La necropsia de los restos óseos hallados este martes pasado en el cerro Cristo Rey de Caacupé no pudo determinar si la identidad corresponde a María Ramona Cardozo, desaparecida desde el 1 de julio, con 7 meses de embarazo, pese a indicios. Se aguardarán los resultados de la prueba de ADN.

El médico forense Pablo Lemir afirmó que debido a que solamente se pudo estudiar los miembros inferiores del cadáver no se puede concluir que se trate de la embarazada desaparecida. Dijo que las muestras analizadas son muy limitadas y que por ahora solamente se puede señalar que se trataría de una persona de sexo femenino de baja estatura.

“Estamos hablando de que se hizo un trabajo sobre todo de antropología y odontología forense. No es una autopsia como tal, tomando en cuenta de que el material que contamos se trata solamente de los miembros inferiores, las piernas con la parte pélvica”, señaló a los medios de prensa.

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Lemir explicó que la parte de tejido blando también se encuentra parcialmente destruida, así como la columna vertebral. “Eso es todo de material biológico que tenemos. Por lo tanto, identidad no tenemos. O sea, nosotros no sabemos a quien corresponden estos restos. Por las características impresionaría tratarse de un cadáver se sexo femenino de baja estatura”, indicó.

El experto afirmó que la precisión exacta se tendrá una vez que termine el análisis antropológico, que implicará un proceso lento. “Hay que extraer lo que resta de tejido blando para poder analizar los huesos”, sentenció.

Otra característica llamativa hallada es que aparentemente por la forma en que el forense articuló los miembros el cuerpo tendría el miembro inferior derecho más corto que el izquierdo. “Y esos son los hallazgos positivos de momento. No hay útero, no hay restos que no sean de este cuerpo. Es decir, no podemos hablar tampoco de un embarazo. No tenemos cráneos, por lo tanto no tenemos dentadura, no tenemos miembros superiores. Por lo tanto tampoco hay posibilidad de hacer huellas dactilares, no hay parrilla costal”, detalló.

Lemir calificó de “absolutamente limitado” los elementos analizados por lo que “nosotros no podemos dar identidad de momento”. Con respecto a la muestra de ADN óseo tomada, se remitirá a un análisis laboratorial, donde se buscará contrastarlo con el ADN de la madre de Ramona. Esto a fin de determinar si realmente se trata de la grávida desaparecida hace casi un mes. El resultado se tendría en 30 días.

“Entonces, de momento no hay forma de identificar. Y quiero también desdibujar esa cuestión que los familiares reconocieron el cadáver. Acá no hay nada para reconocer. O sea puede haber una presunción, pero no hay material biológico que se pueda reconocer”, sentenció.

Mencionó que desde Medicina Forense se ha sugerido al Ministerio Público intensificar la búsqueda en la zona del hallazgo del cadáver, a fin de tratar de encontrar el cráneo o algunas otras partes de la cara a fin de hacer un análisis de odontología que pueda tratar de determinar con mayor certidumbre y velocidad la identidad.

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