El director del Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT), Hugo Espinoza, destacó los exitosos trasplantes renales en simultáneo realizados en la fundación Tesãi, en Alto Paraná. Anunció que la descentralización de los trasplantes alcanzará en breve a los departamentos de Caaguazú e Itapúa que contarán con nuevos hospitales.
“Creo que es una gran noticia con una repercusión muy importante a nivel nacional el hecho de que podamos hacer cirugías complejas y de trasplante fuera de Asunción”, señaló al programa “Arriba hoy” del canal GEN y Universo 970 AM/Nación Media. Valoró la descentralización de los trasplantes renales y de córneas en el país.
Según el médico suman cinco los trasplantes renales concretados en las instalaciones del hospital de la fundación Tesãi. El último se concretó el día sábado 14 en el marco de un convenio entre el instituto y dicha entidad. “La propia ministra de Salud estuvo con nosotros agradeciéndole a los padres del donante antes de iniciar todo el operativo. Lo cual para nosotros es un incentivo muy importante”, mencionó.
Descentralización
El director del INAT resaltó las expresiones de la madre del paciente fallecido cuyos órganos beneficiaron a varios pacientes. “Ella dijo: me siento muy bendecida por poder donar los órganos de mi hijo fallecido. Eso nos da una esperanza muy importante de que la gente lo entienda así y podamos seguir ayudando a la gente que necesita y está en la lista de espera”, subrayó.
No obstante, el médico manifestó que detrás de un trasplante siempre “hay una tragedia por un lado y unas personas necesitadas y esperanzadas por otro”. “Esta tarea tiene sus momentos de alegría y sus momentos de frustración por otro lado. Siempre estamos en esas dos aguas: la tragedia por un lado y la esperanza y la necesidad por otro lado”, añadió.
Con respecto a la descentralización de los trasplantes de riñones y córneas, el doctor Espinoza expresó que la directiva es que en breve llegue al departamento de Caaguazú e Itapúa. Ambos contarán con nuevos hospitales que incorporarán este importante programa a sus servicios.
“La responsabilidad que tenemos es muy importante, pero estamos muy ilusionados y ponemos todo nuestro empeño para que estos proyectos que son muy novedosos e históricos en nuestro país se sigan dando con mayor celeridad y con mayor fuerza”, concluyó.
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Donación de órganos: un acto voluntario de caridad que requiere ser fomentado en Paraguay
- Por Nilza Ferreira
La donación de órganos no solo permite salvar vidas, sino también denota caridad al tratarse de un acto voluntario que mejora las condiciones de vida de otros. Un donante multiorgánico puede beneficiar hasta a siete pacientes en espera por diferentes órganos y en Paraguay existen 300 personas que aguardan la oportunidad de acceder a los trasplantes.
En Paraguay, se conmemora el 12 de setiembre como el Día Nacional del Donante de Órganos y Tejidos, en honor al Dr. Marcos Aguayo Rodríguez, el primer donante cadavérico del país.
En diálogo con La Nación/Nación Media, el director del Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT), Hugo Espinoza analizó la cultura de la donación de órganos.
Destacó los avances en equipos médicos de ablación y trasplante y la infraestructura disponible para los complejos procedimientos quirúrgicos e instó a la población a perder el miedo y a fomentar esta práctica altruista.
“Lo primero que hay que decir es que los trasplantes de órganos dependen de la donación. Eso es un punto muy importante, o sea que si no hay donación no puede haber trasplante”, afirmó.
El médico aseveró que cada día hay una necesidad creciente en la población de todos los países. “Muchas indicaciones hoy son a base de lo que llamamos el trasplante de órganos o de tejidos. Eso evidentemente se debe al gran avance que tienen las Ciencias Médicas, los progresos de la farmacalogía, de la terapia intensiva. Los progresos de los sistemas organizativos de los países que brindan una atención de salud pública a sus ciudadanos”, destacó.
Así también resaltó la especialización de los médicos, enfermeras y el importante aporte de los laboratorios. “Hay un progreso extraordinario de los estudios de laboratorio que hoy permiten determinar cuál será el mejor receptor en base al donante que se obtiene, a través de los estudios de histocompatibilidad”, mencionó.
Estos avances también llegaron a Paraguay, aunque no cuentan con el respaldo ciudadano que los médicos esperan, considerando las necesidades de nuestra población.
“Y mucha gente pregunta qué pasó con la Ley, es útil o no es útil. Y esa es una pregunta muy difícil de responder. Porque antes que la ley existe todo un sistema operativo que hace varios años está en marcha en donde hay una institución que se encarga exclusivamente del trasplante de órganos (INAT)”, subrayó.
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Día Nacional del Trasplante: piden ser agradecidos con los donantes
El director del Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT), Hugo Espinoza, destacó que en Paraguay se concretan más de 200 trasplantes por año, por lo que valoró la cultura de la donación y pidió ser agradecidos con los donantes.
El médico recordó que el 9 de julio de 1996 se realizó el primer trasplante cardíaco en el Paraguay, en el Centro Médico Bautista, por un equipo médico liderado por el doctor José Corvalán. En tanto, en el año 1998 se creó el INAT mediante la promulgación de la Ley 1.246/98 y a partir de ahí comenzó a hablarse de la muerte encefálica y los donantes cadavéricos.
“Este hecho pionero se hizo ya en el ´96 en el Centro Médico Bautista. Y antes que nada aprovecho la oportunidad para agradecer a todas las autoridades, médicos y los agentes sanitarios y la gente que hizo posible aquel hecho importante. Y sobre todo el agradecimiento a la familia donante que permitió hacer todo esto”, señaló a la 1000 AM.
El doctor Espinoza resaltó que la “donación está más abierta”, pero la apertura de la ciudadanía debe ser mayor.
“Está abierta y me da la oportunidad también de agradecer a todas las personas que han sido donantes en estos años. La cantidad de trasplantes que hacemos superan los 200 por año. Y hay que ser agradecidos a la gente que dona”, enfatizó. Según el titular del INAT, “hace falta que más gente se una a esta decisión”.
“Sigue habiendo personas que se niegan y es una preocupación para nosotros. Nuestra pretensión no es que todo el mundo diga que sí. Pero el porcentaje que diga no sea un porcentaje mínimo, porque cuando hay una negativa de la familia impide que mucha gente siga viviendo o mejore su calidad de vida”, concluyó.
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“Estamos buscando dar un salto con los trasplantes”
- Paulo César López
- paulo.lopez@nacionmedia.com
- Fotos: Néstor Soto/Archivo
El próximo 9 de julio se celebra el Día Nacional del Trasplante, que fue instituido en conmemoración del primer trasplante cardiaco realizado en nuestro país, que tuvo lugar en esa fecha del año 1996. En esta entrevista con El Gran Domingo de La Nación, el director del Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT), doctor Hugo Espinoza, habla de la actualidad en esta rama médica en nuestro medio y brinda las claves para dar un salto en el área.
Muy temprano para un día tan frío. El doctor Espinoza nos ofrece un té verde mientras nos acomodamos en un amplio salón con letras corpóreas y otros motivos que promueven la donación de órganos, que sigue siendo la principal materia pendiente en nuestro país. Esto debido a que los prejuicios y la pseudociencia generan una gran resistencia al presentar este procedimiento científico que salva vidas como una suerte de profanación.
Sin embargo, ese acto de amor que representa la donación permite que nuestros seres queridos sigan viviendo en otras personas. Si bien los recursos son siempre limitados con relación a las necesidades, se cuenta con un enorme capital humano capaz y dispuesto de dar el gran salto.
En esta conversación a propósito de la efemérides que se celebra el próximo miércoles, Espinoza, cirujano general egresado de la UNA con una especialidad en cirugía vascular en la Universidad de Marsella (Francia), nos pinta el estado del arte y lanza un mensaje a la ciudadanía.
–¿Cómo está nuestro país actualmente en materia de trasplante y donación de órganos?
–Estamos a mitad de lo que hemos hecho el año anterior. Esta es una situación superdinámica, porque hay mejoras en una parte y hay dificultades en otra. Ahora tenemos una serie de proyectos muy ambiciosos, que son ejes estratégicos de lo que debemos hacer para dar ese salto que queremos. Hay un programa de trasplante hepático pediátrico que resolvimos a través del convenio que tenemos con el Hospital Garrahan de Buenos Aires, pero el hospital entró en crisis hace unos meses. Otra opción que también hemos visto es con el Hospital Pequeño Príncipe de Curitiba.
COLABORACIÓN
–¿Qué importancia tienen los convenios para llegar a los objetivos?
–Los convenios son muy importantes para la solidaridad como el relacionamiento con los países vecinos. Y hay dos líneas muy importantes que debo señalar. Uno, que hemos consensuado con las autoridades pertinentes que debe hacerse de manera que toda la sociedad paraguaya pueda acceder al servicio y colaborar. Los trasplantes hepáticos en niños en el Hospital Acosta Ñu y adultos en el Instituto de Previsión Social (IPS). Esa es una mirada muy importante que tenemos porque no es que el ministerio debe debatirse con todos los problemas solo. El sistema sanitario de alguna manera debe unificarse para algunos programas muy importantes. Por ejemplo, en trasplante, vacunación, atención primaria de la salud deben trabajar juntos el Ministerio de Salud, Facultad de Ciencias Médicas, IPS, sanidad militar, sanidad policial, medicina privada y prepaga, etc. Ahora cuando ocurre una situación grave de salud como un trasplante los privados dicen “bueno, hasta acá yo llego y hay que ver esto en la instancia pública”.
–Además de las intervenciones quirúrgicas propiamente, que de por sí son bastante costosas, ¿qué presión tiene el posoperatorio?
–Desde el INAT tenemos una tarea súper importante en la provisión de medicamentos, los antirrechazo, que son medicamentos que hoy por hoy se usan para numerosas enfermedades del riñón, el lupus, enfermedades dermatológicas, oftalmológicas, reumatológicas. Estos medicamentos son muy costosos y todos son proporcionados de manera gratuita y de por vida. Es imposible pensar que un trasplantado pueda tener la capacidad económica de llevar esto por muchos años, porque estamos hablando de varios millones de guaraníes por mes.
–A lo que hay que sumar que la expectativa de vida de los pacientes trasplantados es alta, ¿no?
–Y depende del órgano trasplantado y de la adhesión al tratamiento del paciente. Aunque parezca increíble, hay muchas personas que en un momento dado se sienten bien y fallan en la adherencia al tratamiento. Tiene el medicamento, pero no toma a hora, se olvida de tomar o deja de tomar. Hay un problema cultural también importante. Es difícil de entender cómo alguien que pasó por varias etapas difíciles en su vida, enfermarse, entrar en una lista de espera, obtener un trasplante, que sea exitoso, recobrar una vida normal, tener una segunda oportunidad y finalmente falla en la adherencia al tratamiento. Hace falta también una higiene de vida. No puede un paciente trasplantado, inmunosuprimido, ir a una aglomeración de personas en un momento como el actual en el que hay una epidemia de enfermedades respiratorias.
–¿Hay alguna actividad prevista para la celebración de este año?
–Nosotros este 9 de julio no planteamos ninguna actividad masiva. Es un hábito dentro de la institución convocar a las personas trasplantadas, a los que están en la lista de espera, de manera de contarles en qué está la institución y que puedan tener una esperanza fundada en hechos reales. Eso no vamos a hacer este año porque nos parece que exponemos a las personas a enfermarse. Hay gente que viene en buses y los condicionantes sociales de la salud son fundamentales. Todo está encadenado.
TIPOS DE DONANTES
–¿Podría explicarnos cuáles son los órganos que pueden ser trasplantados?
–Hay que tener en cuenta dos escenarios. Está el donante cadavérico, que es un campo que debemos progresar mucho todavía, por más que la tasa de donación creció en 2024. Por primera vez llegamos a obtener cuatro por millón de habitantes como tasa de donación, pero es aún insuficiente. Seguimos teniendo una cantidad importante de familias que se oponen a la donación. Del donante fallecido se pueden extraer la córnea, los pulmones, el corazón, el hígado, el páncreas, los riñones; el intestino, aunque por suerte hay poca necesidad de eso, y los tejidos. También los huesos. Hoy obtenemos bastante hueso de la persona fallecida porque tienen una utilidad tremenda, sobre todo para la problemática del cáncer de hueso. Puede ser el brazo, pero sobre todo el miembro inferior, el fémur y la tibia.
–¿Y en cuanto a los donantes vivos?
–Debe ser una persona sana y se usa sobre todo en dos situaciones. Como tenemos dos riñones, uno puede vivir normalmente con uno solo. Entonces, tengo la posibilidad de donar un riñón a un familiar. Y ocurre también en el caso del trasplante hepático pediátrico. En los niños pequeños se pueden extraer segmentos del hígado –generalmente el papá o la mamá–, y eso se pone en el niño enfermo. Y el hígado crece con el desarrollo del niño. También el pedazo que le falta al papá o a la mamá crece y ambos tienen la posibilidad de tener una vida normal. Otro donante vivo muy importante es el de médula ósea. Es como donar sangre y se usa en los casos de leucemias y todas las enfermedades oncológicas de la sangre. Se hace la quimioterapia, que mata las células malignas, y a continuación de acuerdo a la necesidad de cada diagnóstico se le inyecta unas células nuevas, serían como las famosas células madre, que en este caso se llaman células progenitoras hematopoyéticas. Estas son células indiferenciadas. No sabe todavía hacia dónde va a ir, si va a ser un glóbulo blanco, un glóbulo rojo, una plaqueta. Entonces eso es lo que se inyecta una vez que se hizo la quimioterapia y se logró la remisión de la enfermedad para que a partir de ahí se regeneren las células ya normales.
–¿Qué requisitos debe reunir un donante vivo?
–Una de las condiciones básicas para donar riñón, hígado o médula ósea es que la persona debe estar sana. Segunda condición, debe mantener su estado de salud después de la donación. Eso también implica que el que dona debe ser muy afín a los controles médicos pertinentes. Insistimos mucho en eso porque ahí tenemos un compromiso o una responsabilidad compartida. Imagínese el fracaso que sería que una persona que donó finalmente llegue a necesitar el órgano que donó. El promedio de vida hoy en Paraguay es de 74 años, varía un poco entre el hombre y la mujer, pero esa donación que yo hago de un riñón a mi familiar no debería afectar esa esperanza de vida.
REQUISITOS
–¿Cuántas personas aproximadamente se pueden beneficiar con cada donante cadavérico?
–Cuando hay un donante cadavérico se evalúa cada órgano por separado y hay varios factores. La edad es un factor muy importante. Cuando tienen más de 40 años, por lo menos en nuestro país nuestros cardiólogos no están muy entusiasmados por tomar el corazón. Para los trasplantes pediátricos hay una sugerencia internacional de que en caso de riñones no sea una persona mayor a 35 años. Esas son cosas que van condicionando. En el caso de un paciente joven y sano, si contamos de arriba a abajo, el corazón va a una persona, el pulmón puede ir uno a una persona y otro a otra, o los dos a la misma persona. Después los riñones, eso va uno a una persona, el otro va a otra persona. En el caso de las córneas, una córnea va a un paciente, la otra va a otro paciente. En el caso del páncreas, va a una persona. En el caso del hígado, va a una persona o podría ir a más de una persona porque también hay una técnica mediante la cual podemos dividir el hígado. Y están los huesos, cuando hacemos ablación de huesos, eso beneficia a muchísima gente. De acuerdo al fragmento óseo que se solicita, que puede ser la cabeza del fémur, la parte central o la parte inferior, etc.
–¿Entonces se podría beneficiar hasta a unas 10 personas?
–Fácilmente puede alcanzar esa cantidad.
–Para ir redondeando esta conversación, ¿le gustaría hacer una reflexión final?
–Hay que tener una idea lo más clara posible de lo que es la muerte encefálica, que es la muerte de la persona. Resulta que está en una terapia respirando a través de un respirador, está teniendo latido cardiaco porque estamos manteniendo a esa persona con algunos signos vitales. La persona ya está fallecida, pero se mantiene, se llama mantenimiento del donante, a algunos órganos aún viables. No es que se le mantiene vivo todavía, se mantiene a algunos órganos viables. La única intención de eso es la donación. La muerte encefálica es un estado irreversible. Y esa vitalidad que se mantiene en algunos órganos es por poco tiempo. También tenemos que conquistar la adhesión de los médicos terapistas. La descentralización también es muy importante. Hemos hecho en Alto Paraná. No es solo que los pacientes no deban viajar 4 o 5 horas. Hay un grupo itinerante hace el trasplante, se queda dos días y hay un espejo de profesionales que nos acompañan y la idea es que quienes nos acompañan tengan la capacidad de desarrollar la terapéutica. El proyecto va a llegar también a los nuevos hospitales de Coronel Oviedo y Encarnación. Por ahí creo que pasa ese salto que necesitamos dar en cuanto a la donación y trasplante en Paraguay.
¿QUIERES SER DONANTE?
Las personas que desean inscribirse como donantes o expresar su negativa a serlo pueden acercarse a la sede del INAT (Capitán José Domingo Lombardo 1559, Asunción). Así también, se puede realizar el trámite vía virtual a través de la página web (inat.mspbs.gov.py).
Cabe recordar que en nuestro país está vigente la ley Anita, que dispone que todas las personas son donantes, excepto aquellas que en vida hayan dejado constancia expresa de su oposición.
Sin embargo, ante la ausencia de alguna constancia dejada por la persona fallecida, la autorización queda enteramente en manos de los familiares. En este sentido, el doctor Espinoza instó a la ciudadanía a que, más allá de cuál sea la decisión final, esta sea tomada a partir de información fiable y no con base en rumores difundidos en las redes sociales de que se trata de una carnicería o que se realiza con fines de tráfico de órganos.
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Pacientes trasplantados deben seguir cuidados especiales, recuerdan desde el INAT
Cada 6 de junio se conmemora el Día Mundial de los Pacientes Trasplantados. En Paraguay cada año va aumentando la cantidad de personas que son beneficiadas con la donación de órganos. Desde el Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT) recordaron que los pacientes que recibieron un órgano donado deben cuidarse y seguir sus controles.
Según el doctor Hugo Espinoza, director del INAT, es muy importante la decisión que toman las personas que deciden ser donantes y también debe haber un compromiso de los receptores.
“Hay necesidad de un control periódico y continuar con medicación antirrechazo es muy importante. La falta de consumo del medicamento puede tirar por tierra todo lo que se ha hecho antes”, expresó el médico, en entrevista con el programa “Dos en la Ciudad” de canal Gen y Universo 970/Nación Media.
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Hizo un llamado a la conciencia de los pacientes, porque muchos no están cumpliendo con lo que se debe luego de recibir el órgano. “Es una segunda oportunidad de vida y los controles rutinarios son muy importantes. Deberían tener un cuidado especial que el resto de la población”, apuntó.
Indicó que cualquier enfermedad común de la época puede desencadenar un problema serio, porque sus cuerpos tienen una menor capacidad de reaccionar a las enfermedades como dengue, virus respiratorios, gastrointestinales, entre otros.
“Los pacientes trasplantados están en desventaja, ante otra persona común, porque sus cuerpos tienen menor capacidad de reaccionar a enfermedades virales o infecciosas. Pueden llevar una vida normal, tener una familia, estudiar, trabajar, pero se deben cuidar”, detalló.
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