Este lunes, familiares de una persona desaparecida reiteraron su pedido de ayuda para localizar al hombre, ya que no saben nada de él desde el pasado martes 18 de octubre. Hasta el momento no se tiene ninguna pista, fue visto por última vez en la ciudad de Villa Elisa, las autoridades instan a llamar al 911 en caso de tener información del mismo.
Se trata de Édgar Amarilla Sosa, de 42 años, que se trasladaba en una camioneta de color gris de la marca Nissan, modelo Frontier, con chapa AAFE312, que fue vista por última vez en la mencionada ciudad cerca de las 19:30. Desde ese momento perdió todo contacto con sus familiares, quienes realizaron la denuncia de su desaparición ante el Ministerio Público.
“Este es mi papá y está desaparecido desde el 18 de octubre. Salió en su camioneta y fue visto por última vez en Villa Elisa. Mi familia está desesperada. No se imaginan cuánto le extraño, quiero que vuelva. Él era el que todos los días me escuchaba y hacía que no me sienta sola”, dijo en tuit Tamara Amarilla, hija del hombre.
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Desde el Ministerio Público resaltaron que Amarilla cuenta con orden de búsqueda y localización. El día de su desaparición llevaba puesto calzado de color negro, jean azul y una remera negra. Desde el 18 de octubre su familia lo busca desesperadamente.
Las autoridades instaron a las personas que tengan algún dato de este hombre por más mínimo que sea o que lo hayan visto en algún punto del país llamen al sistema 911 donde les tomarán los datos o en todo caso pueden radicar la información ante la Fiscalía más cercana o sede policial de su zona.
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La Ruta de Festivales llega el 21 de junio a Puerto Casado
La segunda edición de la Ruta de Festivales de Sonidos de la Tierra arrancó con éxito en mayo pasado en la ciudad de Villa Elisa, y se encamina a su segunda escala, en la localidad chaqueña de Puerto Casado, en el departamento de Alto Paraguay, el sábado 21 de junio. Este año, el programa se renueva con cinco festivales regionales y un gran espectáculo de impacto nacional que reunirá a más de 70 orquestas juveniles.
“Vivimos en Villa Elisa una experiencia maravillosa con la primera parada de la Ruta de los Festivales, con la alegría, bullicio y música de casi 500 niños y jóvenes músicos”, expresó la escuela Sonidos de Villa Elisa tras la primera fecha de este evento. Más que una serie de conciertos, este circuito de encuentros artísticos y culturales moviliza a miles de jóvenes músicos en todo el país, llevando música, identidad y esperanza a comunidades de los 16 departamentos del Paraguay.
Con más de 3.000 participantes inscriptos, 70 escuelas comunitarias de música activas, la Ruta de Festivales se organiza de manera tradicional desde los inicios de la organización, con un circuito de Festivales Regionales, que reúne a varias orquestas de las escuelas comunitarias de música y que se traduce entre 300 y 500 jóvenes talentos de la región, para tocar juntos en una Megaorquesta. Por lo que se ha consolidado como una plataforma de desarrollo humano que promueve el talento musical, dinamiza la economía local, impulsa el turismo y fortalece la identidad cultural paraguaya.
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“La Ruta de Festivales no solo forma músicos, sino también ciudadanos comprometidos. Cada comunidad que recibe un festival se convierte por unos días en un escenario vivo de integración, hospitalidad y arte colectivo”, destaca Lilian Molinas, directora de Gestión e Implementación de Proyectos y Programas.
Además de los conciertos, el programa incluye megaorquestas sinfónicas, clases magistrales, el desfile de los pueblos, acciones ambientales, espacios para emprendedores y una vibrante oferta turística. El exitoso Mercadito Sonidos, una feria de emprendedores locales, ya demostró su impacto económico directo en las comunidades anfitrionas.
“La Ruta de Festivales es posible gracias a una red maravillosa de personas que creen en el poder de la música para transformar. Cada parada es mucho más que un evento: es una invitación a descubrir el alma de nuestras comunidades, su creatividad, su hospitalidad y sus sueños. Los esperamos para vivir juntos esta experiencia única, donde el arte se convierte en puente y en esperanza”, palabras de Natalia García, directora ejecutiva de Sonidos de la Tierra.
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Calendario
31 de mayo – #Suena Villa Elisa: una fusión cultural que refleja el espíritu diverso de una ciudad construida sobre la convivencia de inmigrantes.
21 de junio – #Suena Puerto Casado: una expedición musical al Chaco paraguayo, histórico portal de Alto Paraguay, con paisajes, memorias y sonidos únicos.
19 de julio – #Suena Tacuatí: un homenaje al norte fértil del país y a la riqueza cultural y agrícola que define a esta región.
5 de agosto – Lanzamiento Festival Nacional: presentación oficial del evento cumbre de la Ruta, que reunirá a más de 70 orquestas de todo el país.
16 y 17 de agosto – #Suena San Juan: festival Nacional de Guitarras – Mangoré para el Mundo, inspirado en el legado de Agustín Barrios y el protagonismo de la guitarra como símbolo de la música paraguaya.
29 de septiembre – #Suena Atyrá: una invitación a descubrir la cultura viva de la ciudad más limpia del Paraguay, reconocida por su organización comunitaria y vocación ambiental.
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Otro adolescente desaparecido: discutió con su mamá y no vuelve a su casa desde el 28 de mayo
Este martes, una madre desesperada solicitó ayuda a la ciudadanía para localizar a su hijo de 17 años al que no ve desde el pasado 28 de mayo. El joven salió de su casa tras una discusión y desde ese momento no se sabe nada de su paradero. Se presume que estaría en zona del Chaco paraguayo.
Deidamia Fernández, madre del adolescente desaparecido, en la noche del miércoles pasado su hijo Sair Bulquin salió de su casa y no regresó. Realizó la denuncia ante la Policía Nacional al día siguiente y hasta ahora no tiene noticias sobre su paradero.
“Quiero saber en dónde está, con quién está y en qué anda. Algunas personas me dicen que lo vieron, pero no me dan toda la información. Se enojó conmigo porque le reclamé que falte mucho al colegio, que nunca viene de Benjamín Aceval donde tiene amistades, le llamé la atención”, detalló la mujer a “Dos en la Ciudad” de Gen y Universo 970/Nación Media.
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La denunciante relató que trabaja mucho y que pelearon por mensajes ese 28 de mayo; ese mismo día, su hijo se despidió de ella y al volver ya no lo encontró.
“Desde la comisaría me dicen que siguen con la búsqueda. Siempre me chantajeaba y se iba, pero volvía enseguida. Espero saber algo de él”, apuntó y reiteró que espera al menos una información del paradero de su hijo para estar tranquila.
“Quiero que alguien me llame y me de información. No se comunica conmigo, se enojó y nos bloqueó a todos, hasta a sus hermanos. En algún momento fue consumidor y creo que se está juntando con mala gente”, puntualizó.
Para brindar información se pueden contactar al sistema 911 de la Policía Nacional.
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Buscan a un adolescente que desapareció
- Ciudad del Este. Agencia regional
La Policía Nacional busca a un adolescente de 16 años (Bruno Alexander), de nacionalidad argentina, quien está desaparecido desde ayer, de su casa ubicada en el barrio Fray Luis de Bolaños, de Presidente Franco, según denuncia realizada por los padres, ante la Comisaría 6.ª de la mencionada ciudad.
El padre manifestó que su esposa escuchó ruido del portón de la casa y el motor de un rodado, pero al verificar no vio nada, y presume que podría haber sido un taxi por aplicación. Luego, ya siendo buscó a su hijo para ir al colegio y no lo encontró. Al verificar su habitación, hallaron en su cuaderno, escritos que podrían interpretarse como despedida de la familia, pero sin contenido negativo.
Tras la denuncia de los padres, el caso fue comunicado al fiscal Alberto Torres y al Departamento de Búsqueda y Localización de la Policía Nacional.
El personal policial fue hasta la casa del joven desaparecido donde la madre, de nacionalidad paraguaya, ratificó la denuncia inicial. Contó también que el domingo estuvieron cenando juntos y desconoce que su hijo esté con algún problema porque ha mostrado una buena conducta. Mencionó que la carta encontrada contenía agradecimientos.
La mujer proporcionó a los agentes las cartas escritas por su hijo, además de un cuaderno donde había dibujos, bosquejos y frases reflexivas, de autoría del adolescente.
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Ña Priscila: pintar para celebrar la vida
- Jorge Zárate
- jorge.zarate@nacionmedia.com
- Fotos: Mariana Díaz
Su colorida casa llama la atención de los vecinos en Villa Elisa, allí cerquita de Cuatro Mojones, por lo original, por la alegría que transmiten sus frescos. Para ella todo espacio es digno de ser coloreado. Las paredes, los pisos, los muebles la invitan, le sugieren formas que apura con sus pinceles.
Priscila Basualdo viuda de Morel se inició en la pintura por esas urgencias de ocasión. “Comencé con la plástica cuando me fui a una escuela a la que me llevaron los padres de familia porque confiaban mucho en mí, decían que enseñaba muy bien. Entonces, me buscaron y me llevaron en la escuela Bernardo Ocampos de Lambaré. Ahí yo comencé a pintar”, cuenta esta mujer de 90 años.
Cuenta que tenía 60 alumnos en un grado y había que conseguir su atención. Una de las formas fue el relato de cuentos: “La directora nos regaló una tela de tres metros para nuestro uniforme y yo tenía la idea de llevarles el cuento de la Caperucita Roja a mis alumnos, así que usé la tela para hacer allí los personajes del cuento para que los vean los chicos… No hice mi guardapolvo (risas). Igual, eran chicos muy obedientes”, recuerda.
PAREDES QUE BRILLAN
Lo de su vivienda vino con el tiempo, ya después de jubilarse como maestra. Primero fue la pared de una habitación: “Comencé haciendo las pinturas en el dormitorio de mi hija, dibujé lo que se me venía en mente. Cultivo en mi mente todo esto (dice señalando sus creaciones). No busqué de otro lado, solamente fue idea mía hacer estos dibujos que ustedes ven por aquí”, comenta explicando que después se fue expandiendo hacia la sala de estar, la cocina y así hasta llegar al patio.
Ña Priscila no pinta cuadros ni lienzos; solo las paredes, muebles y algunos objetos de su casa con pinturas que en general le proporcionan sus hijos. “O la compro yo o viene mi hijo. Tengo un hijo médico que viene con la pintura porque él sabe que esa es mi debilidad. Desde el piso de mi casa, el portón hasta el último rincón de mi casa está pintado y solamente puedo decir que la pintura es un momento de relax para mí”, cuenta.
Esta enérgica mujer encara su tarea a pesar del mal de Parkinson que la afecta, dando prioridad a sus colores favoritos: rojo, verde, azul y amarillo: “Me da alegría y satisfacción, pintar es maravilloso, relajante, te da vida, el valor que te da es la salud”, resume esta señora madre de cinco hijos.
“En este junio cumplo 91 y si Dios no me lleva todavía consigo voy a seguir pintando a pesar de las manos temblorosas porque tengo el mal de Parkinson. Eso es lo que tengo, pero no es grave. Es un poco, por eso es que un brazo no uso y con el otro nomás pinto. Porque yo sé que el otro a veces tiembla de repente y me mancha la pintura, entonces yo con el lado derecho pinto. Y si alguien viene que me vea pintar, así va a saber lo que yo hice y que no es mentira”, pide.
Su expresión artística es terapéutica, asegura: “Me ayuda muchísimo en todo porque mientras lo hago, no pienso en otras cosas, estoy pensando en cómo hacer, cómo trazar. Así hago, de mi mente nomás saco, de ahí nomás yo miro por cualquier cosa… Por ejemplo, se me presenta una botella y me digo ‘¿podés hacer algo de esta botella?’. Entonces, inmediatamente le voy a hacer un motivo”, apunta.
ENSEÑAR SIEMPRE
“Mi sueño es que mis hijos también puedan seguir mis pasos porque esto te ayuda muchísimo, en todo sentido te ayuda la pintura”, cuenta de sus expectativas. “Hay que pintar para saber lo que se siente dentro de sí mismo, una alegría inmensa. Y cada vez que vos ves que estás echando el pincel en la tierra o en la pared, te llena de satisfacción. Al menos a mí es así, no sé yo a otra persona”.
Mujer de mucha fe, quiere que se le salude a su patrona: “Quiero contar que he trazado una imagen de la Virgen de Caacupé. Al entrar en el portón lado izquierdo, pinté una virgen, yo tracé y pinté. Hace 6 a 7 años que está esa imagen ahí pintada, ese no se despinta, no le pasa nada, pero a veces yo me voy con mi pincel y le retoco para que no se destruya”.
Dice que se siente muy bien cuando pinta cerca del portón del terreno de su casa, un lote de 12 x 40 del que se alegra haber pintado casi en su totalidad. “‘¡Qué linda tu casa!’, me dice la gente. A veces vienen a visitarme con su criatura y entra la nena y dice a su mamá que quiere pintar así como yo hago.
También ella quiere hacer, pero nadie le trae a su hija para aprender a pintar conmigo. Vaya uno a saber por qué no puede traerle. Pero sí le voy a decir que su padre le eduque en su casa y le enseñe cómo pintar porque todos sabemos pintar. Uno se dedica nomás a eso y ya sale el trabajo”, recomienda.
UNA BURRERITA ESPECIAL
Para ña Priscila, el recuerdo de su madre es permanente. Por eso, para darle ese carácter, la reflejó en un dibujo en una de las paredes de su casa. “Sí, el dibujo de mi mamá es un homenaje. Yo entraba en un colegio de monjas, somos dos hermanas y las dos somos profesoras. Mamá nos llevó a inscribir en ese colegio y era carísimo para mi familia. ¿Sabe cómo pagó mi mamá por nosotros? Con leña que le llevaba a la monja, porque cuando eso se usaba la cocina de leña nomás, no había nada, ni gas, ni eléctrico”, cuenta.
Su mamá era burrerita y llevaba siempre sus mercaderías a los mercados de Asunción. “Por eso yo le hice a ella, recordándole porque era una madre muy sacrificada que hizo mucho por educarnos. Por eso se merece tenerle así, por lo menos en un rincón para que nos acompañe siempre”, expresa ña Priscila en esta entrañable nota para La Nación del Finde.