Con globos, pancartas, remeras y velas blancas encendidas, carapegüeños se autoconvocaron el sábado frente a la parroquia Catedral Inmaculada Concepción de María para pedir justicia a las autoridades argentinas por el crimen del joven Fernando Báez Sosa, asesinado cobardemente por una turba de jóvenes inadaptados en Villa Gessel, provincia de Buenos Aires, Argentina.
Esta acción fue realizada, atendiendo a que los padres de Fernando, Graciela Sosa y Silvino Báez, son oriundos de la ciudad de Carapeguá. Sus compueblanos, en solidaridad a la familia y en repudio al criminal ataque que recibió el joven, piden la cadena perpetua para los responsables de su muerte.
“Una vez más, estamos apostados acá en la explanada de la catedral, lugar sagrado para todos nosotros, justamente para pedir a Dios y a la Virgen que le den toda la fuerza a la señora Graciela y Silvino Báez para que sigan soportando las secuelas del golpe indescriptible que recibieron hace tres años. Realmente nos duele muchísimo”, indicó Luciano Cañete Galeano, intendente de Carapeguá, quien participó de esta cruzada por la justicia.
Rosa Ramos, presidenta de la Junta Municipal de Carapeguá, quien también participó del encuentro, habló en nombre de la madre del joven y de las mujeres, madres carapegüeñas, que siempre se mantienen fuertes y firmes, ante el dolor tan desgarrador que es perder a un hijo. Desde su ciudad natal, envió mucha fortaleza a doña Graciela, manifestándole que como madres comparten su dolor.
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“Compartimos su dolor, su tristeza y por sobre todo, incansablemente, exigimos justicia para Fernando. Mucha fuerza a cada uno de los presentes, a los familiares. Estoy segura de que el Señor bendice a cada uno y que vamos a lograr, todos juntos y unidos, que desde Carapeguá-Paraguay, llegue nuestra solidaridad a Dolores-Argentina, donde Graciela sienta nuestro inmenso apoyo y cariño”, indicó Ramos.
En la oportunidad, también participó Marcelo Simbrón, intendente de Paraguarí, quien destacó el momento doloroso que está viviendo Paraguay a consecuencia de la criminal acción de unos inadaptados. Refirió que lo ocurrido no debió suceder nunca, atendiendo a que los compatriotas Graciela y Silvino viajaron al vecino país hace muchos años por un mejor porvenir; sin embargo, allí encontraron dolor, por lo que pidió unir las fuerzas y exigir a las autoridades de Argentina que caiga todo el peso de la ley sobre los ocho rugbiers acusados por la muerte de Fernando.
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