Ciudad del Este. Agencia regional.

Hoy es el Día de María Auxiliadora para la feligresía cristiana, que tiene su mayor fiesta en el municipio de Minga Guazú donde se congrega la gente en torno a la parroquia del km 20 Monday, no solo de la ciudad, sino también de Alto Paraná, a participar de los oficios religiosos y de la serenata en honor a la virgen. Hoy fue la misa central al que acudieron autoridades de varios municipios.

En el departamento hay declaración de asueto porque María Auxiliadora es patrona del agro. La serenata con un festival artístico fue anoche en la explanada de la parroquia María Auxiliadora. Se extendió hasta el amanecer, pero con jóvenes alcoholizados y en total desenfreno, en el sector frontal y las laterales de la iglesia.

Entre la 1:00 y las 2:00 de la madrugada, el párroco Sergio Daniel Maciel Ocampos tuvo que acercarse a los jóvenes a pedir que bajen el volumen de la música, que traten de seguir su fiesta, pero respetando. Nadie le hizo caso, según contó a La Nación/Nación Media. Ya al amanecer, en medio de mucha basura y desagradable olor, el sacerdote volvió hasta los jóvenes, esta vez, para pedirles que se retiren.

A primera hora de la mañana, rápidamente circuló en redes sociales los vídeos del descontrol en la farra frente a la misma iglesia. “Omoko hikuái el purete, opita puroitea avei, (Beben alcohol, fuman droga), es poco lo que se podía hacer allí mas que pedirles amigablemente que se retiren del lugar cuando ya estábamos cerca de iniciar la misa”, explicó el párroco.

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Para el sacerdote salesiano, “el amanecer desenfrenado de los jóvenes hoy no fue nada nuevo porque se trata de la misma fiesta que ocurre en muchos lugares, antes de nuestra fiesta patronal; lo mismo ocurría los domingos en el km 16 de Minga Guazú, también los domingos durante las carreras de motos en escenarios parecidos de fiesta descontrolada”. Agregó que es la misma realidad que se ve en todo el territorio nacional y que lastimosamente no se ha podido controlar.

Cuestionó la inacción de las instituciones de seguridad ante las situaciones que les toca enfrentar, pero a la vez también manifestó que la Comisaría 8.ª de Minga Guazú no puede hacer mucho porque dispone de nueve agentes solamente. En tal sentido, recordó el reciente atraco a la parroquia y el robo de un monto importante de dinero y de objetos.

En cuanto a lo ocurrido frente a la iglesia con la descontrolada fiesta, el sacerdote Sergio Daniel dijo que hacen todo lo posible para dar la contención debida a la juventud que forma parte de su territorio de evangelización, pero “a estas fiestas acuden gente de todos los rincones del país y se repite el mismo patrón de conducta, como consecuencia de familias en decadencia y que ya no tienen control sobre los hijos”, dijo.

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