Ciudad del Este. Agencia Regional.

Esta madrugada un grupo de hombres armados y encapuchados irrumpieron en un restaurante oriental y de allí pasaron a una oficina contigua, dentro del edificio, de donde llevaron de la caja fuerte dinero en efectivo y dos armas de fuego. Ocurrió a las 01:29 de hoy 17 de enero, dentro del edificio Omar, que está sobre avenida Abay n.º 311, entre la avenida Adrián Jara y la calle Pa`i Pérez, según el reporte de la Comisaría 1ª de San Agustín.

El ingreso de los delincuentes fue por el restaurante oriental “Castillo del Diamante”, que da a la calle Abay. Fue víctima Robert Chen (23), de nacionalidad brasileña, de cuya oficina llevaron 4 millones de guaraníes y dos pistolas, marca Glock, que se encontraban en la caja fuerte.

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También llevaron otras dos armas, una escopeta y un revólver pertenecientes a los guardias de seguridad del lugar: Ramón Irala Benítez (41), de la empresa Servipar; y Carlos Ramírez Martínez (59), de la empresa Gapp. Un tercer guardia, Pedro Claver Ojeda (71), no portaba arma y es de la firma Elite.

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Agentes policiales verificaron el lugar de donde llevaron dinero y armas, dentro de una oficina que funcionaba como un taller y al que ingresaron los delincuentes. Foto: Gentileza

Fueron autores del hecho cuatro a cinco hombres, todos encapuchados y con armas de fuego, quienes irrumpieron al lugar, tras desarmar y reducir a los guardias, para luego dirigirse al taller donde forzaron la caja de fuerte para llevar el dinero y las dos armas. Se desplazaron a bordo de una camioneta de la marca Toyota, modelo Fortuner, color negro. El caso fue comunicado a la fiscal de turno Cinthia Leiva.

El subcomisario Miguel Ávila Viana, subjefe de la Comisaría 1ª, quien estuvo en el lugar del hecho, explicó a La Nación/Nación Media que los delincuentes ingresaron primero al restaurante y luego forzaron la puerta de una sala contigua donde funciona un negocio de reparación técnica de receptores. Ya dentro de dicha oficina, violentaron la caja fuerte.

Indicó además que los guardias fueron reducidos y despojados de su arma ya en la planta baja del edificio, donde no se encontraba nadie en el momento del atraco, excepto los guardias, según relataron a los agentes intervinientes.

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