Ciudad del Este. Agencia Regional.
Un hombre, en un aparente ataque de celos, prendió fuego a su casa estando sus dos hijos menores de edad dentro. Con intervención de vecinos pudieron acudir los bomberos voluntarios y los policías, siendo rescatados los niños sin lesiones. Es lo que reportó el personal policial de la Comisaría 24ª de Hernandarias.
Ocurrió ayer sábado 14 de setiembre, a las 20:30, en una vivienda ubicada en el asentamiento Ka´avotory de Hernandarias, departamento de Alto Paraná. Fue aprehendido el padre de los niños, un joven de 24 años, por el hecho punible de amenaza y producción de riesgos comunes. Es por el incendio intencional, de acuerdo al reporte policial.
Los niños que estuvieron en peligro son de 4 y 1 año. Intervino la unidad fiscal de Nathalia Montanía que dispuso la entrega de los niños a su abuela paterna, a raíz de que la madre se encuentra en Francia y los niños vivían con su padre.
De a acuerdo a lo relatado por la abuela, el ahora aprehendido había grabado el momento en que quemó algunos muebles dentro de la casa, un sofá, por ejemplo, estando sus hijos dentro. Luego, envió mensaje vía WhatsApp a su concubina, madre de los niños, quien se encuentra en Francia.}
La mujer dio aviso a sus familiares quienes realizaron la denuncia correspondiente y fueron hasta la casa. La actitud del hombre habría sido a causa de los celos que le generó unas fotos recibidas de su pareja, desde el exterior, minutos antes de prender el fuego. Tras ser imputado, la fiscal interviniente pidió al juzgado la prisión del hombre.
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El policía de la foto del Ycuá Bolaños: “Lo recuerdo como si hubiera sido ayer”
Ciudad del Este. Agencia Regional.
A 21 años de la tragedia del Ycua Bolaños, la imagen de un policía con un niño en brazos, a quien rescataba, trataba de auxiliar, sigue impactando como un eco de aquella dolorosa mañana. El uniformado, uno de los protagonistas de esta histórica foto, aún recuerda el hecho como si hubiera ocurrido ayer. Y es que en el incendio de ese supermercado fallecieron cerca de 400 personas.
La Nación/Nación Media habló con el comisario principal Juan Duarte Ferreira, quien es el policía que hizo una técnica de primeros auxilios para una ventilación artificial al niño que llevaba en sus brazos.
Hoy, el uniformado es padre de dos hijos, un hombre de 26 años y una niña de 7. Cumple funciones en la Comisaría 11 de Juan E. O´Leary como jefe policial y, en tal sentido, de nuevo se encuentra cuidando a niños en esta mañana del 1 de agosto, al hacer la cobertura de la Escuela Las Residentas, del citado municipio.
Periódicamente, desde su función en una aparente tranquila ciudad del interior del país, el comisario Duarte Ferreira lidia con víctimas de asaltos, robos, violencia familiar, desapariciones, homicidios, accidentados, en índices mucho menores que las zonas de gran movimiento, pero asegura que, especialmente, cada 1 de agosto, la memoria le hace volver a aquel primer domingo de agosto del 2004.
“Lo recuerdo como si hubiera ocurrido ayer, cada gesto, cada acto, cada situación que nos tocó aquella mañana y en siguientes jornadas; no se debe olvidar para que no vuelva a ocurrir”, expresó el comisario Duarte. Remarcó que fue “lamentable ver tantas muertes en época de paz”.
Asimismo, dijo que la imagen divulgada de su intervención en el hecho le valió que hasta un tiempo después, existieran personas que lo reconocían en el transporte público, y, por ejemplo, le agradecían por haber salvado a un familiar. Dijo que fue un policía en servicio, así como otros cientos de uniformados, bomberos voluntarios y un sin fin de personas que ayudaron.
Ayudar niños, parte de su oficio
El oficial recorrió varias unidades policiales a lo largo de estos 21 años hasta quedar en Alto Paraná. Después del siniestro, cumplió funciones en Accidentología Vial del Departamento de Criminología, donde le tocó intervenir en muchos accidentes.
“Estuve de nuevo en muchas situaciones terribles, especialmente cuando encontré a niños como víctimas de esas tragedias en rutas, pero sabemos que eso corresponde a nuestra función”, sostuvo el comisario Duarte.
El oficial de policía no fue solo el agente que ayudó en el incendio, sino familiar de una víctima y, en tal sentido, refiere que conoce muy bien la lucha encausada en busca de Justicia y reparación. Un sobrino de 20 años, Nelson Damián Duarte, trabajaba en el supermercado y fue una de las víctimas.
“Una larga lucha, juicios interminables, muchas familias sin asistencia, es lo que nos dejó también ese día tan triste; mucha fuerza a los que no fueron atendidos como corresponde”, dijo el policía.
¿A quién rescató?
Inicialmente, se creyó que el niño salvado por el policía y retratado en la emblemática foto del reportero Sebastián Cáceres, para el Diario Noticias (extinto), se trató de Enzo Bobadilla.
Sin embargo, cabe recordar que hasta hace unos años, Verónica Bécker, madre de una niña, aclaraba que fue su hija, Annete Nicole Gaus Bécker, de cuatro meses, la que está en la emblemática imagen y lamentó que se haya cometido ese error, tratándose de la identidad de una hija que perdió.
El policía Juan Duarte informó que mantuvo contactos con la familia del citado niño hasta que llegó a la edad de 7 u 8 años, aproximadamente. Luego, él se trasladó a otras zonas del país a cumplir funciones y dejó de tener vinculación con dicha familia, aunque había estado acompañando el crecimiento del niño.
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Ycuá Bolaños: una tragedia que se vive, se recuerda y se lucha por sanar
Cada 1 de agosto el pueblo paraguayo recuerda uno de los días más terribles y luctuosos de su historia: el incendio del supermercado Ycuá Bolaños. Aquel domingo soleado del 2004 se vio teñido por el fuego, las cenizas y las lágrimas de casi 400 paraguayos fallecidos. Han pasado 21 años, pero la herida sigue sangrando, sigue doliendo.
El sol quedó cubierto por el negro humo que cubrió la ciudad, que se volvió gris y doliente por el terrible suceso que marcó para siempre al barrio Trinidad, donde en cada cuadra había al menos una víctima.
Las llamas habrían iniciado cerca del mediodía en la cocina del patio de comidas del super, el cual, debido al día y el horario, estaba lleno de familias que estaban compartiendo en el lugar o iban a retirar el almuerzo para compartirlo en sus casas.
Los múltiples testimonios refieren que segundos después de escucharse una explosión, el sitio estaba rodeado de llamas, las cuales se extendieron de manera voraz, generando pánico, miedo y un descontrol entre todos los que estaban en el lugar y que, al intentar huir del sitio, se encontraron con los portones y las salidas de emergencias cerradas, quedando atrapados en el infierno que, tras 21 años, permanece en la memoria de todo un pueblo.
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La historia de cientos de sobrevivientes ha sido contada año tras año, con la esperanza de que aquella tragedia nunca sea olvidada. Rocío Melgarejo es una madre que casi pierde a su hija aquel domingo. Ese día la siguió por años, ya que su hija no solo sobrevivió milagrosamente, sino que debió luchar por recuperarse y sanar.
“Mi hija Luna tenía 4 añitos apenas, pero ella cada domingo iba a la iglesia con mi hermano Nelson y su novia María Luisa. Ese domingo no fue la excepción, pero al salir del encuentro fueron hasta el super para almorzar; ellos estaban en el estacionamiento cuando el fuego los atrapó”, relató Rocío a La Nación/Nación Media.
Continúo recordando que, en medio de la densa humareda y las llamas que tomaban el lugar, casi por un milagro un pastor amigo de la familia apareció para ayudar a su hermano a rescatar a la pequeña Luna y su cuñada María Luisa, quienes lograron salir de las llamas al igual que su hermano Nelson, pero con graves secuelas.
“Ese día yo no entendía lo que pasaba, porque a mi hermano lo derivaron a un hospital, a mi cuñada a otro y a Luna al IPS; ahí me dijeron que estaban y fui a buscarla, desesperada. Cuando llegó una de las doctoras, me mostró unos aritos, muy peculiares, cuadraditos; eran los de Luna”, comentó Rocío.
Destacó que en los minutos posteriores a la tragedia, y en medio de la búsqueda y el hallazgo de su hija, no podía dimensionar todo lo que había pasado, pero al llegar a ver a su hija, quedó completamente paralizada, ya que si bien no podía creer el estado en el que se encontraba, sabía que era su retoña.
“Yo entré a la habitación y vi a Luna, estaba en una camilla, y tenía toda la cara colorada, hinchada, con respiradores y soporte médico; no podía creer que era mi hija. Miré sus piecitos, me detuve a mirar sus pies y sabía que era ella, me convencí de que era ella. Ella sufrió un paro respiratorio, estaba muerta al momento en que la rescataron; después volvió a la vida, pero no se sabía cuánto tiempo estuvo sin respirar”, indicó Rocío.
Entre las explicaciones médicas sobre el estado de Luna, surgían posibilidades terribles, como el hecho de que su capacidad del habla y desarrollo se hayan visto comprometidas debido a la falta de oxígeno sufrida, eso sin contar las quemaduras que habían sufrido.
“Luna sufrió quemaduras de segundo y tercer grado en un 20 % de su cuerpo, pero si bien esa cifra suena poco, ella era muy pequeña y esto hacía que la situación fuera muy grave según los médicos, y que la agravante era la zona de las quemaduras, ya que le afectaba la cara, parte de la cabeza, el cuello y las manos; además, pasamos por infecciones y otras dificultades”, explicó la madre de Luna.
Una vez fuera de terapia intensiva y con la capacidad de ser trasladada, la pequeña Luna inició su camino en una nueva vida, una vida donde debía aprender a lidiar con el dolor de las heridas, los tratamientos por quemaduras y los cuidados para la cicatrización.
La búsqueda de la recuperación total de Luna la llevó hasta Chile, hasta la Caoniquem, que es una corporación que se dedica a la rehabilitación de niños, niñas y adolescentes con quemaduras y otras cicatrices, donde por meses recibió atención médica especializada; debió quedar internada e inclusive permanecer en un albergue junto a su madre.
Rocío recuerda con resiliencia y fortaleza los procesos médicos a los que debió acompañar a Luna, incluyendo las cirugías de injerto y los procesos de confección de sus ropas compresivas que debía utilizar la pequeña para garantizar una rápida y buena recuperación.
“Ella usaba su máscara y ropas de compresión todo el tiempo, siempre; no se las sacaba porque se quería curar. Los primeros años de la escuela las usaba ahí y, si bien nunca me contó que haya pasado mal, sé como mamá y mujer que en algún momento se sentía incómoda por la forma en que nos miraban o hablaban, pero todo lo fuimos superando”, destacó Rocío.
Con una larga lucha, y algunas marcas tanto en la piel como en la memoria, hoy Luna tiene 25 años, trabaja, estudia y se destaca como una persona sumamente afín al arte, ya que baila, canta y pinta, logrando expresarse completamente a través de estas plataformas que la apasionan.
Hoy Rocío relata como un milagro que su hija y su hermano hayan sobrevivido, y recuerda con amor y cariño a su cuñada María Luisa, quien debido a la inhalación de humo y el paro que sufrió no logró sobrevivir. Hoy, a pesar de 21 años de perspectiva, Rocío nunca olvida aquel domingo que marcó la vida de su familia.
Esta madre es el fiel ejemplo de miles de familiares que perdieron a alguien aquel trágico 1 de agosto, pero que también lograron abrazar a un ser querido que fue arrebatado de las llamas aquella mañana, una madre que comprende que el milagro puede nacer en medio de una tragedia y que no existe nada que el tiempo, el amor y la dedicación no curen.
El 1 de agosto del 2004, el incendio del supermercado Ykua Bolaños se cobró la vida de 364 personas y resultaron con heridas graves más de 200, hombres y mujeres. Las familias de todos ellos nunca olvidarán la pérdida, el miedo y la injusticia vivida aquel día, en especial porque si las puertas no hubieran sido cerradas, quizá aún podrían abrazar a quienes aman.
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Violencia familiar: una mujer denunció a su concubino por agresión y amenaza
Ciudad del Este. Agencia Regional.
Agentes de la Comisaría 24ª. del barrio Puerto del Sol de Hernandarias aprehendieron a un hombre de 35 años en flagrancia por el presunto hecho de violencia familiar. El supuesto agresor fue denunciado por su concubina, quien fue agredida físicamente y amenazada con un cuchillo frente a su hija de 13 años. Ocurrió esta madrugada, siendo las 02:00 aproximadamente, en una vivienda del barrio Trigal II.
La mujer de 34 años, después de la intervención policial y la aprehensión de su concubino, radicó la denuncia formalmente ante sede policial. La misma relató que a las 01:00 llegó su concubino a la casa, en aparente estado de ebriedad y, una vez en la sala, empezó a proferir palabras irreproducibles contra su persona hasta que la sujetó del brazo izquierdo para agredirla físicamente con golpes de puños en la cabeza.
Luego, el agresor fue a la cocina para apoderarse de un arma blanca (cuchillo), instante en que la mujer, por miedo, se encerró en una de las habitaciones. La hija del supuesto victimario, una niña de 13 años, le reclamó a su padre por la forma de actuar y el hombre volvió a la cocina a dejar el cuchillo.
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Sin embargo, en ese ínterin la denunciante salió a pedir auxilio y solicitar al sistema de emergencia 911 la intervención policial. En flagrante comisión de hecho punible de violencia familiar, los policías ingresaron a la vivienda y procedieron a la aprehensión del hombre.
Fue trasladado hasta el hospital distrital para su revisión y diagnóstico médico, en cumplimiento al protocolo de la lucha contra la tortura. El agente fiscal de turno de la Unidad Penal 01 de Hernandarias Miguel Figueredo dispuso la permanencia del aprehendido en sede policial.
La identidad del aprehendido se mantiene en reserva, debido a lo establecido en el Código de la Niñez y Adolescencia que, en su artículo 29 (Ley 1680), prohíbe la publicación de nombres, fotografías o datos que permitan identificar a niños, niñas o adolescentes, ya sean víctimas o presuntos autores de hechos punibles. En este caso, hay una niña de 13 años, testigo del hecho de violencia.
Dentro del programa de Datos Abiertos del Ministerio Público, en lo referente a violencia contra la mujer, hasta junio de 2025 se registró 9 víctimas de feminicidio en Paraguay y un total de 9 causas abiertas, con un caso caratulado como “homicidio/feminicidio”. En este mismo contexto, se registran otras 31 víctimas de tentativas de feminicidio.
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Motociclista sexagenario muere en accidente, al ser embestido por una camioneta
- Ciudad del Este. Agencia regional
Un accidente fatal se produjo en Hernandarias, en donde resultó víctima un hombre de 64 años, quien conducía una motocicleta. Se trata de Máximo Valenzuela Rivas, quien fue embestido y lanzado al pavimento por una camioneta, a cuyo mando se encontraba también un sexagenario.
Ocurrió a las 11:20 de hoy, sobre la Ruta PY07, en el cruce con destino al barrio Don Bosco de Ciudad del Este, según reportó la Comisaría 27, del barrio San Francisco de Hernandarias. El hombre conducía una motocicleta de la marca Leopard, modelo HB 110 BUZZ/2019, color negro, matrícula 554-AACR Py.
De acuerdo al relato de lo sucedido, la víctima estaba acompañada de su esposa y a pocos metros del lugar del hecho, paró la moto para que pueda descender la mujer en el sitio. Acto seguido, se dispuso a cruzar la ruta para retornar y fue el momento en que lo atropelló, presuntamente, una camioneta de la marca Toyota, modelo Fortuner, de color blanco, con chapa AAAZ-030 PY.
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La camioneta era conducida por Vilmar Schlosser Bart (67), ciudadano brasileño residente en San Alberto. El hombre no se habría dado cuenta de que venía a alta velocidad la camioneta que terminó chocándole en la parte trasera de la moto. Intervino en el caso el fiscal Miguel Figueredo, de Hernandarias. Se le practicó la prueba de alcotest y resultó negativo.
La esposa del conductor de la moto fallecido, observó el momento en que se produjo el choque, lo que generó una terrible situación para la mujer que debió soportar todo en ese momento. El médico forense interviniente fue el doctor Aníbal Duarte.
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