Para el próximo viernes 31 de enero y sábado 1 de febrero, se tiene prevista una nueva edición del festival del batiburrillo, siriki y chorizo sanjuanino en el departamento de Misiones. Hoy jueves, se realizó el lanzamiento oficial de este encuentro que busca reunir a una importante cantidad de personas.
Se trata de la XXIV edición del Festival Internacional del Batiburrillo, Siriki y Chorizo Sanjuanino, que todos los años se celebra en la localidad de San Juan Bautista Misiones. Durante dos jornadas se tendrá buena música, bailes y ferias de emprendedores, pero lo más importante es la venta de los tradicionales platillos y competencias.
El encuentro se realizará en la plaza Boquerón de la citada localidad donde durante la noche se desarrollará un festival que contará con la presencia de músicos locales e internacionales provenientes de Argentina y Brasil. También, tendrán como invitados a bailarines y show artísticos nacionales.
En tanto que en la plaza Mariscal Estigarribia, durante ambos días en horario de la mañana realizarán la feria Mangoré, donde emprendedores ofrecerán comidas tradicionales de la zona como son el batiburrillo y el chorizo sanjuanino; también se degustará la tradicional bebida que es el siriki.
“Todo esto es algo tradicional muy nuestro. El siriki es una bebida tradicional que se bebe antes de comer el batiburrillo, se complementan. Los ingredientes son limón sutil, caña blanca al 40 %, soda o agua gasificada, más abundante hielo”, explicó Laura López, en entrevista con el programa “Dos en la Ciudad” de canal Gen y Universo 970/Nación Media.
Durante la presentación de este XXIV festival informaron que las entradas a todos los shows como de la feria serán totalmente gratuitas. Los artistas locales invitados son: Francisco Russo, Los Ojeda, entre otros, desde Argentina vendrán Los Fuelles y desde Brasil llegarán Gregorio y su grupo.
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Canadá: conductor embiste a decenas de personas y deja 11 muertos
Un conductor mató a 11 personas y dejó decenas de heridos la noche del sábado al estrellar su automóvil contra una multitud en un festival filipino en Vancouver, oeste de Canadá, informaron las autoridades, que descartaron un “acto terrorista” durante la campaña electoral.
El ataque ocurrió durante el último fin de semana de la campaña electoral del país. Los canadienses irán a las urnas el lunes para unas históricas elecciones parlamentarias. El agresor fue reducido por la multitud antes de ser arrestado por la Policía, que declaró estar “convencida de que este incidente no fue un acto terrorista”.
El sospechoso, de 30 años, sufría problemas de salud mental y tenía un historial significativo de interacciones con la policía y profesionales de la salud, dijo el jefe de la policía, Steve Rai, en conferencia de prensa. “Aunque no puedo hacer comentarios en este momento sobre un posible motivo, puedo decir ahora con confianza que las pruebas de este caso no nos llevan a creer que se trate de un acto terrorista”, añadió.
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“Ya hay 11 víctimas mortales confirmadas, y creemos que hay decenas más de heridos, algunos de ellos graves”, prosiguió Rai. El jerarca advirtió que el número de víctimas mortales podría aumentar. Según él, “este es el día más negro de la historia de Vancouver”.
El primer ministro canadiense, Mark Carney, calificó el incidente como “una embestida con vehículo” y afirmó que “no hay amenaza activa” para la población, durante un discurso el domingo.
“En estado de shock”
El hecho se produjo el sábado, poco después de las 20:00 (03:00 GMT del domingo), cuando miembros de la comunidad filipina se congregaron a celebrar el Día de Lapu Lapu, un líder anticolonialista filipino del siglo XVI. Abigail Andiso dijo al Vancouver Sun que escuchó fuertes ruidos y luego gritos: “Había cadáveres. Estaban aplastados. Algunos ya estaban muertos en el momento”.
Imágenes publicadas en internet y verificadas por la AFP muestran un todoterreno negro con el capó dañado en una calle llena de escombros, junto a socorristas atendiendo a personas en el suelo. Sheila Nocasa, que se encontraba en el lugar poco antes del incidente, contó a la AFP que estaba “en estado de shock” y “desolada”.
Muchas comunidades asiáticas, sobre todo chinas, indias y filipinas, viven en el oeste de Canadá, muchas de ellas en los alrededores de Vancouver, la tercera ciudad del país. El presidente filipino, Ferdinand Marcos, declaró en un comunicado que estaba “completamente destrozado al enterarse del terrible incidente”.
“Aún no encontramos las palabras para expresar la profunda angustia que nos ha causado esta tragedia sin sentido”, declaró en Instagram el grupo comunitario Filipino BC, organizador del evento del sábado. El rey Carlos III de Inglaterra, jefe de Estado de Canadá, expresó el domingo su “profunda tristeza” por “esta terrible tragedia”.
“Cuerpos por todas partes”
Dale Selipe, testigo presencial, declaró al Vancouver Sun que vio a niños heridos en la calle después de que el vehículo embistiera a la multitud. Fotos publicadas por la cadena canadiense CBC mostraron a equipos de emergencia en el lugar de los hechos, y grandes multitudes en la fiesta.
El agente de seguridad del festival, Jen Idaba-Castaneto, describió al portal de noticias locales Vancouver Is Awesome que vio “cuerpos por todas partes”. “Quedé impactada al enterarme de la noticia”, declaró a la AFP Julie Dunbar, una jubilada de la capital, Ottawa, el domingo por la mañana. Recordó con tristeza que “lo mismo ocurrió en Toronto” en 2018, cuando un hombre mató a 11 personas con una furgoneta. “Tengo miedo de la sociedad en la que vivimos”.
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El arrollamiento se produce un año después de que el canadiense Nathaniel Veltman fuera condenado a cadena perpetua por atropellar con su camión a una familia musulmana en la calle en Ontario en 2021. Esta sentencia fue la primera en Canadá en establecer un vínculo entre el supremacismo blanco y el terrorismo en un caso de asesinato.
Los canadienses acuden a las urnas el lunes tras una frenética carrera electoral en la que los candidatos han cortejado a los votantes con temas como el aumento del costo de vida y la lucha contra los aranceles del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Carney es favorito para ganar los comicios después de asegurar a los votantes que puede hacer frente a la avalancha de aranceles de Washington.
Fuente: AFP
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Tañarandy se iluminó gracias al legado de Koki Ruiz
Por Karina Ríos (karina.rios@naciomedia.com)
En medio de la tristeza y la nostalgia que invade a cada habitante de San Ignacio Guazú, departamento de Misiones, por la partida de Delfín Roque Ruiz, más conocido como Koki Ruiz, ayer como cada Viernes Santo se desarrolló Tañarandy y como todos los años fue un momento inolvidable.
Este año congregó a más personas y los pobladores, así como los hijos del artista plástico, coinciden en que esta edición fue gracias a que el artista lo dejó todo encaminado y sus enseñanzas se convirtieron en un legado invaluable para el Paraguay.
En la querida ciudad de Koki Ruiz todos lo recuerdan y aseguran que sienten su presencia especialmente en las semanas próximas a la Semana Santa, la festividad religiosa que él impuso en su comunidad desde niño junto con su madre Rosa.
“Mi padre nos dejó la vara muy alta, pero es muy esperanzador porque como la gente fue sumándose fue muy natural y esa es su herencia, toda esta tradición y la gente apoyó muchísimo a que todo continúe de la manera que Koki lo hacía. Para nosotros fue como un consuelo muy grande poder hacer que todo esto continuara y no sentir la ausencia de un Viernes Santo”, dijo Almudena Ruiz, hija del artista, en entrevista con La Nación/Nación Media.
Resaltó que están muy felices con el legado que dejó su padre en su comunidad y para cada paraguayo, porque se trata de uno de los eventos religiosos más grandes. “No han pasado ni cuatro meses de su partida y para nosotros es muy importante poder seguir con Tañarandy. El aporte de cada persona, de su equipo y su familia hizo posible esto, porque cada uno guardaba alguna información o una partecita de cómo hacer las cosas y todo eso hizo que saliera de esta manera”, apuntó.
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Cuadros vivientes
Una vez que los peregrinos llegaron hasta la barraca comenzó la puesta de los cuadros vivientes, otra de las grandes obras del artista plástico, en el que se pudo apreciar la última cena y una de ellas fue representada por sus hijas y las 12 personas que trabajaban para él. También se exhibieron la imagen de Chiquitunga, San Francisco y el San Ignacio, todas originales del retablo.
Como cierre en una de las escenas aparecieron sus dos hijas y todos los que trabajaron con él para la puesta de la última cena, pero el espacio del centro estaba libre, este pertenecía a Koki Ruiz, en ese lugar solo yacía solo la copa de vino junto al pedazo de pan. En el camino antes de llegar a la barraca se podían apreciar unos cosecheros que representaban sus cuadros.
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Un año muy pesado
Este fue el primer año sin Koki Ruiz en la comunidad. Todos lo recuerdan como una persona muy alegre y que estaba siempre en cada paso de lo que era Tañarandy y que no se le pasaba ningún detalle. Aseguraron que él salía a recorrer la barraca pasado el mediodía del Viernes Santo y que recibía a las personas con una sonrisa, con mucho orgullo les invitaba a que no se pierdan del evento.
“Este año nos tocó un poco más pesado, porque esta mañana no vino Koki a traerme a la Virgen de la Dolorosa y fue un poco diferente, muy fuerte. En todos los espacios le vemos a Koki indiscutiblemente se está haciendo todo como él siempre quiso, eso cumplimos, todos los detalles que él quería con el respeto que se le da”, detalló a La Nación Gloria Acosta, quien desde hace 12 años viste a la imagen de la Dolorosa.
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Con su madre en silla de ruedas, renuevan sus votos espirituales en Tañarandy
Por sexto año consecutivo, una familia con raíces polacas y paraguayas renueva su compromiso espiritual en Semana Santa, honrando la memoria de Koki Ruiz y acompañando a Josefa Lorenza Krujowski, una mujer de 87 años que, a pesar de las dificultades y estar en silla de ruedas, no pierde la devoción por esta tradición en Tañarandy.
Graciela Ruiz Díaz viaja desde Asunción hasta el departamento de Misiones con su madre en silla de ruedas para acompañar a la Virgen Dolorosa, casi un kilómetro por los senderos de la localidad. “Venimos para aislarno del ruido, concentrarnos en lo espiritual y ofrecer nuestros sacrificios”, explicó.
Para la familia, esta experiencia no solo es un acto de fe, sino también una promesa: “Es por mis hijos, por mi familia y por la conversión de todos”, relató doña Graciela. Este año la ausencia de Koki Ruiz, el artista cuyo arte se inmortalizó en este evento, les dejó un sabor amargo. “Siempre fue alegre, nos reconocía y hablaba con nosotros. Extrañamos su presencia”, mencionó.
Josefa, nacida en Polonia, llegó a Paraguay hace 56 años como parte de la ola migratoria posterior a la Segunda Guerra Mundial. Aunque hoy habla poco, su historia sigue viva y el vínculo con Ruiz era especial.
Como cada Semana Santa, la comunidad de Tañarandy se convierte en el corazón espiritual de la Semana Santa paraguaya, y este Viernes Santo no es la excepción. Una gran cantidad de personas ya se han congregado en el lugar para vivir una de las manifestaciones culturales y religiosas más conmovedoras del país.
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Museo Jesuita de Santa María permanecerá abierto hasta el Domingo de Pascua
En Santa María, Misiones, a unos 233 kilómetros de Asunción, se encuentra el Museo Diocesano de Arte Jesuítico, que preserva imágenes talladas en madera por indígenas instruidos por los jesuitas. En estos días santos, el sitio ya ha recibido a cientos de personas y abrirá con normalidad hasta el domingo a la espera de visitantes. Cada pieza que se encuentra en el lugar es única y digna de ser admirada.
Al ingresar por la puerta principal, uno se traslada a la época de los jesuitas; el olor a madera impregna el sitio, y las anchas paredes hacen que la frescura permanezca en el interior. En el lugar, uno es recibido por Irma Ramírez, quien brinda instrucciones para el ingreso, y luego son guiados por Lelis Martínez, historiadora, que va explicando cada pieza a los visitantes.
Una de las piezas más importantes del museo es el Cristo crucificado, que se encuentra junto a las tres Marías y San Juan. En este lugar se albergan casi 60 piezas, todas talladas en madera por manos indígenas. Además, se preservan algunos pedazos, muebles y atributos, llegando a 70 piezas en total.
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“Este año recibimos menor cantidad de personas; por ejemplo, el año pasado recibimos a grupos de entre 30 a 40 personas y este año se redujo entre 10 a 15. Tenemos disponible a tres guías que acompañan a los grupos. Creemos que la población ya no está interesada en visitar los museos como antes”, detalló Ramírez, en entrevista con La Nación/Nación Media.
Por su parte, Lelis explicó que todo el espacio data de mediados del siglo XVII y las esculturas son íntegramente de indígenas guaraníes. “Desde hoy comenzaron a venir personas, y la verdad es que no hay mucha participación comparando con años anteriores; es un número muy disminuido. La parte religiosa se va dejando de lado y se inclinan más por lo turístico”, puntualizó.
Entre las obras destacan la del fundador de la compañía, San Ignacio de Loyola; María Magdalena; San Sebastián; la Virgen de los Dolores; San Estanislao de Kostka; San Luis Gonzaga y San Pedro. Cada pieza tallada contiene, al pie, la descripción de la historia del santo. Para ingresar al museo se debe abonar G. 20.000.