La inconciencia ciudadana es de nunca acabar y se ve no solo en las periferias sino además en las áreas urbanas. En inmediaciones del colegio Ysaty, la falta de conciencia del cuidado del medio ambiente hizo que se forme un minivertedero en la vereda y patio baldío ubicado sobre la calle Lapacho entre Pilar y Víctor Riquelme de Asunción, en las inmediaciones del estacionamiento de un conocido cotillón, en la zona 10 del barrio Nazareth de la Capital.

Pobladores de la zona reclaman a sus propios vecinos y carriteros que los que depositan las basuras de todo tipo en la vereda y en el baldío de la zona, cercana a la Terminal de Ómnibus de Asunción (TOA) y que está a metros nada más de un concurrido colegio. En el lugar se puede observar desde un viejo y roñoso colchón tirado, excrementos de personas y animales, hojas de plantas producto de la poda de árboles y hasta desechos de productos del consumo familiar.

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Pobladores de la zona reclaman a sus propios vecinos y carriteros que se encargan de depositar basuras de todo tipo en la vereda. Foto: Cristóbal Núñez.

“Penosamente la ciudadanía no colabora con las autoridades y continúan tirando la basura en la calle. No sabemos de dónde viene tanta basura, la gente viene y tira, hasta un colchón y todo ahí está en la vereda. No es la primera vez que esta vereda está en estas condiciones, es la peor calle de la zona 10 del barrio Nazaret”, denunció el señor José María González, en comunicación con La Nación/Nación Media.

Cansados de esta situación, la familia González, que vive en la zona desde hace muchos años, recurre a la prensa para pedir la colaboración de los vecinos y llamar a la conciencia ciudadana, además de invitar a las autoridades a que envíen una cuadrilla para que levante la cantidad de basura depositada en plena vereda.

El lugar ha sido elegido por inadaptados para dejar allí sus desechos, sin siquiera existir un contenedor. Foto: Cristóbal Núñez.

González lamentó que el lugar haya sido elegido por inadaptados para dejar allí sus desechos, sin siquiera existir un contenedor, la gente se tomó el atrevimiento de utilizar el lugar como un minivertedero donde dan destino final a sus basuras. El ciudadano, en sus momentos libres recoge y limpia la vereda, pero en poco tiempo el lugar se vuelve a llenar de basura, por lo que pide la intervención de las autoridades municipales y que al menos se ponga un cartel de prohibición para arrojar basura en el lugar.

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