Ciudad del Este. Agencia Regional
Agentes policiales de la Comisaría 11ª del municipio de Juan E. O´Leary, Alto Paraná, procedieron ayer a la aprehensión de un hombre por un supuesto hecho de homicidio en grado de tentativa.
Se trata de Ángel Pintos Balbuena (28), sin domicilio fijo, según el reporte, que a su vez indica que trabajaba en una olería de la zona. El procedimiento fue el lunes a las 09:30, sobre la calle Paz del Chaco, del municipio vecino de Juan León Mallorquín.
La intervención policial se produjo a raíz de la denuncia presentada por Osvaldo Irán Ortiz Torres (36), capataz de una granja ubicada en el barrio Paz del Chaco, en el límite de los distritos de O´Leary y Mallorquín. Denunció que prendieron fuego a la casita donde descansaba y del que pudo salvarse. Identificó como supuesto autor a Pintos Balbuena.
De acuerdo a lo informado a La Nación/Nación Media por el jefe de la Comisaría 11ª, el denunciante contó que compartía con el trabajador de la olería el día domingo, ocasión en que almorzaron juntos en la granja. Ese día estaban consumiendo bebidas y al final de la tarde compartieron un caldito para ayudar a recuperarse de la ingesta alcohólica, explicó el comisario principal Juan Duarte Ferreira.
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Luego, se produjo una discusión entre los mismos que derivó en los golpes y patadas a Osvaldo Ortiz Torres. Tras la agresión física, el dueño de casa expulsó a su contendiente del lugar y Pintos Balbuena se retiró, pero antes profirió supuestamente una amenaza a Ortiz Torres diciéndole, “Aju jeyta rohapyhagua (Voy a volver para quemarte). Esto, de acuerdo a lo manifestado por el denunciante, indicó el jefe policial.
Siguió contando que, tras el incidente, el hombre fue a dormir a la casita existente en la granja y se despertó con el fuego que se estaba produciendo en la misma, de la que pudo salir a tiempo.
Mencionó que luego de salir, vio en el patio a quien supuestamente lo había amenazado con quemarlo. Cuando llegaron los vecinos más próximos, ya él había salido de la casa que terminó quemándose completamente, según el relato del hecho.
La denuncia fue presentada ayer y con las características citadas por Osvaldo Ortiz Torres, los agentes policiales fueron a la zona de Paz del Chaco y detuvieron en la calle al supuesto autor del intento de homicidio.
Sin embargo, el detenido, Ángel Pintos Balbuena, dijo a los policías que fue él quien salvó a su socio del incendio. El caso fue comunicado al fiscal del distrito de Yguazú, Alfredo Acosta Heyn.
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El Chaco, el territorio que une y separa a dos países
- Jimmi Peralta
- Fotos: Gentileza/Archivo
El 12 de junio de 1935 fue firmado en Buenos Aires el protocolo de paz que dio por terminadas las acciones bélicas que enfrentaron a Paraguay y Bolivia desde 1932. Los historiadores Erasmo González y Herib Caballero Campos cuentan los pormenores de las arduas negociaciones y el contexto en el que se desarrolló el conflicto entre ambos países por la posesión del Chaco Boreal.
Luis Alberto Riart y Tomás Elío, cancilleres de Paraguay y de Bolivia, respectivamente, fueron los encargados de refrendar el documento para poner fin a las hostilidades entre ambas naciones mediterráneas, que se disputaron una salida fluvial al mar y sufrieron la falta del vital líquido durante varios tramos de la contienda, lo que infligió múltiples sufrimientos además de los propios de toda guerra.
A 90 años del histórico acuerdo, se celebra la hermandad entre pueblos que, si bien tienen amplias fronteras en común, en gran parte siguen separados por el gran territorio chaqueño.
ANTECEDENTES
La guerra del Pacífico (1879-1884) cercenó territorialmente a Bolivia y lo despojó de 120.000 km2 de superficie y 400 km de litoral marítimo. Este fue un momento clave que provocó que el Chaco paraguayo entrara en los planes estratégicos del país del altiplano.
En Bolivia, con la pérdida de su costa sobre el océano Pacífico en la guerra que tuvo contra Chile, desplazaron hombres para irrumpir en el Chaco fundando fortines, al tiempo que los tratados se realizaban, pero no se solucionaron las diferencias territoriales.
“Las incursiones generaron tensiones al punto de que en febrero de 1927 es muerto en el fortín Sorpresa el teniente paraguayo Adolfo Rojas Silva. A partir de ese episodio el conflicto contra Bolivia se desarrolló en un ambiente en el que amplios sectores de la ciudadanía paraguaya reclamaban mayor presencia del Estado paraguayo en el Chaco. Desde el llamado a la movilización en diciembre de 1928 luego del ataque de tropas paraguayas al fortín Vanguardia, donde los bolivianos fueron desalojados, la crisis diplomática afloró con la expulsión de sus respectivos representantes diplomáticos que cumplían funciones en ambos países”, explica Erasmo González, doctor en historia.
El 23 de octubre de 1931, registrado como un ícono del reclamo ciudadano por la protección del Chaco, quedó en la memoria por la masacre de manifestantes estudiantiles en los jardines del Palacio de Gobierno, que estaba ocupado entonces por el presidente José P. Guggiari.
SIGILO
“Lo sucesivos gobiernos paraguayos venían realizando una prudente campaña de reforzar y dotar de mayor armamento al Ejército, que se inició con las reformas realizadas por el presidente Eligio Ayala. Durante su gobierno se mandaron comprar armas e incluso las dos cañoneras adquiridas de Italia: El Paraguay y el Humaitá”, indica González.
“En los últimos años han sido varias las investigaciones históricas académicas que han permitido comprender el esfuerzo del Estado paraguayo para armar al país. Efectivamente, sin un préstamo internacional se pudo comprar armamento moderno y capacitar a los jefes y oficiales para enfrentar el conflicto a partir de los planes consensuados entre el Gobierno y los jefes del Ejército en agosto de 1924”, explica, por su parte, el historiador Herib Caballero Campos.
A pesar de estos esfuerzos, en comparación con el despliegue boliviano Paraguay se encontró con una preparación un tanto menor en efectivos y en armamento para el inicio de las hostilidades.
EL AGUA Y EL GUARANÍ
“La contienda se inició con la toma boliviana en Pitiantuta, casi al mismo tiempo en que el doctor Eusebio Ayala asumía la Presidencia. Era una etapa difícil e incierta, pero el presidente tuvo el tino de apostar por José Félix Estigarribia para el mando del Ejército. La estrategia del comando paraguayo de llevar la guerra al interior de la región chaqueña fue fundamental. Los bolivianos incursionaron en un territorio adverso por las condiciones naturales del territorio, alejados de donde existía agua; además, considerablemente lejos de su puesto logístico”, refiere González.
“La utilización del idioma guaraní por orden general del comandante Estigarribia fue estratégica para comunicarse y despistar a los enemigos con códigos que los jefes oficiales y los soldados paraguayos podían entender. Además, servía para identificarse entre paraguayos si se encontraban en un lugar determinado, evitando confusiones que podían llevar al enfrentamiento entre los mismos”, agregó.
UNIDAD Y ESTABILIDAD
La primera mitad del siglo XX en Paraguay se caracterizó por un sinfín de tragedias internas a consecuencia de la inestabilidad política con revoluciones, golpes de Estado, exilios, atropellos, proscripciones y muerte. La hegemonía liberal había arrancado en 1904, pero tanto los conflictos dentro del propio partido de gobierno como las confrontaciones con la oposición impedían el desarrollo de un proyecto nacional.
“En el contexto de la guerra se había generado una tregua política. Según se estableció por leyes aprobadas por el Congreso, se reprimió a los sectores socialistas y comunistas que eran antiguerreristas, pues consideraban que la guerra del Chaco era una guerra imperialista. Asimismo, importantes jefes políticos de los dos partidos tradicionales se movilizaron o apoyaron al gobierno de Eusebio Ayala”, señala Caballero Campos.
“El territorio chaqueño no conoció diferencias políticas entre los combatientes paraguayos. Diferentes sectores de la sociedad acudieron al llamado: campesinos, obreros, estudiantes y con ellos artistas, poetas, intelectuales, choferes, deportistas, enfermeras y médicos. Con ese esfuerzo mancomunado se pudo sobrellevar la guerra con el acompañamiento de las mujeres, que realizaron diferentes actividades tanto en retaguardia como en el frente. Se destaca la labor de las madrinas de guerra como apoyo emocional para el soldado combatiente”, explica González.
A renglón seguido, destacó la unidad que se logró en el Paraguay durante la guerra a pesar de las diferencias que lo separaban anteriormente.
“En general hubo un gran acompañamiento. Las personas hacían donaciones para las viudas y huérfanos de guerra; la Legión Civil Extranjera, conformada por miembros del comercio y la industria que eran de origen extranjero, colaboró con varias acciones para paliar las necesidades más urgentes. La Junta Nacional de Aprovisionamiento era una entidad gestionada por el Estado con fuerte colaboración de sectores privados, que proveían los alimentos básicos a las familias de los soldados combatientes que no tenían otros recursos para subsistir. La Cruz Roja Paraguaya, liderada por el Dr. Andrés Barbero, donó un avión ambulancia, así como también realizaron varias actividades para recaudar fondos, como el partido de fútbol en Buenos Aires en el que jugó Arsenio Erico, que finalmente fue fichado por el Independiente de Avellaneda”, citó Caballero Campos.
VÍA DIPLOMÁTICA
En el contexto de una guerra con fuertes bajas para ambos bandos, la vía diplomática no estuvo clausurada. Esto a pesar de que Paraguay fue sancionado por la Sociedad de Naciones (antecedente de las Naciones Unidas) por haber sido declarado país agresor.
“El grupo mediador liderado por el gobierno argentino del general Juan B. Justo fue el impulsor de abrir una negociación con el apoyo de los demás gobiernos de la región, pero el último actor clave en sumarse y muy necesario fue el gobierno del Brasil, cuyo presidente Getulio Vargas visitó Buenos Aires en mayo de 1935, dando su acuerdo para que se impulse un alto al fuego en el infierno verde del Chaco”, comenta Caballero.
“De una posición defensiva en los primeros meses del conflicto, Paraguay pasó a la ofensiva en 1934 logrando recuperar territorios que los bolivianos fueron ocupando. Para 1935 ya había cruzado el río Parapití. Sin embargo, no debemos olvidar que todo esto significó sacrificios humanos de padecimientos por sed, pestes, heridas, traumas emocionales, muerte y angustia por la distancia de los seres queridos. Para 1935 los recursos se extremaron. Cada día de combate representaba un gran costo para el país, por lo que la gestión diplomática también fue ardua”, apunta González.
En este sentido, fue destacado el rol del canciller argentino Carlos Saavedra Lamas en el contexto de las negociaciones diplomáticas, quien fue reconocido con el Premio Nobel de la Paz en 1936 por su mediación en este conflicto y por haber inspirado un tratado antibélico que lleva su nombre.
RUMBO AL PROTOCOLO DE PAZ
“Las negociaciones comenzaron en mayo de 1935. Primeramente, el grupo mediador se reunía con cada canciller por separado. El Paraguay desde un principio estaba conteste en general con los términos del documento propuesto por los mediadores, pero Bolivia pretendía esperar el resultado de su contraofensiva, que fue detenida exitosamente por el Ejército paraguayo en la batalla de Ingavi, el 8 de junio de 1935. En ese sentido, ya el 11 se anunciaba en los medios de prensa asuncenos que se había acordado entre los países un alto al fuego, pero se estaban aún ultimando los detalles del documento final”, explica Caballero Campos.
De su parte, González subraya que el protocolo se firmó en un momento en el que ya no se podía continuar con la guerra por la dificultad para obtener recursos y el agotamiento de los combatientes. Por ello, de alguna forma la firma del protocolo de paz del 12 de junio era el camino obligatorio.
“Ya en los últimos meses de la guerra, el cansancio, la hostilidad de la naturaleza en el alto Chaco, el revés en las estribaciones andinas hicieron que la mayoría de la tropa paraguaya ya se encuentre agotada y agobiada, según se puede deducir de varios testimonios. Además, las arcas del Estado paraguayo ya estaban exhaustas luego de casi tres años de guerra. Por ello, el alto al fuego al mediodía del 14 de junio de 1935 (día en que se festeja la Paz del Chaco en Bolivia) fue celebrado por todos los combatientes, pues era algo que se anhelaba en ambos ejércitos ”, agrega Caballero Campos.
En agosto de 1935 se realizó el desfile de la victoria en Asunción, pero el país estaba con una economía extenuada, con la producción mayormente a cargo de ancianos, niños y mujeres. Todo esto fue terreno fértil para que afloren de nuevo las desavenencias, los golpes de Estado, revoluciones, persecuciones e inestabilidad política.
ACUERDO FINAL
El Tratado de Paz, Amistad y Límites definitivo se rubricó el 21 de julio de 1938. El documento final fue firmado por Cecilio Báez y José Félix Estigarribia por Paraguay, y Eduardo Díez de Medina y Enrique Finot por Bolivia. El acuerdo fue refrendado por un referéndum, que se realizó el 15 de agosto de ese año y tuvo una aprobación del 91 %.
En octubre de 1938, en cumplimiento de una de las cláusulas del tratado, se abrió una Comisión Mixta Demarcadora de Límites para señalizar la frontera en el terreno, que dio por concluidas sus tareas en 2007.
Por ello, recién en abril de 2009, con firma de Evo Morales por Bolivia y de Fernando Lugo por Paraguay, se oficializó el acta de cumplimiento y ejecución del mencionado tratado.
BARRERA
A poco de cumplirse el centenario de esta epopeya, la más grande del siglo pasado en el continente, que dejó cerca de 100.000 bajas, el vínculo entre ambos países sigue en parte separado por aquel territorio hostil.
“Evidentemente el Chaco hasta hoy en día es una barrera para que se dé ese relacionamiento más cercano entre bolivianos y paraguayos. Hoy la ruta Bioceánica es una oportunidad para mejorar esa integración, pero el Chaco aún hoy es un territorio despoblado, con muchas carencias y una necesidad de recibir políticas públicas que aseguren la educación, la salud y la movilidad a las poblaciones chaqueñas, tanto originarias como a las demás que habitan dicho territorio”, concluyó Caballero Campos.
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“Héroes de la Guerra del Chaco”: un libro de homenaje a todo color
Un álbum de fotografías que ayudan a recrear la contienda se presentará próximamente. Su autor, Hugo Gunsett, las coloreó por computadora en un trabajo de años para honrar la memoria de los caídos y de los que volvieron con vida tras defender la integridad territorial de la patria.
- Por Jorge Zárate
- jorge.zarate@nacionmedia.com
- Fotos Gentileza
Hugo Gunsett es reservista de la Marina nacional y un día advirtió que no había imágenes a color de la Guerra del Chaco (1932-1935). Así fue que decidió poner manos a la obra y munido de un programa de gráfica se dio a la tarea. Fruto de ese trabajo, en estos días pondrá a disposición del público el álbum de fotografías “Héroes de la Guerra del Chaco”.
Estudiante de diseño gráfico y computación, aprendió de manera autodidacta dibujo y pintura. “Un día vi en internet fotografías coloreadas de la Primera Guerra Mundial y me puse a buscar algunas de la guerra del Chaco. Como no había, pensé en hacerlo”, cuenta.
Ya lleva más de 10 años haciendo que las fotos pasen de su blanco y negro original al color. “A través de un proceso por computadora, sin utilizar inteligencia artificial, usando una paleta de colores y el mouse, voy dando color pixel por pixel a la fotografía. Un trabajo arduo que a veces lleva horas y depende del tiempo, la complejidad y los detalles de la foto, puede llevar días”, comentó.
EXPOSICIÓN ITINERANTE
Gunsett se alegra de las devoluciones que le va dando la gente cuando observa su trabajo en una exposición itinerante que ofrece en escuelas, colegios y en el Museo Naval. También llegó a viajar con su exposición a bordo del cañonero Paraguay hasta Pilar, donde expuso por una semana.
“La gente desconoce que no había fotos a color y se sorprende con el resultado, las reproduce con su celular, es lindo ver el cambio en los rostros”, dijo. También “cuando le presento a nuestros combatientes que están en las fotos y por primera vez ven el rostro y los reconocen, esto hace parte de nuestra memoria visual”, expone.
Entiende que es también un homenaje a los excombatientes. “Todavía quedan algunos héroes con vida, cuatro o cinco si no me equivoco. Por eso la primera exposición que hice fue para honrarle a los veteranos que aún quedaban con vida ya por el año 2014. Fue al costado del Panteón, donde recordamos que en el Chaco quedaron 33.000 soldados”.
HOMENAJE
Y agrega: “Este es mi homenaje para todos los caídos y para los que combatieron y volvieron con vida, muchos de ellos lisiados y mutilados. Hay un refrán que dice ‘un soldado no muere en el campo de batalla, muere cuando su pueblo lo olvida’. Y mientras no los olvidemos como pueblo, entonces ellos seguirán vivos en nuestros corazones”.
El autor expone que “la guerra del Chaco es un poquito más cercana a este tiempo que la guerra del 70, pero extrañamente es una guerra bastante ignorada”, reflexiona llamando a recorrerla en un volumen de gran impacto visual, que enseña con el poder de la imagen entretelones de un hito histórico nacional.
“Mi misión es enseñar en la charla a los niños, jóvenes y adultos, porque tengo material audiovisual especialmente diseñado para escuelas y colegios que quieran ver estas fotografías. Les animo a que me envíen la invitación y coordinamos un día para que yo pueda llevar también a nuestros héroes a las escuelas y colegios para que sean testigos del valor y la entrega y el amor a la patria de nuestros héroes”, propone.
EL SUEÑO DE UN MUSEO
“Mi objetivo final sería conseguir un espacio para poder crear un museo con fotos a color de la guerra del Chaco”, dice Gunsett. Allí estarían expuestas fotografías de manera permanente “para que la gente pueda asistir, ver quiénes eran nuestros héroes, los lugares donde se combatieron, los vehículos que teníamos y de esta forma mantener viva la memoria de nuestros héroes”. El autor del libro de fotografías coloreadas entiende que sería bueno tener un lugar “donde niños, jóvenes y adultos puedan ver a nuestros héroes de una forma totalmente distinta a lo que siempre se ha visto en blanco y negro. Sería una forma de honrar de manera permanente a los que dieron la vida, los voluntarios extranjeros y los que sobrevivieron a la guerra”, apunta.
Quien se interese en el trabajo de Gunsett puede contactarlo al (0982) 075-244 o seguirlo en sus redes sociales: “Quiero aclarar que la venta de los cuadros, de los álbumes, me sirve para tener un fondo y de esta forma realizar las exposiciones, mandar hacer los encuadres de las fotografías, para la movilidad y llegar a los puntos a los cuales soy invitado y de esta forma poder dar esta charla y mostrar el trabajo”, concluye.
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Un histórico homenaje sinfónico en Loma Plata
Celebran el 90 aniversario de la Paz del Chaco con la presentación de la Orquesta Sinfónica Nacional a 450 km de la capital.
- Por Jorge Zárate y Matías Amarilla
- Loma Plata, Boquerón, enviados especiales.
La fuerza de la marcha Chaco Boreal en brillante ejecución de la Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) abrió el capítulo de homenaje a los héroes de la contienda en el concierto realizado en esta ciudad, distante a 450 kilómetros de Asunción.
“Es la primera vez que la OSN llega hasta aquí y por fortuna en esta fecha tan especial”, dijo su directora María Victoria Sosa al abrir el evento desarrollado en el Centro Cultural Chortitzer ante unos 800 espectadores que concluyeron aplaudiendo de pie el logrado espectáculo de la formación orquestal.
El acto que contó con la presencia del gobernador de Boquerón, Harold Bergen, y representantes de la comunidad local, tuvo un programa que en la primera parte abordó pasajes clásicos de la ópera universal como “El barbero de Sevilla”, “Carmen” y una versión especial y cantada en alemán de “La viuda alegre” que fue muy celebrada por el público.
OBRAS DE FLORES
Acto seguido, la orquesta, dirigida por Ernesto Estigarribia Mussi, abordó cuatro piezas de creación de José Asunción Flores que lograron conmover por su sentida ejecución.
Especialmente la versión de “India” a cargo de la soprano Carolina López y el tenor Marcos Villalba que aprovecharon especialmente la excelente acústica del auditorio. La organizadora del evento y directora del Conservatorio del Colegio de Loma Plata, Lilian Guenther, mostró su beneplácito por la visita de la OSN apuntando que “en esta ocasión llenamos el Chaco de música, un arte que no reconoce fronteras y hermana a los hombres”, recordando especialmente su efecto en la fecha de la firma del acuerdo de la Paz del Chaco.
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Peña recordó a los héroes de la Guerra del Chaco
El presidente de la República, Santiago Peña, encabezó la ceremonia en conmemoración del 90.° aniversario de la firma del protocolo de paz del Chaco, que se desarrolló en la mañana de ayer jueves en el Cuartel de la Victoria, en San Lorenzo. El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas rindió su homenaje a los soldados que dejaron su vida en la Guerra del Chaco.
“Nos reunimos hoy en esta sagrada fecha, en un lugar cargado de historia vibrante, el mítico Cuartel de la Victoria, que fue hogar en sus últimos años de muchos de los hombres que combatieron en ese episodio tan glorioso de la historia paraguaya, la Guerra del Chaco”, expresó el mandatario.
Resaltó al Cuartel de la Victoria como símbolo histórico de este capítulo para el Paraguay. “Aquí, entre estas paredes llenas de heroísmo latió por décadas el corazón de una generación que supo entregar su juventud y sus mejores años en defensa de nuestra soberanía territorial. Nunca podremos agradecerles lo suficiente, nuestra gratitud eterna a esa generación valiente”, remarcó.
El mandatario dijo que “en este día del 12 de junio, 90.º aniversario, donde conmemoramos la Paz del Chaco, no es tanto la guerra en sí lo que celebramos en este día, sino más bien su final, la paz, aunque no olvidamos ni podemos olvidar jamás la sangre de tantos paraguayos que tiñó el territorio del infierno verde chaqueño”.
También destacó el compromiso de ambas naciones de firmar la paz de una guerra que se dio entre 1932 y 1935, que segó 100.000 vidas. “Lo que queremos recordar hoy es el compromiso de los pueblos hermanos, Paraguay y Bolivia, por dejar atrás el enfrentamiento y tender puentes hacia el porvenir”, afirmó el presidente.