La comunidad del distrito de Tavapy, en el departamento de Alto Paraná, se vio conmovida por la cruel muerte por presunto envenenamiento de tres perros. El hecho fue denunciado por un agricultor quien acusó a su vecino, un adulto mayor de 76 años de haber proporcionado chorizos con veneno a sus mascotas que perecieron inmediatamente.

Como se trata de una transgresión de la Ley N.° 4840 de Protección y Bienestar Animal, el Ministerio Público dispuso la inmediata investigación de la denuncia. Las pericias están a cargo de los fiscales Alberto Torres y José Silguero.

El denunciante es el ciudadano Éver Diosnel Colmán Fretes (34), quien certificó que sus tres mascotas murieron luego de haber ingresado a la propiedad de su vecino identificado como Martín Perningola Núñez. De acuerdo con la versión dada a los investigadores, el sábado último los animalitos le habían seguido al dueño en momentos en que el labriego se dirigía en su vehículo rumbo a la chacra.

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Aseguró que en el camino se percató de que los canes se quedaron en la casa del vecino. Y cuando retornó a su domicilio se encontró con la desagradable escena, puesto que los perros ya estaban en mal estado y con aparentes síntomas de haber sido intoxicados con alguna sustancia venenosa.

El hombre afirmó que intentó dar los primeros auxilios a los perritos que comenzaron a vomitar el chorizo presuntamente envenado que ingirieron horas antes. Describió que el olor expedido en el alimento era característico de un envenenamiento, que provocó el rápido desenlace fatal.

Colmán Fretes fundamenta sus sospechas en su vecino por dos motivos: vio que sus perritos entraron a la propiedad del hombre acusado, y además, afirmó que este no es muy partidario de tener mascotas.

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Expectativa de pena

De acuerdo con la legislación vigente, las sanciones aplicadas a los transgresores incluyen penas carcelarias de hasta dos años o el equivalente en multas, que podrían alcanzar hasta 1.500 jornales, acorde a la gravedad del caso. La ley tiene por objeto establecer pautas mínimas que regulen la protección de los animales domésticos, silvestres y exóticos en cautividad. Aquellos animales criados para el aprovechamiento humano, en sus diversas modalidades alimenticias, se regirán por lo establecido para el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) y demás leyes especiales que rigen la materia.

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