Como en otras ocasiones, la inclemencia climática no fue impedimento para que los fieles cristianos lleguen hasta la Villa Serrana para pagar su promesa o simplemente para dar gracias por los favores o las gracias recibidas.
Desde distintos puntos del país, algunos a pie, otros en colectivo y también en vehículo particular, los fieles católicos llegaron hasta la capital de la fe paraguaya para honrar a la Inmaculada Concepción, más conocida como la Virgen de Caacupé.
Sin distinción de edad ni sexo, los promesereos llegaron, chicos, jóvenes y adultos, todos con fe, la devoción y la esperanza. Para los creyentes, estar junto a la Virgen de Caacupé en este día especial es la mejor manera de agradecer por su bendición en este año que va terminando.
“Es muy emocionante estar junto a ella en este día. Cada uno le agradece y le sirve como puede”, dijo una promesera que llegó desde Misiones, caminando desde el desvío de Piribebuy. Sofía tiene 49 años y viene caminando con sus hijos para agradecer que terminaron los estudios, uno en la universidad y otro del colegio.
Protegidos con paraguas o con pilotonines, la gente llegó en las últimas horas utilizando distintos métodos: a pie, en auto, colectivo, bicicleta, caballo y carreta. Los que llegaron más temprano pudieron descansar algo antes de emprender nuevamente regreso.
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Casa Taller Koki Ruiz: lugar de memoria y pulsión artística
- Jorge Zárate
- jorge.zarate@nacionmedia.com
- Fotos: Archivo/Gentileza
Como una manera de seguir su legado, las hijas del recordado maestro de las artes plásticas planean generar un espacio de arte colectivo en La Barraca, San Ignacio Guasu, Misiones, donde tradicionalmente culmina la procesión de Tañarandy cada Viernes Santo desde hace más de 30 años. Están dando sus primeros pasos, concibiendo las primeras obras y planean habilitar una fundación para luego perseguir el sueño de habilitar un museo permanente de la obra de su padre.
“Abriremos las puertas de la Casa Taller Koki Ruiz, en La Barraca”, cuenta Macarena Ruiz, hija del querido artista plástico, explicando que lo hacen buscando mantener su legado en “el lugar donde él vivió, creó y soñó”
Según comenta, “vamos a empezar vendiendo piezas de arte inspiradas en la obra de mi papá, para continuar con el sueño de tener un taller de artesanos, una comunidad de artistas”, apunta.
Una tarea que el propio Koki inició con el taller Felipe Santiago Apocatú, nombrado así en homenaje a un artesano indígena de la época de las reducciones, donde, acompañado de amigos artistas de San Ignacio, buscaban recuperar el espíritu creador de aquellos aprendices que se hicieron verdaderos maestros.
“Hacían reproducciones de piezas decorativas y algunas tallas de la época jesuítica como ángeles querubines, músicos, con volutas, con flores, una experiencia muy rica”, dice Macarena desde Tañarandy, “la tierra de los irreductibles”, colonia vecina a San Ignacio, Misiones, a 230 kilómetros de Asunción.
Esa tarea fue un antecedente importante para lo que desarrollaría luego en el intenso trabajo comunitario que alumbró los afamados retablos que prepararon para la visita del papa Francisco y se emplazaron en el parque Ñu Guasu en 2015 y en los actos por la beatificación de Chiquitunga realizados en la Nueva Olla del Club Cerro Porteño en junio de 2018.
CONTINUIDAD
“Queremos que eso continúe, honrar el sueño que tenía”, apunta señalando que los primeros trabajos irán enfocados a la creación de “piezas inspiradas en sus cuadros, con las temáticas de canoeros y lavanderas que caracterizaron a Koki”.
Tal es así que en la casa taller ya se encuentran trabajando Macarena, su hermana Almudena; el tallador Ramiro Corbalán, Joel Maidana y Muñeca Rodríguez con las primeras obras que próximamente saldrán a la venta.
“No está todavía abierta al público, pero esta semana publicaremos en nuestras redes fotos de las piezas y a partir de cuándo la gente puede acercarse a adquirirlas”, explica.
La idea es, a partir de los recursos que se generen, abrir una fundación que les permita reactivar talleres y residencias en la casa taller “para que todo sea tal cual como en el inicio, donde más cantidad de artesanos puedan aprender, formarse y hacer piezas que tengan que ver con el estilo barroco de las reducciones jesuíticas, por ejemplo”, dice.
“Si bien Koki vivía de los cuadros que hacía, lo que le gustaba era tener a su equipo y trabajar en conjunto. Su sueño fue poder tener ese estilo de vida y creó sus trabajos más importantes junto al equipo y queremos recrear eso”, apunta.
INSPIRACIÓN
“Las primeras tallas de madera reproducen a varias lavanderas que fueron pintadas en el estilo con el que él lo hacía, cuadros muy coloridos de las mujeres lavando la ropa”, adelanta.
“Estaremos atentas a la repercusión que podamos tener, entender si estamos en el camino correcto, es como una prueba y estamos avanzando de a poquito”, señala.
En este momento “estamos trabajando con gente que conocemos, se comunicó un grupo de artistas que quería venir a conocer, pero les dijimos que todavía no será en esta etapa. Ahora damos este paso para ver si se venden las obras y poder ir al siguiente paso, que sería habilitar la fundación”, concluye.
El sueño de un museo
“Este es un primer paso para poder abrir la fundación y hacer posible más adelante un museo de Koki Ruiz”, describe Macarena Ruiz sobre el inicio de actividades en la casa taller en La Barraca, donde el gran artista nacional concebía sus obras.
Con miras al museo, se están buscando obras para incorporar al acervo. “Tenemos tres cuadros que pudimos conseguir y queremos que el museo tenga un lugar fijo para exponer siempre sus obras, pero sería el último paso de este proyecto”, señala.
Macarena cuenta que hay galeristas que tienen una importante cantidad de obras de Koki y que algunos esbozan la posibilidad de una muestra de sus obras, difíciles de conseguir y de buen precio en el mercado de arte local.
“Casa Taller le llamamos porque es en La Barraca donde hoy él descansa y donde creó todas las obras que más conocemos”, destaca del espacio.
“Sus inicios fueron en Asunción, donde le iba bien pintando y vendiendo individualmente. De hecho, lo podía seguir haciendo, pero al venir aquí a San Ignacio dio otro paso más en su creación, al estar en comunidad, en su casa taller, todo partía de aquí, así que para nosotros es un espacio/refugio de su memoria y hogar del pulso de su arte”, expone.
“Aquí seguimos trabajando con nuestras manos, transformando la materia humilde –la misma que siempre estuvo presente en este lugar– en obra viva. Cada pieza que nace en este taller busca mantener vivo su espíritu, su mirada y su forma de entender el mundo. Porque hoy, la casa taller no es solo un lugar: es una proyección de sus obras y un homenaje de quienes lo recordamos a través de su arte”.
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“Sin fe es imposible agradar a Dios” (Hebreos 11.6)
- Emilio Agüero
- Pastor
Si quiere agradar a Dios, tenga fe, y si va a agradar a Dios, no importa a quien desagrade. Por otra parte, si no va a agradar a Dios, no va a importar a quién le agrade. Agradar a Dios es lo más importante.
Confíe en Dios, no en el hombre. El hombre es finito y está contaminado de maldad y limitaciones. Casualmente, el versículo que nos habla de confiar en Dios y no en el hombre está en el centro de las Escrituras.
El capítulo más largo de la Biblia es el Salmo 119, con 176 versículos. El capítulo más corto es el Salmo 117, con tan solo 2 versículos. Entre ambos salmos está el Salmo 118, y en el verso 8 dice: “Mejor es confiar en Jehová que confiar en el hombre”. Así que Dios puso como centro en su Palabra que confiemos en Él más que en los seres humanos.
La fe que viene de Dios nunca termina. La obra que Él empieza siempre la acaba (Fil 1.6). La fe es un don de Dios, no se logra por esfuerzos humanos ni tampoco se puede heredar fe, porque la fe es personal. Claro que estamos llamados a inculcar la fe en nuestros hijos, a instruirles en los consejos divinos, pero, allá al último, es de Dios que viene esa fe salvadora. A nosotros nos toca ser humildes y abiertos, el orgullo impide que esa fe fluya. El apóstol Pedro dijo que Dios resiste al soberbio y da gracia al humilde (Stg 4.6).
En la Biblia, vemos cómo Dios quiere bendecir al hombre, pero la incredulidad del ser humano lo lleva a una rebeldía e irreverencia hacia su Creador. Faraón hizo, en reiteradas ocasiones, caso omiso al llamado de Dios, hasta que llegó un momento en el cual Dios mismo lo endureció, no sin antes darle varias oportunidades.
La incredulidad en Dios es la matriz de todas las rebeldías hacia Él. Jesús dijo en Juan 16 que el Espíritu Santo convencería al hombre de pecado, por cuando no había creído.
El pecado que lleva al infierno, según Jesús, es la incredulidad, o sea, la negación de Dios y de Cristo. Israel cometió todo tipo de pecados contra su Dios por la incredulidad, y esto es así porque, cuando el filtro de la fe en Dios, del concepto de lo bueno y lo malo, según la moral bíblica, es quitado, la persona está totalmente preparada para aceptar cualquier tipo de engaño como verdad.
De hecho, el libro de 2 Tesalonicenses 2.10-11 dice que la última generación antes del juicio será una generación que no amará la verdad sino que recibirá la mentira. C.K. Chesterton decía: “Cuando uno no cree en Dios, no es que ya no cree más nada, sino que ahora está preparado para creer cualquier cosa”.
La fe en Dios dignifica nuestras vidas, sin fe llegamos a la conclusión de que solo somos una bolsa de células sin identidad, propósito, valor ni transcendencia en esta vida. Vinimos de la nada, somos una casualidad y nuestro destino es la nada eterna, el panorama que presenta es absolutamente desolador.
Sin embargo, la fe en Dios nos da identidad, responde preguntas trascendentales del ser humano como: de dónde venimos, a dónde vamos, qué hacemos acá, cuál es nuestro propósito y, después de la muerte, la vida eterna. Más allá de que uno crea o no en estas cosas, lo cierto es que ambas cosmovisiones son totalmente contrarias y una da todo y la otra nada.
Adán y Eva no creyeron en la Palabra de Dios. Él les había dicho que no comieran del fruto prohibido, pero ellos creyeron la voz de la serpiente que les decía que, lejos de morir, serían como Dios. Y su incredulidad los llevó a la perdición.
Hoy día sigue el mismo espíritu. Creemos que somos dioses para nosotros mismos, pero estamos perdidos; morimos de a millones y nadie tiene el verdadero control de su vida. Pero Jesús dijo: “Creed en Dios y creed también en mí”, y al incrédulo Tomás le aconsejó: “No seas incrédulo sino creyente”.
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Peregrinación anual a La Meca inicia bajo un fuerte calor
- La Meca, Arabia Saudita. AFP.
Más de un millón de fieles musulmanes iniciaron este miércoles los ritos de la gran peregrinación anual a La Meca, con las autoridades movilizadas para evitar que se repita el drama del año pasado, cuando más de 1.300 peregrinos murieron por calor extremo.
Reunidos en la primera ciudad santa del islam con temperaturas cercanas a los 40 ºC, los peregrinos empezaron con el rito del ‘tawaf’, que consiste en dar vueltas alrededor de la Kaaba, la estructura cúbica negra en la que convergen musulmanes de todo el mundo para rezar, en el corazón de la Gran Mezquita mecana. Otros llegaron a Mina, un valle a pocos kilómetros de La Meca, según la agencia de prensa oficial saudita (SPA).
Allí pasarán la noche en tiendas climatizadas, antes de subir el jueves al monte Arafat, una colina a unos 20 km de La Meca, donde se cree que el profeta Mahoma pronunció su última prédica. Alrededor de 1,4 millones de fieles se encuentran en Arabia Saudita para el hach, consistente en una serie de ritos previstos durante varios días en el corazón de La Meca y sus alrededores.
La peregrinación, uno de los mayores encuentros religiosos del mundo, es uno de los cinco pilares del islam. Todo musulmán que disponga de medios para ello debe efectuarla al menos una vez en su vida. Las autoridades han puesto en marcha una serie de medidas para prevenir los efectos nefastos del calor saudita, y evitar la tragedia del año pasado, cuando más de 1.300 fieles murieron bajo temperaturas que alcanzaron los 51,8 ºC.
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“Un sentimiento increíble”
Antes de entrar en La Meca, los peregrinos deben alcanzar un estado de pureza, llamado en árabe ‘ihram’, que exige una debida vestimenta. Los hombres llevan una prenda blanca sin costuras, que simboliza la unidad entre creyentes, más allá de su estatus social y su nacionalidad. Las mujeres deben portar prendas amplias y blancas, que sólo dejen ver su rostro y sus manos. El martes por la tarde ya se vieron autobuses dejando a peregrinos en Mina, donde el personal desplegado les proponía café y dátiles. “Estoy muy feliz, es un sentimiento increíble”, dijo Rim al Shogri, una mujer saudita de 35 años que por primera vez en su vida realiza el hach.
Este año, la rica monarquía petrolera ha movilizado más de 40 agencias gubernamentales y 250.000 funcionarios para intentar atenuar los riesgos vinculados al fuerte calor. Las zonas de sombra fueron ampliadas en 50.000 m2, miles de socorristas adicionales serán movilizados e igualmente se instalarán más de 400 puntos para beber agua fresca, según precisó a AFP la semana pasada el Ministerio del Hach.
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Hach 2.0
Las autoridades sauditas emplearán igualmente las últimas técnicas de inteligencia artificial para tratar las imágenes facilitadas por una flota de drones desplegados en La Meca. Y es que la gestión de la muchedumbre es un ejercicio delicado: en 2015, unas 2.300 personas murieron en una estampida. Según las autoridades del reino, el 83% de los 1.301 peregrinos fallecidos en 2024 no tenían el permiso oficial para efectuar la peregrinación, de pago y concedido por cuotas según países.
Al carecer de dicho permiso, estos peregrinos irregulares no pudieron acceder a las infraestructuras climatizadas desplegadas para hacer más soportable la semana. En esta edición, el gobierno saudita desplegó una intensa campaña de comunicación a golpe de paneles publicitarios y SMS, para recordar que quien efectúe la peregrinación sin la debida autorización se expone a una multa de 20.000 riales (5.300 dólares), además de una prohibición de visitar el país durante diez años. Arabia Saudita alberga las ciudades santas de La Meca y Medina, donde predicó el profeta Mahoma, y cada año gana miles de millones de dólares gracias al hach y las peregrinaciones menores conocidas bajo el nombre de ‘omra’, que se efectúan en otros momentos del año.
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Franciscanos recordaron al primer mártir de la fe del Paraguay
El domingo recordaron los 431 años de la muerte del fray Juan Bernardo Colmán (1594), en la zona de Jahapety, de Caazapá, lugar del martirio, donde la Orden de los Franciscanos Menores tiene actualmente una pequeña comunidad y una capilla, donde fue colocada la cruz en memoria del fray.
La comunidad franciscana de Asunción realizó el domingo 1 de junio una peregrinación hasta el lugar, donde hubo una misa celebrada por el primer obispo franciscano de Caazapá, el fray Marcelo Benítez, quien reimpulsó desde el 2015 el pedido de beatificación iniciado por el padre Luis Salas (+ 2023). El obispo recordó al fray Bernardo como el primer mártir de la fe del Paraguay: “Un joven que no tuvo miedo a la muerte para defender al hermano y que tenía la convicción de que ´otros hermanos vendrán para evangelizar y vivir como hermanos”.
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Pidió a la comunidad caazapeña dar a conocer la vida del fray Juan Bernardo como un hombre de fe y unidad. “Para el próximo año queremos ver acá a miles de caazapeños e invitaremos al nuncio para que venga acompañarnos”.
Hijo de madre indígena y padre inglés, abrazó la vida religiosa desde joven y ayudó a su maestro, fray Luis Bolaños, a escribir la primera grafía del guaraní, según los registros históricos.
El 2 de junio de 1594, el joven fray Juan Bernardo iba en una misión de rescatar a un hermano dominico en la zona de Caazapá, donde fue capturado, torturado y martirizado por los nativos paranáes, que se defendían del proceso de colonización de la Corona Española. El religioso fue discípulo de fray Luis de Bolaños, fundador de Caazapá (1607).
Según el obispo Marcelo Benítez, sus restos fueron rescatados después de 29 años de su fallecimiento (1623), a pedido del fray Gregorio Ozuna. Sus restos se encuentran una parte en el templo de la Iglesia de San Francisco de Asunción y otra parte en el templo de Yuty, Caazapá. Cada 2 de junio realizan peregrinaciones en el lugar de martirio, donde se tiene pensado levantar un santuario.
El proceso de beatificación de fray Juan Bernardo Colmán se remonta a antes de la Guerra contra la Triple Alianza (1864-1870), pero el pedido quedó dormido en los archivos del Vaticano. El proceso fue reabierto en 1998 durante el papado de Juan Pablo II, con gran impulso del fray José Luis Salas, pero nuevamente no prosperó a falta de algunos documentos.
En el 2015 el proceso se reactiva a iniciativa de la propia Orden de los Franciscanos Menores (OFM), durante la visita del papa Francisco a Paraguay. En el 2022 se conformó una comisión que se encarga de acercar a la Santa Sede las documentaciones solicitadas por el Postulador de las Causas de los Santos.
Exposición
En conmemoración del aniversario del martirio de fray Juan Bernardo, el Club de Amigos Lectores de la Revista Huellas Paraguay, realizó la exposición de paneles sobre la vida y obras del fray Juan Bernardo y Fray Luis de Bolaños. Además ofrecieron un conversatorio sobre la vida del fray Juan Bernardo, que estuvo a cargo del Margarita Durán Estragó, historiadora que escribió un libro relacionada a la vida del fray Juan Bernardo.
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