La jueza Silvana Luraghi pidió explicaciones a las autoridades del penal de Tacumbú sobre el caso de un violador serial condenado hasta el 2040 que supuestamente fue liberado por un “error administrativo” y que habría huido a la Argentina, por lo que se emitió una orden de captura internacional. Se trata del ciudadano argentino Luis Héctor Morínigo, acusado de violación serial y condenado a 20 años de cárcel más 10 años de medida seguridad al ser hallado culpable por el Juzgado que lo procesó.

El hombre llevaba 13 años de reclusión y tenía que recuperar su libertad en el año 2040, pero por cuestiones inexplicables está afuera desde el pasado 14 de abril. Se dieron cuenta que ya no estaba preso cuando su abogado, un defensor público, fue a visitarlo en la penitenciaría de Asunción y allí le informaron que hacía un mes que el reo había salido en libertad.

La jueza Luraghi exigió un informe a las autoridades de la cárcel a través del Ministerio de Justicia. “Es un interno que tenía tres condenas y estaba guardando reclusión en la Penitenciaría Nacional de Tacumbú. En dos de sus condenas, él ya cumplió, se finiquitaron esas causas. Pero aún continuaba ante mi Juzgado con la tramitación de un proceso por coacción sexual y robo agravado, que recién cumpliría su pena total en el año 2040″, refirió la jueza a Telefuturo.

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“Error administrativo”

A su vez la viceministra de Política Criminal del Ministerio de Justicia, Letizia Sanabria, fundamentó que en la cárcel solo tenían la notificación de dos de las tres causas. Aunque, posteriormente admitió que la liberación del reo se trataría de un “error administrativo”.

“Tenía tres causas de las cuales figuraba en lo que hace a su legajo solo dos causas. Para que esta persona recupere su libertad pasa varios filtros, tanto así que luego de que el departamento de Judiciales haga esos trámites va hasta la Policía Nacional. Se vuelve a confirmar y tampoco figuraba en el sistema esta tercera causa. Asumimos que hay un error”, manifestó Sanabria. Según los antecedentes, Morínigo estaba siendo sometido a un tratamiento sicológico y siquiátrico en el penal y sería una “persona sumamente peligrosa”.

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