener resiliencia al cambio climático. Por ejemplo, las escuelas del Chaco tienen problemas tangibles, como la sequía, las inundaciones y los incendios forestales, que les llegan prácticamente a las escuelas y a las casas. Buscamos que desarrollen el pensamiento crítico y de parte de ellos mismos salga esa identificación de factores de riesgo, que hagan su diagnóstico ambiental o su diagnóstico de riesgo, su mapa de riesgo”, ejemplificó.
Por último, precisó que se trata de una experiencia maravillosa trabajar con los chiquitos, porque están interesados en aprender lo que es educación ambiental. “Ellos asumen el compromiso y se vuelven celosos vigilantes del medio ambiente. Realmente, para nosotros, ha sido una experiencia maravillosa trabajar con los niños en educación ambiental. Creo que nos dará un futuro ecológico seguro y que está generando verdaderos cambios en los niños y en sus familias”, concluyó.