Sara Valenzuela (sara.valenzuela@nacionmedia.com)
A lo largo de la historia paraguaya, una constante casi poética es la participación de las mujeres en momentos claves, logrando marcar así con su valentía, entusiasmo y ahínco páginas ineludibles de un largo y rico legado de nacionalismo y esperanza para todos los ciudadanos y en especial para las mujeres de las siguientes generaciones.
El propio Papa Francisco ha bautizado a la mujer paraguaya como la más gloriosa de América, destacando la capacidad de verse fuerte y levantarse ante cualquier tipo de adversidad, logrando incluso reconstruir un país en ruinas.
Uno de los ejemplos más representativos de superación, perseverancia y lucha femenina es el de Serafina Dávalos, quien nacía un 9 de setiembre como hoy, pero de 1877 en la ciudad de Ajos, hoy Coronel Oviedo, departamento de Caaguazú, para convertirse en la primera mujer paraguaya graduada de abogada y pasar a la historia como una consagrada feminista.
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Derechos de la mujer
En 1907, Serafina se graduó como doctora en Derecho con la presentación de su tesis “Humanismo”, un trabajo en el que compiló sus ideas respecto a diferentes ámbitos, como por ejemplo el político, social, judicial y cultural del Paraguay, discutiendo la importancia y relevancia de la mujer en su desarrollo, abriendo así un debate sobre este tema ampliamente analizado y discutido.
Conforme pasaban los años, Serafina se convertía en referente por la lucha de los derechos de la mujer, que incluía el derecho al voto y a la educación. Además, siempre abogaba por la paz. Esto le permitió ser recomendada y nombrada como miembro del Superior Tribunal de Justicia. Se suma haber fundado la primera Escuela Normal para la Formación de Maestras y la Escuela Mercantil de Niñas.
En conversación con La Nación /Nación Media, el profesor de historia y magister en la materia, Eduardo Ortíz Mereles, señaló que la vida de Serafina Dávalos es completamente relevante dentro de la historia paraguaya, porque se dedicó a defender el hecho de ser mujer, su rol como tal y no solo como madre, defender sus propios intereses y gustos a pesar de las críticas de la sociedad de principios del siglo XX.
“En su tesis Humanismo podemos darnos cuenta sobre su concepto de las mujeres y que a posteriori fue la génesis de su propio pensamiento, siempre en defensa al valor de la mujer como tal, no como mujer en sí, sino como persona, como ser humano, esto va más allá del género”, comentó el profesor Ortíz Mereles.
Luchadora
Serafina Dávalos fue invitada al Primer Congreso Femenino Internacional realizado en Buenos Aires, Argentina, en 1910, en donde presidió la Comisión de Derecho y fue una de las oradoras principales. Esta reunión dio pie a la creación de la Federación Panamericana de Mujeres, que integró como miembro de la comisión directiva.
Así también fue la fundadora y una de las colaboradoras principales en las primeras agrupaciones sufragistas y feministas de nuestro país hasta las últimas en la década del cincuenta. Se destacó como la miembro honoraria de la Liga Pro Derechos de la Mujer en 1951, organización que impulsó y logró la promulgación de la ley que permitía el voto femenino en nuestro país.
“Ya que en historia no podemos hablar de supuestos, sino de hechos que puedan demostrarse con diversas fuentes, Serafina vivió conforme a sus pensamientos. Sin ninguna duda, podemos considerarla una adelantada a su tiempo en cuanto al modo de pensar y principalmente, en cuanto al modo de reivindicar a la mujer como persona y como ser humano”, indicó Ortíz Mereles.
Legado
Al ser consultado sobre el legado de Serafina, subrayó que su vida misma y su lucha podrían considerarse su principal legado, ya que gracias a muchos de sus esfuerzos se dieron grandes avances en materia de igualdad con el paso de los años y se marcaron grandes precedentes históricos.
“Ella fue pionera en luchar por los derechos femeninos, que fueron conseguidos después de su muerte; inspirando a ‘muchas Serafinas innominadas’ cuyas historias faltan por escribir en el libro de la ‘Gloriosa e inmortal mujer paraguaya’”, finalizó Ortíz Mereles.
Serafina Dávalos falleció el 27 de febrero de 1957, pero hasta la fecha no se ha logrado identificar su tumba. Se cree que estaría ubicada en el cementerio de La Recoleta, en Asunción. Cabe destacar además que debido a sus actividades y creencias le fueron negados los ritos y el funeral cristiano.
Datos clave
- Serafina Dávalos nació el 9 de septiembre de 1877 en la ciudad de Ajos, hoy Coronel Oviedo, departamento de Caaguazú.
- En 1907 se graduó como Doctora en Derecho con la presentación de su tesis “Humanismo”, que compiló sus ideas respecto a diferentes ámbitos, como por ejemplo el político, social, judicial y cultural del Paraguay, discutiendo la importancia y relevancia de la mujer en su desarrollo
- Fue la primera abogada paraguaya y una férrea luchadora por los derechos de las mujeres. Formó parte de la Liga Pro Derechos de la Mujer en 1951, organización que impulsó y logró la promulgación de la ley que permitía el voto femenino en nuestro país.
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