Una unidad del transporte público perdió el control y cayó en la cuneta a la altura del kilómetro 46 de la ruta PY 02, en la zona de la compañía Pedrozo de Ypacaraí. En el bus viajaban 35 personas, de ellas cinco resultaron con heridas leves y fueron asistidas en el hospital de Caacupé.
El accidente ocurrió alrededor de las 9:45 de la mañana de este sábado y tuvo como protagonista a un colectivo de la empresa Villa Serrana-Tobatí, según informaron bomberos voluntarios que acudieron al lugar. Según los informes preliminares, aparentemente un desperfecto mecánico ocasionó que el colectivo perdiera el control y terminara volcando en la banquina.
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El chofer Leonardo Fabián Ortiz Vallejos, de 49 años, dijo que el ómnibus se dirigía con destino a Asunción cuando sorpresivamente en la pendiente ubicada específicamente a la altura de la compañía Jhugua Jhu, no le respondieron los frenos y mediante una maniobra intentó parar el camión que finalmente tumbó a un costado de la ruta internacional, aunque afortunadamente no se reportaron lesionados graves.
Todas las personas lesionadas, eran mayores de edad y fueron trasladadas en ambulancias hasta el centro asistencial local y dadas de alta nuevamente, según los primeros reportes. “El colectivo se estaba dirigiendo desde Tobatí hacia Asunción y al alcanzar el kilómetro 46, perdió el control y terminó cayendo acá en la cuneta. Los accidentados fueron socorridos y están recibiendo ya los primeros auxilios. Se presume que hay dos que son de gravedad y el resto con lesiones leves”, confirmó el policía interviniente en declaraciones a Telefuturo.
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Reportan choque y vuelco de vehículo en Asunción
Este domingo se registró un accidente de tránsito en el que se vieron involucrados dos camionetas; ocurrió en la ciudad de Asunción. Uno de los rodados quedó con las ruedas para arriba, pero la conductora salió ilesa, mientras que el otro chofer tuvo que ser derivado a un centro asistencial.
Según el reporte policial, el hecho se registró cerca de las 10:00 de hoy, sobre la avenida Boggiani y R.I. 3 Corrales, de la citada ciudad. Se presume que uno de los involucrados estaba bajo los efectos del alcohol y otras sustancias, mientras estaba conduciendo su vehículo.
“La conductora del vehículo blanco indicó que venía sobre la avenida Boggiani y en su intersección con R.I. 3 Corrales, que es calle empedrada, salió esta camionera amarilla, que venía a gran velocidad y le embistió”, expresó el comisario Hugo Marín, en entrevista con Telefuturo.
Señaló que tras el impacto, el vehículo blanco volcó y la mujer que lo guiaba fue rescatada por lo bomberos, que confirmaron que resultó ilesa. En tanto que, el hombre que guiaba el otro rodado, presentó algunas lesiones y tuvo que ser derivado a un centro asistencial.
El chofer de la camioneta amarilla, de la marca Jeep, fue identificado como Alejandro Torales, de 22 años y la camioneta blanca de la marca Kia era guiada por Rosa Amada Cañete, de 48 años. Tras ser evaluado en un centro asistencial, Torales fue llevado a la base de la Patrulla Caminera para la realización de la prueba de alcotest.
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“La inspiración para los temas suele venir en los momentos difíciles”
La banda celebra sus 25 años de carrera y prepara un nuevo álbum que se irá presentando en los siguientes meses. La agrupación ofrecerá un concierto de aniversario el siguiente fin de semana.
Decir que una banda de rock paraguayo cumple 25 años de trayectoria y que prepara su sexto álbum de estudio sin dudas se inscribe en la columna de las buenas excepciones en la escena local, un logro en puertas de Salamandra. Formado actualmente por Javier Zacher (voz y guitarra), Celso “Cachito” Galeano (bajo), Rodney Cords (guitarra) y José “Batoloco” Gaona (batería), este es un proyecto que reverberó por primera vez en la capital en los primeros años de la década del 2000.
Originarios de Ypacaraí, arribaron a la escena con virtuosas guitarras, conceptos claros y valijas enormes cargadas de sueños, que un cuarto de siglo después, tras mucho trabajo, hoy están llenas de aprendizajes, desafíos, aceptación del público y éxitos. Javier es el frontman de la banda, con un aire que mezcla la bohemia, el carisma constante, la picardía y la timidez, es el encargado de la pluma y la voz de Salamandra, y afronta el desafío de un nuevo proyecto: el sexto disco, esta vez con productores paraguayos, los hermanos Marcelo y David Arriola. Hace unas semanas lanzaron el primer adelanto, “La mentira”, y el próximo sábado 16 de agosto celebrarán sus 25 años en Voüdevil, donde presentarán los cortes “Cigarrillo” y “El dedo acusador”, este último con tinte folclórico. Zacher habló con La Nación del Finde sobre la historia de la banda y su presente de producción.
–Son 25 años de proyecto. ¿Qué cosas te parece que cambiaron en este tiempo y qué otras permanecen intactas?
–Lo que cambió bastante en estos 25 años es el conocimiento que fuimos adquiriendo con la experiencia en la música y en los escenarios. Lo que no cambió hasta ahora es que sigue siempre ese sueño, la ilusión de vivir de gira siempre, de tocar en nuevos escenarios. Siempre estamos con un sueño, hacer un disco más, subir a un escenario.
APRENDIZAJE
–¿Qué cosas aprendieron en este tiempo?
–En el escenario, hace 25 años no estábamos encontrando la presencia, el porte, esa performance, esa actitud que después fuimos forjando. Fuimos conociendo a muchos músicos en los escenarios y haciendo amistad con grandes músicos que también nos fueron enseñando cosas como armonía, progresiones, cosas de la tecnología, que hoy en día fueron cambiando también.
–¿Y en lo humano qué aprendieron en el relacionamiento entre ustedes?
–Realmente la relación con la banda es la más larga de mi vida y siempre va siendo prueba y error. Ya pasamos por muchos desacuerdos, también peleas, pero con el tiempo que llevamos juntos aprendimos también a ceder, aprendimos a hablarnos de lo que nos incomoda, que a veces justamente es algo difícil de hacer. Aprendimos que, si dejamos ayer abierta una heridita, con el tiempo se va haciendo cada vez más grande. Siempre se va aprendiendo y siempre lleva su esfuerzo.
–¿Cuáles podrían ser puntos altos o curvas que marcaron a la banda en este tiempo?
–Algo que empezó a darle vida a Salamandra mucho más allá de Ypacaraí creo que fue cuando entramos en un concurso para presentarnos a tocar a un festival. Lo que quedó de esa competencia fue que se hizo un recopilado pirata, un disco de MP3 de rock nacional, que tenía la foto de Laura Martino con el cuerpo pintado de Paraguay, era algo bien trucho. En ese disco había músicas de un montón de bandas, y entre los 300 temas estaban cinco canciones de Salamandra, que era un demo que habíamos hecho. Eran cinco temas que, al terminar, volvían a sonar, o sea, estaban dos veces. Yo creo, y me lo contaron, que ese disco hizo que mucha gente conozca la banda porque, de repente, se escuchan los temas dos veces y eso les llamaba la atención a muchos.
–¿Cuál fue el festival o concierto que más recordás?
–Uno de los conciertos que más disfruté en lo personal fue uno que hicimos acá en Ypacaraí. Un amigo se accidentó y se organizó un concierto solidario, porque se partió bastante mal. Bueno, cuando ya estaba toda la gente ahí para el show, se largó una lluvia, y cerramos nosotros, teníamos que tocar seis a siete temas. Como llovía, no iba a ser diferente si tocábamos un poco más, porque con la lluvia nadie iba a salir de ese lugar. Finalmente, nos pusimos a tocar como unas cuatro horas ahí para todos los perros. Ese es un concierto que realmente todos los días lo recuerdo.
–¿Cuál es tu escenario más soñado?
–Un escenario que siempre soñé fue el anfiteatro José Asunción Flores. Siempre que tenemos la oportunidad de estar ahí creo que es algo mágico. Recuerdo de muy chico ver el festival de la OTI por la tele y toda la historia que se contaba del anfiteatro. Siempre soñé con, alguna vez, ser parte de ese escenario.
SEXTO ÁLBUM
–Están con un nuevo disco en puertas
–Sí, estamos encarando el sexto álbum de Salamandra, en Covenant, y los productores son Marcelo y David Arriola. A mí me llenaba de intriga esta posibilidad, hace mucho que quería trabajar un disco con ellos. Empezamos ya en setiembre del año pasado a gestarlo desde las maquetas. Ahora tenemos ya cuatro canciones y vamos a ir tirando en tandas. Se siente lanzar como unos pequeños EP. En diciembre se completaría todo el álbum.
–¿Cuál fue el flujo de trabajo para este material?
–Antes de este disco nos encontramos en una etapa en la que ensayábamos los temas para los shows, y decidimos ponernos un día diferente de ensayo para dedicarnos netamente a hacer las canciones nuevas. Ahí nos encontramos con que estábamos un poco saturados de nosotros mismos, que sentíamos eso de estar haciendo lo mismo y, aunque te digo, hacer lo mismo no es algo que a mí me disguste para nada, pero era como que nos faltaba algo, un incentivo nuevo o una visión más fresca de lo que hacemos. Entonces, ahí fue donde paramos los ensayos, entonces llevamos la canción cruda al estudio con los productores, como son personas que conocen Salamandra, que trabajaron mucho ya con Salamandra.
–¿Son temas que surgieron para el disco o son ya temas que fueron juntando?
–A diferencia de discos anteriores, en los que presentamos temas que ya veníamos trabajando y que teníamos bien afianzados, este disco tiene canciones que se fueron desarrollando ahora, son sentimientos muy actuales de la banda en cuanto a la letra, en cuanto a la música misma y una cosa que disfruto mucho en lo personal es ese aire nuevo que le da esta producción artística, esta guía que nos vienen dando los Arriola.
–¿Qué le pidieron los productores a la banda para traer a la mesa de trabajo?
–La relación que tenemos con ellos es bastante orgánica, porque hace años que venimos trabajando juntos. Lo que pidieron fue más bien llevar la canción cruda al estudio, solo guitarra y voz. Después ellos nos presentan una nueva propuesta, desde una visión externa, la que escuchamos y nos sorprendió, exactamente eso era lo que quería hacer con esa canción, pero no sabía cómo, pensé. Justamente es eso lo que uno busca cuando trabaja con un productor.
“BUSCARLE EL SENTIMIENTO”
–¿Cómo te manejás con esa dinámica de composición?
–A mí me suelen llegar momentos en los que, ponele, agarro la guitarra y lo que sea que toco, ya me parece una canción, ya sea el mismo mi menor que todo el mundo toca, pero algo le siento que me hace ponerle una letra y generalmente cuando pasa esto, me pasa con unas cuatro o cinco canciones en ese momento. Luego hago eso de quedarme ahí con esa canción, hago eso de enamorarme, de buscarle, de sentirle. Tiene una letra primaria al nacer, y mientras voy tocando, le voy buscando una forma más que en la cual yo me siento mucho más a gusto, trato de encontrarle el significado o la palabra misma que me pide esa secuencia de acordes que tengo y buscarle el sentimiento que tengo, que me nace con esos acordes. Y lo voy puliendo hasta un punto donde siento que a mí me gusta mucho. Paso mucho tiempo con ese grupo de temas.
–¿Y qué hacés cuando ese tiempo de inspiración no está ahí?
–Y suelo enloquecer cuando me doy cuenta de que llevo tiempo y tiempo sin agarrar un acorde que me lleve a una canción. Así, bueno, voy tocando, y, por lo general, cuando me siento así seco de inspiración, empiezo a tocar los primeros temas que siempre toqué, generalmente Sui Generis, fundamentalmente. Me voy así recordando todas esas canciones que me llevaron a querer ser músico, a querer tener una banda y ahí me voy nutriendo otra vez hasta llegar a otro momento donde vuelvo a componer y que es algo así como decir que le da sentido a mi vida.
–¿Y de dónde vienen las canciones?, ¿de una idea, una sensación?
–La verdad que más bien es el estado ánimo en el que me encuentro, por lo general es el motor principal o el combustible de mi máquina mental. Dentro de este estado de ánimo es donde me encuentro como perdido, tocando la guitarra, haciendo ruido, hasta encontrar un acorde. Por lo general la inspiración para los temas suele venir en los momentos difíciles.
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Ñemby: camión transganado perdió los frenos y chocó contra un colectivo
En la madrugada de este viernes se registró un accidente sobre la ruta PY01 en el centro de la ciudad de Ñemby, cuando un camión transganado impactó contra una unidad del transporte público. Afortunadamente, no se dieron víctimas fatales, pero cuatro personas resultaron heridas, dos de gravedad.
Según el testimonio del conductor del camión transganado, el vehículo habría perdido los frenos y ya no logró controlarlo, por lo que terminó impactando de lleno contra un colectivo de la línea 2 que iniciaba su ruta. El camión de gran porte iba vacío, mientras que en el colectivo solo estaban dos pasajeros.
Tanto el conductor del transganado como el del colectivo, junto con los dos pasajeros, resultaron con heridas y debieron ser trasladados hasta el centro asistencial de la ciudad para recibir atención médica, mientras continúan los trabajos de despeje en la zona.
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“Cuando llegamos, confirmamos que afortunadamente no se dieron víctimas fatales, pero las dos personas de tercera edad fueron las más afectadas. El hombre fue trasladado inconsciente hasta el hospital de Ñemby, mientras que la mujer cuenta con una posible fractura en el brazo izquierdo. El conductor del colectivo también sufrió golpes y fue trasladado para los exámenes”, dijo el teniente de bomberos Ángel Fretes en conversación con Telefuturo.
Destacó que el conductor del transganado, si bien sufrió varias lesiones, se negó a ser trasladado hasta el centro asistencial hasta poder finiquitar los trámites con los intervinientes policiales, ya que no podía abandonar su vehículo. El tránsito en la zona continúa lento a estas horas.
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Arroyo y Esteros: en grave accidente fallecieron tres personas y dos quedaron heridas
Este miércoles, se registró un fuerte choque entre un camión de gran porte y dos automóviles que dejó como saldo tres personas fallecidas en Arroyo y Esteros. Así también, se pudo constatar que otros ocupantes quedaron gravemente heridos y fueron derivados a centros asistenciales.
Según el reporte dado por el Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Paraguay, el accidente se reportó durante la tarde de este miércoles sobre la ruta PY 03 a la altura del kilómetro 71, ya casi llegado al desvío de Tobatí.
En el accidente se vieron involucrados un camión de gran porte, una automóvil de color blanco de la marca Toyota y un vehículo de color gris de la marca Hyundai. Los tres fallecidos circulaban en vehículos livianos y dos que iban en el camión fueron rescatados.
El camión de gran porte trasladaba una gran carga de granos y se presume que habría perdido el control de su rodado por un reventón de neumáticos, este embistió por ambos rodados de menor porte y uno de ellos quedó aplastado. El tractocamión volcó y cerró completamente la ruta.
Hasta el momento no se tiene confirmada la identidad de los fallecidos, pero entre ellos se encuentra un menor de 14 años y dos personas adultas. El camionero y su acompañante quedaron atrapados, pero fueron rescatados por los bomberos de la ciudad.
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