Emerson Dutra, corresponsal. Pedro Juan Caballero.
A casi una década del crimen del periodista Pablo Medina, en el Hospital Regional de Pedro Juan Caballero fue capturado Gustavo Acosta Gadea, de 29 años, uno de los presuntos sicarios del ataque ocurrido el 16 de octubre de 2014, cuando el comunicador y una colega regresaban de una cobertura periodística en Villa Ygatimí.
El sujeto estaba siendo “cazado” por la policía bajo la sospecha de haber participado en la ejecución del periodista y su asistente Antonia Almada. Acosta Gadea estaba internado tras sufrir un accidente de tránsito en la ciudad brasileña de Paranhos, del estado de Mato Grosso do Sul. “Al momento de solicitarle su documento de identidad, exhibió uno a nombre de Gustavo Benítez Gadea intentando de esta manera engañar a la policía”, explicó el comisario Esteban Franz, jefe de la sección Homicidios.
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Sin embargo, tras realizar las indagaciones correspondientes, saltó a luz que se trataba de Gustavo Acosta Gadea, uno de los presuntos asesinos del hombre de prensa y su asistente. “Tiene que someterse a una cirugía por las fracturas que posee”, sostuvo el médico Osmar Fariña, del referido centro asistencial.
Datos revelan que el ahora detenido y su padre, Wilson Acosta Marqués, son acusados de haber perpetrado varios hechos punibles en el departamento de Canindeyú, la mayoría de ellos homicidios. Actualmente, el presunto marginal está siendo custodiado por agentes de la Policía Nacional.
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El “bazucazo” en Asunción que marcó el fin de Somoza
Por Lourdes Torres - Periodista - lourdes.torres@nacionmedia.com
Este miércoles se cumplen 45 años de un hecho que conmocionó a la sociedad paraguaya y tuvo repercusiones internacionales: el asesinato con un bazucazo del último dictador de Nicaragua, Anastasio Somoza Debayle. El atentado ocurrió en pleno corazón de Asunción el 17 de septiembre de 1980.
Este hecho dio una dura sacudida a la entonces dictadura stronista y tuvo repercusión internacional al demostrar que ni siquiera el exilio en un régimen autoritario ofrecía protección absoluta.
Recordar este hecho no es solo repasar una página violenta de la historia regional, también ayuda a comprender cómo nuestro país fue escenario de un episodio que marcó las tensiones políticas de toda América Latina en plena Guerra Fría.
Para comprender este hecho, La Nación/Nación Media conversó con el historiador Fabián Chamorro, quien señaló que a más de cuatro décadas, la memoria de aquel acontecimiento sigue siendo necesaria para reflexionar sobre la violencia, el poder y las huellas que dejaron las dictaduras en la región.
“Como todo evento que, como en el caso nuestro, ocurrido acá en Paraguay, es importante que lo tengamos como memoria y también como una lección de cómo podrían terminar ciertos dictadores”, reflexionó.
Historial nefasto
Chamorro señaló que Anastasio Somoza Debayle formó parte de una dinastía en Honduras, ya que su padre fue también dictador en su país y lo habían asesinado. Su familia ejercía el poder en ese país desde 1937. Al padre Anastasio Somoza García, conocido como “Tacho”, lo mataron en 1956, estando éste en el poder.
“Le sucede el hijo mayor, Luis Somoza Debayle en la presidencia hasta que fallece por causas naturales en 1967, también ejerciendo el poder. Ahí le sucede Anastasio Somoza. Fue presidente 13 años, hasta 1979, cuando la famosa Revolución Sandinista logró derrocarlo en julio de ese año”, precisó.
Señaló que tras su derrocamiento buscó instalarse en los Estados Unidos, ya que además de que realizó sus estudios en ese país, logró tener la formación militar en la Academia Militar norteamericana. Respecto a cómo vino a parar a Paraguay, indicó que existen dos versiones: una, que el gobierno norteamericano le obligó a ir a Paraguay, y la otra es que era conocido o amigo de Alfredo Stroessner.
“Somoza no solo fue parte de una élite y contaba con poder económico. Pensó que podía instalarse en EE. UU., pero los norteamericanos le bajaron el pulgar. No hay documentación que demuestre que EE. UU. le impone a Paraguay para recibirlo. La otra opción es que los dos dictadores se conocían y por una cuestión económica, aceptaron que Somoza se instale en Paraguay. El tipo había malversado durante su gobierno, estamos hablando de cientos de millones de dólares para aquella época” comentó.
Chamorro señaló que, de acuerdo a los historiadores hondureños, Somoza Debayle fue “un tipo loco”, que cometió crímenes atroces, violaciones de derechos humanos e incluso cometió asesinatos con sus propias manos.
Pese a ese antecedente, indicó que se instaló en Paraguay, lo hizo con grandes lujos, se compró propiedades, tenía una vida bastante pública, eso también facilitó el trabajo de sus asesinos.
Izquierdistas ejecutaron el plan
El historiador señaló que la organización de su asesinato fue ejecutada por el grupo de izquierda de la región, que tenía fuertes vínculos con el Frente Sandinista, que justamente lo había derrocado del poder nicaragüense. Este grupo comando se instaló en Paraguay y estuvo encabezado por Enrique Gorriarán Merlo, dirigente argentino del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).
“El plan se llamó Operación Reptil y fue realmente una operación muy bien hecha. Hicieron un trabajo de inteligencia durante meses. Alquilaron casa, montaron un negocio sobre la Avenida España, donde podían verlo pasar todos los días marcando su rutina y cuándo ya tuvieron graficada llevaron adelante su plan de emboscada sobre la calle España y América”, precisó.
El atentado se produjo poco después de las 9:00. Los guerrilleros prepararon dos lanzacohetes, lo que acá conocemos como bazooka. Con esa arma lograron parar el vehículo que estaba transitando. Uno logró ser gatillado, el segundo no. Con ese disparo prácticamente ya se dio muerte a los tres ocupantes del vehículo. Cuando paró el auto de Somoza bajaron de otro vehículo más guerrilleros que atacaron con fusiles", comentó.
Junto a Anastasio Somoza fallecieron también en el automóvil Mercedes-Benz blindado, José Francisco Guerrero, exministro de Hacienda de Nicaragua y cercano colaborador de Somoza y el coronel Joaquín López, jefe de escolta y hombre de confianza del exdictador.
Sicarios guerrilleros
En cuanto al número de miembros de esta operación, el historiador señaló que no hay datos precisos sobre la cantidad, ya que algunos libros hablan de 5, otros de 7 miembros e incluso señalan hasta 15 revolucionarios, de los cuales, solo uno de los que ejecutaron a Somoza fue capturado en Asunción. Se trata de Hugo Irurzún o “Capitán Santiago”, quien fue muerto supuestamente en un intento de fuga, pero fue torturado. Mientras que Gorriarán Merlo logró escapar y permanecer prófugo durante varios años.
Respecto a la motivación del plan de ejecución, Chamorro señaló que Gorriarán Merlo, el que ejecutó el asesinato, escribió un libro en el cual señala que ellos tomaron la decisión de matarle a Somoza, como una forma de ajusticiamiento por los crímenes que le había cometido contra el pueblo de Nicaragua.
“En el fondo fue por una cuestión ideológica, no por una material, No es que lo mataron por una cuestión específica de la guerrilla, sino por una cuestión filosófica, doctrinaria de los líderes de la revolución.
El historiador explicó que este grupo de guerrilleros logró movilizarse con total tranquilidad en Asunción, pese a la dictadura stronista, porque ninguno de ellos fue objetivo de investigación. Recordó que el gobierno dictatorial ya tenía entonces sus objetivos a quienes consideraban subversivos, y esta información también procedía de los EE. UU., sobre quiénes debían ser vigilados o puestos bajo arresto.
“Esta gente vino como un argentino más. No existía todavía esa inteligencia norteamericana, que era la que le nutría a todos. Evidentemente, EE. UU. no filtró adecuadamente la información y estos tipos se instalaron tranquilamente en Paraguay, porque no estaban en la mira”, explicó.
Apagó la noche asuncena
Como detalle, el historiador Fabián Chamorro agregó que tras este suceso, Pastor Coronel encabezó un periodo terrible, pues comenzaron a buscar casa por casa. Después eso ya se volvió extensiva a cualquiera que fuera opositor al gobierno. Indicó que este suceso fue aprovechado para golpear a sus enemigos. También comenzaron las riquezas en los colectivos.
“Hubo todo tipo de abusos después de la muerte de Somoza. Es más, fue uno de los motivos que mató la noche asuncena, que justamente a finales de los 70 comenzaba a tener nuevamente vida. El asesinato de Somoza hizo que muera nuevamente la actividad nocturna en la capital, debido a las medidas restrictivas, persecución a los civiles, militares subiéndose a los colectivos, policías parando automóviles, eso hizo que mate lo que quedaba de noche asuncena”, concluyó.
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Asesinan a médico naturalista en Paso Yobái
El asesinato a puñaladas de un médico naturalista conmocionó a los pobladores de Paso Yobái, departamento de Guairá. La víctima fue identificada como Maximiliano Esteche López (76), quien fue atacado en su propia casa, ubicada en la compañía Planchada.
Su primo de nombre Bonifacio Aguilera (64) fue quien reportó el hecho a la Policía, tras el macabro hallazgo del cadáver.
Contó que acostumbraba pasar todos los días a saludar a su pariente, y en esa ocasión se encontró con la trágica escena.
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El cuerpo de la víctima quedó tendido en el suelo, bañado en sangre y lo más impactante es que tenía un cuchillo de mesa incrustado en el cuello, según el informe policial.
El médico forense, David Martínez realizó la autopsia certificando como probable causa de muerte: shock hipovolémico producido por las heridas que recibió en diferentes partes del cuerpo.
La principal herida fue la del cuello que tuvo cuatro centímetros de profundidad. El cuerpo fue entregado a los familiares.
El hombre era muy querido en su comunidad que lo catalogaba como una persona muy servicial aparte de sanar con sus brebajes a quienes acudían a pedirle atención.
Se desconoce el trasfondo del crimen aunque según datos preliminares de la investigación podría tratarse de un homicidio con fines de robo.
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Condenan a 24 años y 9 meses de cárcel a Marcelo Piloto, por el crimen de Lidia Meza
La justicia brasilera encontró culpable a Marcelo Pinheiro Veiga, alias “Piloto”, por el crimen de la joven Lidia Meza y lo condenaron a 24 años de cárcel. Piloto fue juzgado en Brasil, donde fue extraditado por tener otras altas condenas que seguirá cumpliendo.
El terrible suceso se registro en el año 2018, en una celda de la Agrupación Especializada de la Policía Nacional, cuando Marcelo Piloto citó a una dama y aprovechó tal situación para asesinarla y así evitar su extradición.
Por su parte, la agente fiscal del presente caso, María Irene Álvarez, mencionó estar contenta por el trabajo enorme que se hizo durante la tapa investigativa y por sobre todo porque se pudo demostrar la responsabilidad del acusado en el hecho acusado.
Es uno de los pocos casos en los que un brasileño es condenado en su país por hechos que sucedieron en Paraguay.
El homicidio
El 17 de noviembre del 2018 falleció Lidia Meza Burgos, una joven de 18 años que recibió 16 puñaladas durante su visita a la celda del capo del grupo criminal brasileño Comando Vermelho, Marcelo Fernando Pinheiro Veiga, alias “Marcelo Piloto” o “Piloto”, alojado en la Agrupación Especializada de la Policía Nacional.
Con este crimen a sangre fría a esta desafortunada víctima, el líder narco hizo una última jugada desesperada tratando de evitar su extradición a Brasil.
La víctima era de la zona de General Resquín, del departamento de San Pedro, quien fue atacada por Piloto con un objeto punzante cerca de las 14:00. El crimen generó inmediatamente la indignación generalizada de la ciudadanía, atendiendo que sucedió dentro de una sede policial de máxima seguridad. Luego de ser derivada hasta el Hospital de Barrio Obrero para su atención, la joven no respondió y falleció.
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Identifican al presunto autor de la muerte de un joven que habría sido testigo de un robo
La Policía Nacional recibió este martes una información sobre los datos del presunto autor del crimen del joven que fue hallado muerto en el barrio Tablada Nueva de la ciudad de Asunción. Las investigaciones indican que el fallecido habría sido testigo de un robo que se reportó en la zona y por eso lo asesinaron.
Según datos de los investigadores se pudo encontrar imágenes de cámaras de seguridad en la que se puede ver cómo cuatro hombres cometieron un atraco y del cual Daniel Fernández fue testigo. La persona que presenció fue asesinada de varias puñaladas a modo de silenciarlo.
“Al momento del crimen se estaba desempeñando como reciclador, momento en el que presencia el hecho delictivo de estas personas que eran cuatro aproximadamente. Esta persona recibe varias puñaladas”, detalló el comisario Richard Vera, en entrevista con C9N.
Agregó que el homicida, al ver a Daniel en la zona, detiene la marcha y va directo hacia él, en ese momento empieza a apuñalarlo con mucha saña hasta lograr su muerte. Luego lo dejó abandonado a su suerte alrededor de las 6:30. Todo quedó grabado en imágenes de cámaras de seguridad.
Esta tarde, El departamento de Homicidios y Criminalística recibió información anónima por parte de vecinos de que el presunto autor del crimen sería Natanael de Jesús Rolón Valdez, de 21 años. El mismo está siendo buscado para ponerlo a disposición del Ministerio Público.
“Podemos presumir que fue por miedo a ser delatado. En ese momento no sabemos que pasó por la cabeza de esta persona atendiendo a la forma en que lo cometió el ensañamiento, sin ningún respeto o consideración a la vida humana. Pudo haber estado bajo los efectos de alguna sustancia”, puntualizó.
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