Este lunes, el primer caso de viruela símica de sexo femenino en territorio nacional fue confirmado por la Dirección General de Vigilancia de la Salud (DGVS). El mismo fue identificado en el departamento Central y se trata de una persona de entre 40 y 50 años de edad, sin comorbilidades.

La mujer manifestó fiebre, dolor de garganta, dolor muscular y exantema. Fue internada para manejo del dolor. Actualmente se encuentra de alta, en buenas condiciones clínicas y en seguimiento.

Con este hallazgo, suman 104 los casos confirmados de viruela del mono en el país, de los cuales 103 son personas del sexo masculino. En tanto que 171 sospechas fueron descartadas y 2 se hallan en estudio. El mayor porcentaje de casos se registra en Central (61%), seguido de Asunción (38%) y se identifica 1 caso en Presidente Hayes.

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Señalan que la erupción en la piel es motivo de consulta que no debe postergarse para evitar la diseminación de la infección a otros. Se insta a la población a intensificar las medidas de prevención y acudir a la consulta médica en forma precoz ante la aparición de lesiones en la piel u otros síntomas asociados a viruela símica.

Recordaron que los principales síntomas que han desarrollado los afectados por viruela símica son lesiones en la piel (incluyendo lesiones genitales), dolor muscular, decaimiento, dolor de cabeza, inflamación de ganglios. Cualquier persona que tenga contacto físico estrecho o contacto íntimo con alguien que tiene síntomas o erupciones en la piel o mucosas (ojos, boca, nariz, vagina, ano) causadas por la viruela símica corre el riesgo de contagiarse.

La enfermedad se puede contagiar por medio del contacto físico estrecho, que es estar cara a cara y tocarse (incluyendo abrazos, masajes y besos). Así también, contacto piel con piel durante las relaciones sexuales, lo que incluye sexo oral y sexo con penetración (vaginal o anal). Tocar los genitales (pene, testículos, labios y vagina) o el ano de una persona con viruela símica.

Igualmente, puede darse por contacto con los granos o ampollas que aparecen con la enfermedad y con las costras que aparecen, contacto con objetos, tejidos y superficies que hayan sido utilizadas por alguien con viruela símica y que no hayan sido desinfectados, como las sábanas, toallas y los juguetes sexuales, además de contacto con saliva y gotitas de saliva, a través de besos o estando cerca cara a cara.

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