En el marco de un programa de rehabilitación y reinserción social que tiene la participación de tres personas privadas de libertad (PPL) del penal de Emboscada, llevan adelante el proyecto avícola de la Granja Penitenciaria Itá Porã.

El mismo promedia una producción de 100 polluelos gallinas, 50 crías de codorniz y 30 crías de pato al mes con modalidad de venta. Como proyecto, se lleva trabajando cuatro años mediante la coordinación de reinserción social de la granja penitenciaria con anuencia de la Dirección de Bienestar y Reinserción Social del Ministerio de Justicia. Este año se espera una mayor optimización en la producción con un trabajo que está activo los 365 días.

Indicaron que para lograr las mejoras fueron obtenidas dos incubadoras de huevos, que actualmente permiten que en el establecimiento se realice incubación artificial, aparatos que brindan el espacio adecuado y controlado para la obtención de un promedio de 120 polluelos de gallina en total, con un periodo de incubación de 20 a 22 días para la eclosión.

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Indicaron que las personas privadas de libertad que se dedican a la avicultura arrancan apenas sale el sol, entre 6 a 8 horas diarias. Foto: Gentileza.

Acerca del trabajo que realizan

Las PPL que se dedican a la avicultura arrancan apenas sale el sol, entre 6 a 8 horas diarias. Señalaron que la tarea es incesante, ya que pasa por planificar, organizar y realizar trabajos de reproducción y crianza de gallinas caseras (cría de polluelos para venta y posterior aprovechamiento de su carne), ponedoras (para venta de huevos y aprovechamiento de su carne), patos (para venta de huevos y aprovechamiento de su carne), así como codorniz (para venta de huevos y de polluelos).

La distribución de los trabajos se divide en alimentar y suministrar lo necesario para mantener los niveles adecuados de nutrición y el estado de salud de las aves. Facilitar la reproducción y la incubación de los huevos, prestando atención en todo momento a la temperatura, la humedad, la ventilación y el giro de los huevos ya depositados en la incubadora. Así también, se examina a las aves para detectar enfermedades, lesiones o padecimientos. Igualmente, todo esto se realiza con sumo cuidado para mezclar los alimentos y aditivos.

Posteriormente, se debe llenar los recipientes de agua y vacunar a las aves para luego sacrificarlas para la obtención de carne, recolectar, almacenar y envasar los huevos para la entrega y venta en los comercios locales, así como a particulares.

Lo que se busca

Explicaron que se apunta a obtener un porcentaje de ganancias en la venta de lo producido, tanto de huevos, polluelos, las aves mismas, así como la carne. Resaltaron que una de las PPL que viene realizando esta actividad hace mucho tiempo ya ingresó con el conocimiento avícola al penal, que lo utilizó para orientar a sus compañeros.

Se vende 50% de la producción a comercios locales y a la antigua penitenciaría regional, así como a particulares de la zona, todo gestionado por los propios internos, con el apoyo de la dirección y el coordinador de Reinserción, Gustavo Argaña. El remanente se destina para seguir fortaleciendo la producción.

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